LUNES 4 DE SEPTIEMBRE DE 2000
* Pide a jóvenes construir "la civilización del amor"
Llama Rivera a luchar contra las causas de la migración
* Gobiernos, sociedad e Iglesia deben unir esfuerzos, dice
José Antonio Román * Es "necesario" que los gobiernos, la sociedad y la Iglesia católica den "prioridad" a la superación de las situaciones de pobreza, violencia e injusticia social que obligan cada año a miles de personas, familias y comunidades enteras a emigrar en busca de mejores condiciones de vida, principalmente a Estados Unidos, dijo el cardenal Norberto Rivera Carrera.
En su acostumbrada misa dominical en la Catedral Metropolitana, el también arzobispo primado de México recordó que si bien hay migrantes que alcanzan el nivel de vida deseado, nadie puede cerrar los ojos ante las situaciones difíciles que deben afrontar con "polleros" que aprovechándose de sus necesidades ofrecen medios "seguros" de transporte que son en realidad "trampas mortales".
Dijo que no siempre el llegar a un lugar es signo de que las penurias de los migrantes han terminado, pues en muchos casos apenas comienza un "nuevo calvario" por el desprecio de los habitantes de la ciudad o país al que se ha llegado, el desconocimiento de la lengua o de las costumbres, el desarraigo familiar y la sociedad en que se encuentran, aunado a la falta de dinero para tener habitación digna o lo básico para alimentarse.
El arzobispo anunció que este domingo la Iglesia católica empieza la primera semana del migrante, durante la cual, con una serie de actos, conferencias y mesas de análisis, se profundizará sobre el tema, no sólo vital para México sino también muy importante para nuestros países vecinos del norte y del sur.
Recordó que el propio Jesucristo vivió una situación de migrante, cuando ante la soberbia del hombre y el abuso del poder, su familia tuvo que huir de Nazareth a Egipto. Lamentó que estas actitudes imperen todavía en diversos lugares de nuestra patria y del mundo, ya que por guerras o necesidades económicas, muchos hermanos, "hombres y mujeres, se ven obligados a abandonar su lugar de nacimiento en busca de mejores condiciones de vida".
A la celebración eucarística asistieron también cientos de jóvenes que concluyeron la semana de jubileo de los adolescentes, y ante ellos, el cardenal Rivera Carrera hizo un llamado a la juventud para que no caiga en las tentaciones de la cultura de la muerte, donde están presentes, entre otras cosas, el consumo de drogas, alcohol y la sexualidad mal encaminada.
El cardenal felicitó a los jóvenes presentes en la misa, porque a pesar de sus pocos años han hecho grandes esfuerzos por procurarse un desarrollo integral que les permita insertarse en la sociedad y en la Iglesia como hombres y mujeres de bien. Los llamó a que, por medio de la difusión del Evangelio y de acciones concretas en su quehacer cotidiano, sean constructores de "la civilización del amor".
Rivera Carrera subrayó que en los jóvenes está fincada la esperanza de la arquidiócesis de México, pues en estos tiempos se requieren "testigos de Cristo" en el campo social, económico, legislativo, político, familiar, y también en la vida consagrada como religiosos, religiosas o como sacerdotes.
Fallas de la Iglesia en el combate a la pobreza
El director de Cáritas de México, Manuel Zubillaga, reconoció que la Iglesia católica ha fallado en su contribución para combatir la pobreza, que es una de las principales causas que provocan la migración no solamente en México, sino en todo el mundo.
Entrevistado al término de la misa del cardenal Rivera, en la cual el prelado evitó a la prensa, el presbítero Zubillaga señaló que no sólo a la población le hace falta una mayor conciencia sobre la problemática de la migración, sino también a la jerarquía eclesiástica.
Al igual que el cardenal, Zubillaga estimó que la violencia, la pobreza y la injusticia social son las causas principales de este fenómeno.