DOMINGO 30 DE JULIO DE 2000
Frente a Fox
* José Agustín Ortiz Pinchetti *
La derrota del PRI ha roto los ejes del escenario político y ha puesto en crisis a los demás partidos que vivían en el sistema. Fox y su equipo han tomado la iniciativa impulsados por su victoria y colocan en situación difícil a sus oponentes, quienes tienen que pensar con cálculo preciso las siguientes jugadas del ajedrez político.
A la vez se ha abierto una oportunidad para terminar de construir la democracia mexicana. No como parte de un proceso natural e inevitable. Requeríamos de la alternancia como punto de partida, pero ahora son necesarios los consensos y la capacidad para diseñar a detalle la reforma de las instituciones. El PRD y el PAN la asumieron como compromiso de campaña, pero ahora ambos pueden tener razones para incumplir sus promesas: Fox y su partido pudieran resentir la presión de los grupos conservadores que los apoyaron y diferir la reforma hasta consolidar su gobierno y su proyecto económico, y si lo logran Ƒpara qué necesitarían de una reforma política?
Los líderes del PRD, sacudidos por la derrota de su partido, pueden ver que la reforma del Estado sería un logro del nuevo gobierno que le permitiría a éste posicionarse muy temprano e ir trabajando para prolongar su estancia en el poder por lo menos otro sexenio. Además, están seguros que la política social y económica de Fox son no sólo la prolongación sino la profundización de la economía neoliberal.
Las resistencias de uno y otro lado pueden favorecer a que el viejo sistema monárquico basado en la "mística de control" se sobreviva a sí mismo. Fox puede aspirar a ser heredero de tlatoani y sus competidores a verlo como tal. Todo esto mantendría vivas las viejas instituciones y usos políticos.
Se requeriría una dosis excepcional de capacidad visionaria y generosidad para que los protagonistas se dieran una tregua y pusieran las bases de un Estado republicano. No es fácil porque los políticos en activo están pensando en la próxima elección y difícilmente en la próxima generación.
El PRD y los grupos y corrientes democráticos dentro del PRI tienen que responder a la propuesta de Fox con audacia. Y convertirla en reformas y acuerdos legislativos. Si no lo hacen pueden quedar marginados, si intentan desgastar al nuevo gobierno con una oposición rampante a lo más que podrían aspirar será a acelerar el desgaste del nuevo gobierno y propiciar una crisis social. Ninguno de los grandes problemas de la estructura social del país está resuelto. Quizás lo más inteligente sería aceptar la reforma y concentrar su oposición a los actos de gobierno. En particular poner la crítica en la política social y económica de Fox, si esta resulta tan reaccionaria como se teme.
La nueva oposición tiene una tarea principal: construir una fuerza de centro-izquierda capaz de ganar en el 2006 y compensar el polo de competencia política que surgió alrededor de Vicente Fox y su equipo. Pero si estas fuerzas "progresistas" resisten y bloquean el cambio se agotarían y el prestigio de los foxistas aumentaría. La reforma política les da un tiempo para reorganizarse. El PRI y el PRD podría consolidar alianzas muy amplias con los priístas y con otros grupos. Un partido muy fuerte podría surgir en tres años más.
El último consejo del PRD emitió una señal positiva cuando autorizó y mandató a sus dirigentes para negociar con Vicente Fox. La entrevista entre éste y Cárdenas fue, como escribió Miguel Angel Granados, "un episodio político que facilita la convivencia civilizada entre personas y partidos diferentes". Es de esperarse que estos actos se multipliquen. De modo que la población vea que aquellos que compitieron como fieras por la Presidencia, son aptos para unirse por el bien colectivo.
Del lado de Fox se desplaza una iniciativa interesante: una comisión de ciudadanos independientes va a establecer una agenda equilibrada de reforma y esbozará solución a cada uno de sus puntos. Vendrá después el posterior trabajo de consenso entre los partidos. El camino es algo porque hay que pasar de las coincidencias implícitas a los acuerdos. De ahí a la legislación. Será un trabajo mayor, pero ya en México estamos perfectamente preparados para ello. Observemos: Ƒcuántos días, meses o años requiere cerrar el capítulo de la reforma y pagar el costo de México a la democracia? Entre más se difiera más alto será el precio. Más altas las posibilidades de naufragio. *