DOMINGO 30 DE JULIO DE 2000

* VENTANAS

* Eduardo Galeano *

Galeano Las malas palabras

 

 

Ximena Dahm andaba muy nerviosa, porque aquella mañana iba a iniciar su vida en la escuela. Corriendo iba de un espejo al otro, por toda la casa; y en uno de esos ires y venires, tropezó con un bolso y cayó desparramada al piso. No lloró, pero se enojó:

--ƑQué hace esta mierda acá?

La madre educó:

--Mijita, eso no se dice.

Y Ximena, desde el piso, curioseó:

--ƑPara qué existen, mamá, las palabras que no se dicen?