LUNES 4 DE SEPTIEMBRE DE 2000

* Evangélicos confían en que Pablo Salazar ''abra el camino''


Esperan solución al conflicto religioso en Chiapas

* Defenderemos el respeto a los usos y costumbres en la entidad, advierten priístas tradicionalistas

Elio Henríquez, corresponsal, San Cristóbal de las Casas, Chis., 3 de septiembre * Mientras dirigentes evangélicos esperan que Pablo Salazar ųgobernador electo de Chiapasų abra el camino hacia una solución definitiva del conflicto que por supuestos motivos religiosos prevalece en varios municipios de la entidad, líderes priístas tradicionalistas se preparan para dar la batalla para que se respeten los usos y costumbres, en nombre de los cuales han asesinado, herido, vejado y expulsado a miles de indígenas protestantes de sus comunidades en las últimas tres décadas.

El optimismo de los protestantes se basa no sólo en el hecho de que el próximo gobernador profesa la fe evangélica sino en que se ha comprometido a aplicar la ley, algo que desde que se agudizó el conflicto por supuestos motivos religiosos a principios de los años 70 le han reclamado a los gobiernos priístas que en muchos casos protegieron a los caciques a cambio de votos, razón por la cual en tiempos electorales las agresiones se incrementaban.

Los evangélicos vislumbran ahora una pronta solución del problema y el fin de ''los privilegios a los niños mimados o hijos predilectos, que han sido los tradicionalistas de San Juan Chamula'', municipio donde inició el conflicto hace 30 años con la muerte ųdespués de hacerlo caminar sobre brazas y quitarle la lengua y los ojosų de Miguel Hernández Gómez, uno de los primeros pastores protestantes que predicó en ese lugar.

Católicos piden respeto al próximo gobernador

Pero los católicos tradicionalistas chamulas que ''no le temen ni a Dios porque si viene a matarnos nos morimos todos'', apelan a que Salazar ''no llegue con la espada desenvainada'', y respete los usos y costumbres porque ''esa es la paz de todos los municipios; cuando San Juan Chamula se levanta, se levantan los demás municipios de los Altos de Chiapas''.

En nombre de este grupo de caciques, el alcalde priísta de San Juan Chamula, Pascual Díaz López asegura que ''no hay una fórmula especial para que se transforme y se controle'' a ese pueblo, considerado uno de los grupos indígenas más atrasados del país, y donde el pretexto de la religión ha sido utilizado para reprimir a quienes han osado desafiar a los que controlan el poder político, económico y religioso.

Pero según Esdras Alonso González, dirigente de la organización Visión de Aguila 2000, a partir del 20 de agosto ''se abre un panorama muy positivo para que se firme un acuerdo entre los grupos en pugna porque ahora las cosas dan un giro total, estamos ante la posibilidad de que Chamula ųsímbolo de la intolerancia religiosaų ya no tenga el control total''.

Agrega que con el próximo gobierno deberá de acabarse la impunidad que por años ha prevalecido en ese municipio de los Altos de Chiapas, considerado durante muchos sexenios priístas la vitrina del indigenismo en México, y adonde la iglesia católica no se le ha pernmitido el acceso.

Este pastor evangélico originario de Oaxaca no descarta que dentro de cinco o diez años el poder municipal en San Juan Chamula esté en manos de los evangélicos, y sostiene que para acabar con el problema de intolerancia religiosa ''lo que tiene que hacer el gobierno es aplicar la ley''.

También cree que es necesario que se haga un replanteamiento del artículo cuarto constitucional, pues ''hay cosas que no están claras como los usos y costumbres; para que despejen las lagunas jurídicas existentes''.

Alonso González expresa que después de los resultados de las elecciones del 20 de agosto ''hay condiciones para que se impulse esta reforma, pues mientras no haya una propuesta clara sobre el aspecto legislativo se dará el estira y afloja, porque nosotros hablaremos del artículo 24 y de la libertad de creencia y los tradicionalistas argumentarán los usos y costumbres''

Subraya que tanto católicos tradicionalistas como protestantes deben de aprovechar esta coyuntura histórica para la solución del conflicto, pues de lo contrario "habrá una responsabilidad de todos y esto podría volverse un problema tan serio como el de Irlanda".

Propone al ayuntamiento chamula que "lejos de revanchismos o abrir las viejas heridas nos sentemos a dialogar para poner fin a este conflicto". Subraya que "a nadie conviene enfrascarnos en la lucha que ha sido triste para todos".

En tanto, Manuel Collazo Gómez, líder de la Organización de Pueblos Evangélicos de los Altos de Chiapas (OPEACH), asegura que ahora ''sí habrá solución al problema porque Pablo va a aplicar la ley, que es lo que los gobiernos priístas no han hecho".

El dirigente chamula, que ha estado preso acusado de delitos diversos, manifiesta que los evangélicos ''no queremos que los católicos tradicionalistas vayan a la cárcel sino que nos dejen en paz y que respeten el derecho constitucional de la libertad de culto''.

Collazo Gómez ųquien hace varios años fue expulsado pero en 1994, al calor del alzamiento del EZLN, encabezó el primer retorno de protestantes chamulasų espera que el próximo gobernador llame a los grupos en pugna a que firmen un acuerdo y quien no lo respete que vaya a la cárcel.

El alcalde chamula, Díaz López, cree en cambio, que firmar un acuerdo de reconciliación, ''es algo difícil porque no hay una fórmula especial para controlar a San Juan Chamula, desde su fundación en 1521 a 1524 y hasta el momento ha sido un pueblo, dentro de su ignorancia también, respetuoso, institucionalista y respetado de acuerdo a sus usos y costumbres. Creo que realmente nadie puede cambiar lo que es costumbre y la tradición''.

Dice que los usos y costrumbres los protege la ley, pero acepta que "a veces la rebasan". Confiado, desafía: Nosotros no le tememos a nadie, ni a Dios porque si viene a matarnos es que nos vamos a morir todos, no le tememos a nadie. Somos respetuosos del criterio de Pablo Salazar y queremos que él sea muy respetuoso con los usos y costumbres; eso es la paz y la vía legal para el futuro de Chiapas".