MARTES 5 DE SEPTIEMBRE DE 2000
* Datos de 15 millones de mexicanos en Renave, posible botín para espionaje
Descarta De la Rúa tratar aquí el caso del ex marino
Stella Calloni, corresponsal, Buenos Aires, 4 de septiembre * Antes de partir hacia México, el presidente argentino, Fernando de la Rúa, advirtió que no se propone tratar en ese país el tema de la detención del ex marino Ricardo Miguel Cavallo, quien es requerido por la justicia española, mientras el ministro de Defensa, Ricardo López Murphy, fue claro al afirmar que existe un apoyo ''total'' a los principios de territorialidad y cosa juzgada.
Organismos de derechos humanos deploraron las declaraciones de De la Rúa y López Murphy, y patentizaron su respaldo a los hijos de desaparecidos que viven en México, y que anunciaron movilizaciones y la entrega de una carta al mandatario argentino para exigir justicia. En una entrevista que publica el diario La Nación, López Murphy enfatizó que ''hacia el pasado nosotros vamos a defender el marco jurídico sobre el cual construimos nuestra transición democrática''.
Se refería a la salida que encontraron los gobiernos de Raúl Alfonsín y de Carlos Menem, el primero con el voto del Congreso, de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final (1997), y el segundo con los decretos de amnistía en 1990, con lo cual los responsables de delitos de lesa humanidad y genocidio durante la pasada dictadura militar gozan de impunidad aquí.
Según el ministro, Argentina resolvió el grave tema de las violaciones a los derechos humanos siguiendo ''criterios propios'', lo cual ųsostienen organismos humanitariosų ''fue no sólo una solución rechazada por todos, sino que sus consecuencias son nefastas para el país, y decenas de ex represores de la pasada dictadura han estado envueltos en casos de corrupción, crímenes y mafias''.
López Murphy se amparó en el hecho de que esto ha sido decidido en el marco del Mercado Común del Sur (Mercosur). ''Hubo dos declaraciones de los presidentes sobre esta temática, forma parte de nuestras decisiones de territorialidad y nuestra soberanía'', dijo. Añadió que ''los hechos, por desgraciados que sean o hayan sido, ocurrieron en nuestro territorio y deben ser juzgados de acuerdo con nuestro derecho penal y con las decisiones que se tomaron''.
Por su parte, familiares de desaparecidos opinaron: ''No puede ser que nos transformen en rehenes de los asesinos del pasado''.
En tanto, voceros de prensa de la Marina dijeron a La Jornada que las versiones sobre un supuesto viaje del jefe del Estado Mayor de la Armada, Joaquín Stella, acompañando al presidente, y para dar apoyo a Cavallo, eran falsas y que el marino ''está atendiendo aquí cuestiones protocolares''.
Por su parte, abogados de ex miembros de las fuerzas armadas solicitarían al Ministerio de Justicia que proporcione las listas de militares requeridos en el exterior por graves violaciones a los derechos humanos, ante el temor que cundió por la reciente detención del ex mayor Jorge Olivera, en Roma, y Cavallo, en México.
Si la saga de la temible historia de Cavallo ųconocido en el centro clandestino de detención como Sérpico, Marcelo o Ricardo por sus víctimasų no tuviera ya demasiadas aristas, las versiones sobre sus contactos con la CIA estadunidense están aquí a la orden del día.
Aunque era lógico suponer esta asociación, porque lo mismo sucedió con varios ex represores convertidos en espías de esa agencia estadunidense, se menciona que la detención de Cavallo pudo también ocurrir como una respuesta del Departamento de Estado a la negativa de la CIA a abrir los archivos de la guerra sucia en Argentina, compromiso que asumió la secretaria de Estado, Madeleine Albrigth, a su paso por Buenos Aires. El director de la CIA, George Tenet, se niega a desclasificarlos, según señala Ana Barón, corresponsal de Clarín en Washington, mientras que la revista Tres Puntos especula que Albrigth mandó un ''mensaje'' directo al funcionario, poniendo el dedo sobre Cavallo en México, ante lo cual la Interpol actuó a pesar de que tenía datos desde hace tiempo.
La apertura de los archivos de la CIA podría poner a esa agencia en graves aprietos, porque no sólo revelaría hechos ocultos del oscuro y trágico pasado, sino implicaría a sus agentes locales con la represión, la corrupción y el crimen. ''Cavallo era un outsider bananero en los pliegues de la inteligencia norteamericana, cuyo mérito fue disponer de un inapreciable banco de datos muy caro a cualquier organización de espionaje. Como director de una empresa privatizada, podía meter su nariz en la identidad de 15 millones de mexicanos que poseen automóvil, acceder a registros domiciliarios, teléfonos, tarjetas de crédito, ocupaciones etcétera'', sostiene el periodista Luis Sicilia.
Pero Cavallo, como supuesto agente de la CIA, también tenía en sus manos los microfilmes de los archivos de la Esma. El ex detenido Víctor Basterra, quien posibilitó la rápida identificación del marino, ya que guardaba la copia de un documento con todos sus datos en la época en que conformaba los Grupos de Tarea de la Esma, dijo durante los juicios a las Juntas, en 1985, que este oficial manejaba un sofisticado equipo de microfilmación y un gran módulo de archivos con cajones numerados.
Aunque en octubre de 1983 se quemaron algunos archivos, ya un año antes había comenzado a funcionar un equipo sistematizando toda la información para microfilmarla. Asimismo, por estos documentos también se plantearon diferencias entre el Servicio de Información Naval y el Grupo de Tareas GT3 /.2 (el GT1 era del ejército, el GT2 de la aeronáutica), y que desde la época de la dictadura chocaron en diversos frentes. De esos tiempos también datan las asociaciones del GT 3. 3/2 con personajes como el subcomisario Roberto Francisco González (Gonzalito), socio en negocios oscuros del general Albano Harguindeguy, cuando era jefe de logística del ejército. Ya existían vínculos empresariales que se desarrollaron con el tiempo y por ejemplo González, el amigo del GT vinculado en el área ''equipamiento'', trabajaba con grupos de empresas de José Rafael Trozzo, presidente del Banco de Intercambio Regional.
En relación al tema del ''botín de guerra'' logrado por el Grupo de Tarea de la Esma, calculado en más de 70 millones de dólares, un ex detenido relató en 1985 que Pablo González de Langarica ''compró'' la vida de su esposa y una hija entregando un millón 300 mil pesos que guardaba en Europa a los grupos de la Esma, donde Cavallo tenía un cargo clave.