DOMINGO 30 DE JULIO DE 2000
* Hacen falta laboratorios especiales: experto
Se deteriora más la salud de seropositivos que van al IMSS
* Desconocen los médicos cuándo deben iniciarse las terapias, dice
Angeles Cruz * El Seguro Social invierte millones de pesos para la atención de seropositivos, pero no tiene la certeza de que las terapias estén mejorando la salud de los pacientes, pues carece de laboratorios para realizar los análisis clínicos de seguimiento, afirmó Rafael Pagán Santini, director del Centro Universitario de Investigación sobre Sida (CUISS), de la Universidad Autónoma de Puebla (UAP).
De hecho, afirmó, en varios estados de la República "todos los días llegan a las salas de urgencias enfermos de sida que ya padecen pulmonía, toxoplasmosis y otras infecciones que debieran evitarse con los medicamentos" o con antibióticos, los cuales tienen un costo de 21 pesos a la semana.
Debido a que los médicos del IMSS no siguen los parámetros clínicos establecidos a nivel internacional para el tratamiento de los pacientes con VIH/sida, "no saben cuándo deben iniciar las terapias con los medicamentos antirretrovirales (especiales para controlar el avance del virus en la sangre) o en qué momento cambiarlas por otra", dijo el especialista.
"La realidad es que el enfermo de sida, derechohabiente del Seguro Social, no regresa a trabajar, su salud continúa deteriorándose y al poco tiempo muere", abundó.
Para el galeno, el problema estriba en que las unidades especializadas en la atención del VIH/sida no cuentan con los laboratorios para la realización de los análisis sanguíneos de carga viral (avance del virus en sangre) y conteo linfocitario (determina el nivel de defensa del organismo). Los médicos tienen como única opción pedirle al paciente que se realice las pruebas en el servicio particular.
Pero, agregó, "estamos hablando de gente de escasos recursos, que vive en lugares alejados y que, por supuesto, no cuenta con los mil 200 a dos mil pesos que cuestan los estudios".
Además, de acuerdo con la norma internacional, dichas pruebas debieran practicarse cada tres o seis meses. En el caso de los pacientes del IMSS "si lo hacen una vez por año ya es ganancia". La consecuencia de ello, subrayó Pagán, es que las terapias para mejorar la calidad de vida de los enfermos no son lo efectivas que debieran ser.
Al respecto, información oficial del IMSS admite que el equipo para medir la carga viral únicamente lo hay en los centros médicos nacionales Siglo XXI, La Raza y Occidente (Jalisco); mientras que el citómetro de flujo para el conteo de linfocitos CD4 lo tienen en el Siglo XXI, La Raza y en la ciudad de Monterrey. Nada más.
La experiencia de los médicos en Puebla, Torreón, Veracruz, Oaxaca, entre otros, es que los pacientes "cuando pueden van a un laboratorio privado", afirmó Pagán Santini.
En entrevista, el titular del CUISS destacó que otro aspecto de la problemática del sida en México tiene que ver con la carencia de un programa de detección temprana. No hay diagnóstico oportuno ni tratamiento eficaz. Lo anterior podría resolverse si se diera capacitación a los médicos generales e internistas para la atención primaria del VIH/sida.
El médico general debidamente adiestrado, explicó Pagán Santini, puede resolver 75 por ciento de los padecimientos de un seropositivo. Para ello se requiere mantener al galeno actualizado sobre las terapias, las combinaciones de fármacos y el seguimiento de su aplicación.
Además, debiera prepararse un equipo de cuidados en el hogar para que el paciente no tuviera que atravesar todo el estado, como ocurre en Puebla, donde las personas tienen que dejar de trabajar dos días para ir al único hospital de la entidad que atiende el VIH/sida y que el médico las vea durante 15 minutos.
Otra medida indispensable para mejorar la atención médica del enfermo con VIH/sida es el establecimiento de un sistema de envío de las muestras sanguíneas a los centros médicos donde sí existen los equipos de laboratorio, concluyó Pagán.
Al referirse al caso de Puebla, señaló que el VIH/sida sigue avanzando. Tan sólo en el CUISS se atienden de cuatro a seis nuevos enfermos cada mes y después de un año y medio de trabajo, el centro alcanza un registro de 70 pacientes.
A nivel nacional, el Registro Nacional de Casos da cuenta de más de 44 mil enfermos de sida, la mitad de los cuales ya falleció, y de quienes continúan con vida, la mitad está afiliado a las instituciones de seguridad social, unas 10 mil personas.