MARTES 5 DE SEPTIEMBRE DE 2000

* Recibirá este mes el homenaje del Instituto de Cultura de la Ciudad de México


Buscar mundos imaginarios es mi aliento vital, dice García Ponce

* La literatura toma el caos de la realidad para transformarlo en orden, afirma el escritor

* Tres voces, libro que incluye ensayos del autor de La presencia lejana y Encuentros

Miryam Audiffred * El mundo en el que habita el escritor Juan García Ponce es un universo pequeño, cerrado y cada día más profundo. Vive en una casa del barrio La Concepción, de Coyoacán, en compañía de unos cuantos temas ųel amor, la soledad, la infancia y el deseo de transgredir el orden establecidoų y con la total certeza de que ''la literatura tiene el poder de tomar el caos de la realidad para representarlo de tal manera que se convierta en orden".

Nació en Mérida, Yucatán y está a dos años de alcanzar las siete décadas de historia. Tiene cerca de medio centenar de libros escritos y, este mes, recibirá el homenaje que el Instituto de Cultura de la Ciudad de México (ICCM) ha organizado para él. Si bien está ''emocionado" por las actividades preparadas para celebrar su trayectoria como escritor y crítico literario ųcarreras de largo aliento que comenzaron en 1956 con la puesta en escena de El canto de los grillosų, García Ponce sabe que los actos por venir no son el reconocimiento ideal.

Los reconocimientos perfectos

'deben ser póstumos''

''Los homenajes perfectos deben ser póstumos", dice con una sonrisa en el rostro y una gran dosis de buen humor.

''Me parece que a este homenaje se le puede aplicar el título de un libro de Robert Musil: Obras póstumas publicadas en vida".

Autor de textos como La presencia lejana (1968), La vida perdurable (1970) y Crónica de una intervención (1982), este hombre de prosa densa acostumbrado a narrarlo todo en primera persona confiesa que ha pasado su vida dándole libre vuelo a la imaginación.

''Quizás, no he buscado más que mundos imaginarios ųcomenta el ensayista y dramaturgoų. Pero esa es la gran búsqueda de todo ser humano porque si de niño uno persigue los mundos imaginarios, de adulto son imaginarios todos nuestros mundos".

En el caso de Juan García Ponce, la lectura y la escritura han sido pieza fundamental para mantener con vida la fantasía. Y es que, ''por la misma naturaleza de su oficio, por el carácter particular, extraño y fuera de lo natural de éste, el escritor está acostumbrado a un doble juego".

Octavio Paz llegó a escribir que para el escritor yucateco ''la mirada es la reina de los sentidos". Tal vez por eso, las historias de este voraz lector se concentran en lo carnal y lo erótico y culminan, muchas veces, en lo perverso. Es más, la mirada o el voyeurismo ha sido siempre uno de los temas afines al eros concebido en el trabajo literario del creador de Encuentros (1971).

Por muchos años, el autor de La noche (1963) mantuvo la conciencia de que ''uno encuentra los libros en el momento que los necesita por el camino de la casualidad". Así lo escribió en su temprana Autobiografía (1965) y el tiempo lo ha hecho cambiar de opinión. ''A estas alturas tengo tanto que releer que no puedo pensar en autores nuevos", expresa.

Millones de cosas han pasado desde que el Juan García Ponce adolescente instaló un estudio en la azotea de su casa y retrasó varias horas una salida a Acapulco para terminar el Doktor Faustus, de Thomas Mann. También ha quedado atrás el joven que en el 68 fue vejado por gendarmes que lo confundieron con un dirigente estudiantil y, no obstante el tiempo transcurrido desde entonces, el García Ponce de hoy mantiene la voracidad de siempre. De hecho, este jueves será presentado el libro Tres voces que reúne, en 400 páginas, sus ensayos escritos en torno a la labor literaria de Heimito von Doderer, Robert Musil y Thomas Mann.

Introductor del pensamiento de Musil en lengua española, el Premio Anagrama de Ensayo 1981 escribió que ''uno nunca es digno de los autores que ama. Pero eso no anula el placer de expresar ese amor con la máxima claridad que se puede alcanzar".

Biografía de ideas

Nadie duda de que García Ponce es un hombre honesto y, aunque ha repetido algunas cosas ųcomo reprobar dos veces segundo de secundariaų asegura que no escribirá un libro más sobre su vida.

''Los datos de mi autobiografía temprana son reales ųbromeaų. Sé que nací el 22 de septiembre de 1932 ųde chico me lo dijeron mis padresų y que insisto en los errores, pues he estado casado dos veces, pero el segundo error fue acertado.

''Además, sé que tengo como vicio la saludable tarea de ver cuadros, leer libros, escuchar música y conocer mujeres."

Añade que ha metido tantas cosas personales en sus libros que ya no tiene caso escribir otra autobiografía. ''Los datos auténticos que los busquen los críticos", concluye.

Pero hay algo que prefiere enfatizar: ''Me gustaría que mi obra, cualquiera que sea su posible valor, sea vista como una especie de biografía de mis ideas, sin darles mayor importancia a los géneros''.

Se trata de una idea de Robert Musil, aclara entre risas. ''Me la plagié rigurosamente".

(El libro Tres voces se presentará este jueves, a las 19:00 horas, en la Casa de la Cultura Jesús Reyes Heroles, con la participación de Adolfo Castañón, Jorge Volpi, Javier García Galiano y Christopher Domínguez Michael.)