MIERCOLES 6 DE SEPTIEMBRE DE 2000

* Glosa del Sexto Informe en el Senado


Yerros e ineficiencias en el último año de Zedillo, reconoce el PRI

* El conflicto en Chiapas, herida abierta, dijo Gutiérrez Barrios

Andrea Becerril * Acorde con la nueva coyuntura, la fracción del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el Senado de la República no salió ya a defender con todo la política presidencial, como lo hizo en las últimas décadas; incluso, durante el comienzo de la glosa del sexto Informe de Ernesto Zedillo su postura fue reconocer ''yerros e ineficiencias'' en el último año de labores del Ejecutivo federal.

El senador Fernando Gutiérrez Barrios definió como ''heridas abiertas en la conciencia nacional'', situaciones ''como el conflicto chiapaneco y los hechos violentos de Acteal, Aguas Blancas y Chimalhuacán''. Encargado de exponer en tribuna la postura del PRI, advirtió que ''hay problemas sin resolver, interrogantes, actos de violencia, corrupción e impunidad'', que deben revisarse ''sin propósito de venganza, pero sí de justicia''.

Formato distinto para el análisis del último Informe de gobierno de Zedillo y una primera sesión light fue la característica del comienzo de trabajos en el Senado de la República, con el análisis de la política interior.

Pese a los fuertes cuestionamientos del PRD --''este sexenio se destaca como uno de los más violentos y sangrientos de los últimos años'', advirtió el michoacano Serafín Ríos--, los legisladores del tricolor no le entraron a fondo al debate, y el PAN trató de marcar distancia frente a Zedillo, luego de las muchas críticas por los aplausos blanquiazules al Ejecutivo hace cinco días en San Lázaro.

Los únicos priístas que trataron de reivindicar la labor de Zedillo fueron Martha Tamayo, Fidel Herrera y David Jiménez, pero lo hicieron de manera tibia frente al nuevo reconocimiento que hizo al Presidente el llamado ''niño verde''.

Al definir en tribuna la postura de su partido, el Verde Ecologista, Jorge Emilio González Martínez repitió el discurso del día primero, e insistió en el ''agradecimiento'' al Ejecutivo federal. ''Es imposible no reconocer al actual presidente Ernesto Zedillo como un presidente que se comportó a la altura de los acontecimientos'', reiteró el joven de 28 años, que no tardó mucho en abandonar la sesión acompañado de casi toda la fracción parlamentaria que liderea, es decir, de las otras tres senadoras verdes. Sólo quedó en el salón de sesiones Sara Isabel Castellanos.

De hecho, en esta primera sesión de la Cámara de Senadores después de la instalación de la 58 Legislatura, faltaron diez senadores y al final ya eran muchos los escaños vacíos.

Fue una sesión en que, más que el debate, impactó el desvanecimiento del senador del PRI, Joel Ayala Almeyda, dirigente de los trabajadores al servicio del Estado, quien sufrió un choque hipoglucémico y estuvo inconsciente algunos minutos en el recinto senatorial --se recuperó después en la enfermería.

Grandes retrocesos en materia social

El perredista Demetrio Sodi lo dijo muy claro desde el comienzo. ''Los tiempos en que en el Congreso la glosa del Informe era simplemente una defensa a ultranza por parte del partido en el gobierno, y una descalificación también en ocasiones a ultranza por parte de la oposición, creo que tienen que quedar atrás''.

A nombre del PRD, Sodi sostuvo que no puede negarse que ha habido avances políticos y a nivel macroeconómico, ''pero tampoco pueden ocultarse los grandes retrocesos en materia social, en materia de seguridad y el clima de violencia que ha vivido el país en muchas regiones''.

Recalcó que Zedillo faltó a su palabra en Chiapas al no cumplir los acuerdos de San Andrés, que no se avanzó en los grandes temas de la agenda política, y hay expedientes abiertos como los de Aguas Blancas, El Charco, Acteal y Chimalhuacán, que no puede permitirse que queden en la impunidad.

Acción Nacional, por conducto de Javier Corral, marcó una postura distinta a la del primero de septiembre en San Lázaro. La bancada blanquiazul que liderea Diego Fernández de Cevallos advirtió que el reconocimiento a los resultados del 2 de julio no son resultado de la voluntad presidencial, sino lucha ciudadana de medio siglo.

''No estamos recibiendo el país que describió el presidente Zedillo en su mensaje del primero de septiembre'', agregó el senador del PAN, que habló también de expedientes abiertos como el de Chiapas, toda vez que en los últimos seis años ''las acciones del gobierno han buscado aislar y luego asediar al grupo alzado''.

Corral agregó que el PAN hace votos ''por preservar lo mejor de nuestro Ejército nacional, de nuestras fuerzas armadas y contribuir a que su prestigio y su integridad sean siempre un orgullo nacional''.

En su intervención, Gutiérrez Barrios advirtió que el Ejército Mexicano ''se ha caracterizado siempre por su institucionalidad, su lealtad y su prestigio como órgano de defensa de la integridad, la soberanía de la nación, en el afán de preservar ese prestigio no ha tenido inhibición alguna para dar a conocer públicamente los errores cometidos por algunos de sus miembros''.

Su discurso se centró en la necesidad de admitir errores, pero también reconocer aciertos, y advirtió que frente a la violencia, el narcotráfico, la corrupción, la desigualdad social y los problemas económicos y financieros que debieron padecer los mexicanos, ''se ha preservado la estabilidad política, la paz social y el estado de derecho''.

El político veracruzano advirtió también que el cambio no se reduce al remplazo de partidos o de personas en la conducción política del país y ''se hace necesaria la reconstrucción de un pacto social incluyente, abierto, tolerante y sujeto al escrutinio permanente de la opinión pública''.

El perredista Serafín Ríos formuló otra advertencia a los panistas: ''Los aplausos de quienes hoy toman la estafeta a la actual administración, sí me dan frío, por lo que esto representa en la continuidad de las desigualdades internas y la sumisión política al exterior''.