DOMINGO 30 DE JULIO DE 2000
* Cuestiona asesor de Helms a Jorge G. Castañeda y Adolfo Aguilar Zinser
Con el gobierno panista mejorarán las relaciones con EU
Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 29 de julio * Las relaciones entre Estados Unidos y México se mejorarán de forma significativa durante el gobierno de Vicente Fox Quesada por su firme posición en favor del mercado libre y su prioridad del combate contra la corrupción, indica un análisis realizado por uno de los principales asesores de política exterior del senador Jesse Helms.
"El triunfo de la oposición representa un parteaguas para las relaciones Estados Unidos-México porque las sentará sobre una base más racional y estable", sostiene Roger Noriega, asesor de Helms para América Latina, en un informe sobre las implicaciones de la elección en México.
Vicente Fox Quesada, considera, "está lejos de ser dogmático en la forma como percibe a Estados Unidos y es un líder confiado que está más dispuesto a enfrentar situaciones irritantes en la relación Estados Unidos-México de forma directa en vez de satanizarlas".
Noriega, asesor encargado del subcomité del Hemisferio Occidental del Comité de Relaciones Exteriores del Senado (presidido por Helms), advierte, sin embargo, que la oportunidad de mejorar la relación bilateral podría ser "desperdiciada" por el nombramiento de dos asesores "anti-Estados Unidos" en el equipo de transición del virtual presidente electo.
Como parte de su informe entregado a Helms, Noriega señala varios incidentes en los que Adolfo Aguilar Zinser y Jorge G. Castañeda fueron "críticos sin cuartel" de la política estadunidense en Panamá, en el rubro de la lucha antinarcóticos y en torno de la relación con Cuba.
Sin embargo, el asesor de Helms estima que la política exterior de Fox no necesariamente será manejada por esos asesores de transición, y señala con aprobación los compromisos para redoblar la cooperación en temas antidrogas y la profundización de las reformas macroeconómicas.
En este contexto, Noriega estima que México no tendrá gran posibilidad de obtener un "bono por la democracia" en la forma de mayor asistencia, algo que fue mencionado por Castañeda en su reciente gira por Washington.
También se indica que mejoras en la relación resultarán al romper la percepción de que Estados Unidos fue aliado del PRI. De hecho, de acuerdo con este análisis, el PRI podría tener sus días contados como partido político viable. "El altamente centralizado PRI, al perder los masivos recursos estatales y la autoridad absoluta sobre la cual había florecido, ha sido estrellado más allá de poder componerse de la campaña electoral del 2000 y sus resultados", escribe Noriega.
De acuerdo con este funcionario, la pérdida del PRI es ganancia para el PRD. "El heredero genuino al título de oposición izquierda-laboral es el PRD, que probablemente restará terreno al PRI en las elecciones legislativas del 2003 y podría surgir como la principal fuerza de oposición en las próximas elecciones presidenciales en 2006", opina Noriega.
"El PRD tiene una oportunidad para descartar su imagen de un culto construido en torno de Cárdenas y surgir como un partido moderno y de ideología de izquierda. El líder natural para el nuevo PRD es Andrés Manuel López Obrador, un dirigente firme e implacable, quien ha librado una guerra contra la corrupción del PRI".
Para Noriega, este análisis lleva a la conclusión de que para poder gobernar efectivamente, Fox tendrá primero que reconstruir su relación con el PAN más que depender de sólo un equipo "dispar de asesores autointeresados".