SABADO 9 DE SEPTIEMBRE DE 2000
Ť Abandonó el Congreso de Zacatecas protegido por diputados perredistas
Fuertes críticas a Ricardo Monreal al presentar su informe de gobierno
Ť Conatos de bronca y confrontaciones verbales entre diputados del PAN, PRD y PT durante la sesión
Alfredo Valadez Rodríguez, corresponsal, Zacatecas, Zac., 8 de septiembre Ť El gobernador Ricardo Monreal Avila entregó por escrito su segundo Informe de gobierno a la legislatura local entre fuertes críticas que le obligaron a abandonar el recinto legislativo resguardado por diputados de su partido, el de la Revolución Democrática.
De allí, el mandatario se dirigió al teatro Ramón López Velarde donde leyó su mensaje político -transmitido en cadena estatal de radio y televisión- ante alrededor de 2 mil personas, entre éstos Cuauhtémoc Cárdenas, Amalia García y el senador priísta Genaro Borrego Estrada y durante más de dos horas.
Antes, la sesión del Congreso del estado se había prolongado más de la cuenta en medio de confrontaciones verbales entre legisladores del PRD, PAN y PT, donde imperó la descalificación personal; con varios conatos de enfrentamiento físico, así como la protesta de la diputada perredista Edith Ortega González, quien se ubicó en el centro de la sala de sesiones del Congreso del estado en huelga de hambre.
Después de múltiples gritos de bancada a bancada y retos para comprobarse la honorabilidad, finalmente tocó el turno al PRI de dar lectura a la postura de su fracción que, en voz de Juan Pablo Ramírez Figueroa, descalificó la gestión de Ricardo Monreal.
Cuando concluyó el priísta, la mesa directiva llamó a receso mientras una comisión de cortesía acompañaba al gobernador al recinto. Cuando éste llegó, el clima se enrareció aún más. Monreal pasó de largo a la diputada en huelga de hambre, saludó rápidamente al presidente de la mesa y demás legisladores desde tribuna y entregó su informe por escrito. Tomó asiento para escuchar la respuesta, por parte del panista Arturo Ramírez Bucio.
Los ánimos se volvieron a encender cuando Ramírez Bucio criticó al mandatario zacatecano al aseverar que en su administración ha incurrido en actos de "corrupción, compadrazgo, nepotismo y amiguismos, por lo que tenemos un estado de derecho endeble".
Nuevamente los gritos y manoteos surgieron entre los diputados de las fracciones del PAN y PRD -que son vecinos de curul- porque los perredistas no reconocían la postura como del grueso de la legislatura. Monreal miraba atónito el escenario, sonreía, se tapaba la boca con la mano y fijaba en instantes la mirada al vacío del recinto.
Cuando finalizó la respuesta al Informe, el panista Leonel Cordero Lerma le reclamó desde su curul a Monreal haber faltado a su palabra de estar presente desde el principio para escuchar las posturas partidistas.
Monreal se levantó de su asiento, tomó el micrófono y apuntándole con el índice le reto a debatir "lo que quieras diputado, donde quieras, a la hora y día que quieras, no tengo nada qué ocultar". Habilidoso el panista espetó: šHoy!, šHoy!, lo que el mandatario tomó a broma y repitió con sonrisa šHoy!
Antes de retirarse del recinto, resguardado por los perredistas, Monreal declaró a la prensa sobre el desorden "pues es normal; son de las situaciones inéditas que privan en el país" y dejó entrever la posibilidad de que todo ese escenario, pudiera haber sido orquestado por el gobierno federal para cobrarle la factura de la marcha que realizó a Los Pinos.
Se difirió una hora el inicio de la sesión del Congreso
La mesa directiva encabezada por el panista Arturo Ramírez Bucio difirió una hora la apertura de la sesión en la que presentaría Ricardo Monreal su Informe de gobierno ante la escasa concurrencia, donde los legisladores y medios de comunicación fueron los únicos presentes.
Al principiar la sesión, el diputado petista Reginaldo Flores Sandoval calentó el ambiente al cuestionar la labor realizada por Monreal, a lo que legisladores del PRD descalificaron con chiflidos. Demandó al gobernador "no maquillar una realidad que día con día nos empobrece"
Luego, la fracción del PAN, en voz del diputado Leonel Cordero Lerma, lamentó la ausencia de Monreal a la vez que a nombre de su partido respaldó a la legisladora perredista en huelga de hambre.
En ese instante, el diputado petista Teodoro Campos respaldó desde su curul el apoyo a la diputada y de inmediato se le echaron encima los perredistas, encabezados por Javier García, en una discusión que subió de tono hasta que Campos y García se confrontaron verbalmente.
-ƑTú qué apoyas?, si eres un vendido como ellos, hijo de Fox -espetó el perredista
-A mí no me callas, primero deberías aprender a no andar de arrastrado con el ejecutivo, Ƒcuánto les está dando Monreal por taparlo? -reviró el petista.
Cordero Lerma continuaba la lectura de su texto denunciando que: "la Auditoría Mayor del Estado confirmó que el gobierno le debe a los municipios más de 50 millones de pesos, sin contar intereses; ése es un atentado contra el federalismo y al ejecutivo estatal no parece preocuparle ese dictamen".
-šFalso!, šes falso! -a gritos interpelaron los diputados perredistas, generando un desorden tal, que el presidente de la mesa ordenó un receso.
Minutos después se reanudó la sesión, pero el desorden que imperaba ya no se detuvo. Los perredistas planteaban que el tiempo del panista en tribuna había concluido, pero el presidente de la mesa no les hacía caso.
En su oportunidad la bancada perredista, en voz de Eduardo Hiriart anunció que no daría lectura a la postura de su fracción "porque consideramos que la legalidad de este recinto y de este poder está completamente violentado". Y bajó de la tribuna.
Para ese momento, había surgido ya otro encendido conato de bronca entre el panista Leonel Cordero y el ex priísta Rafael Candelas Salinas, quien desde su curul lo encaró.
-Ya deja tu discurso de descalificación, Ƒcuál es tu altura política?, compórtate conforme a tu investidura -le señaló el ex priísta.
-Tú deja de defender al gobernador, que al cabo ya sabemos que tú serás el próximo alcalde de la capital, eres su delfín -le gritó el panista.
Después de esto, el PRI manifestó su posición y la sesión continuó con el arribo ya relatado del gobernador Ricardo Monreal al recinto legislativo.
Sorpresa en jueves por la noche
La noche del jueves, Monreal Avila se topó con una sorpresiva protesta en la sala de sesiones del Congreso estatal, donde Edith Ortega, acompañada por una decena de barzonistas, se instaló en huelga de hambre por el desacato del gobernador a las recomendaciones que le turnó durante el último año la comisión estatal de Derechos Humanos relativas a indagar y sancionar a policías ministeriales, y a su director Miguel Angel Hernández Muñoz, por su presunta responsabilidad en al menos dos casos de tortura y su supuesta participación en el robo de maquinaria agrícola y ganado.
A pesar de que al filo de la medianoche de ayer el ejecutivo estatal entabló comunicación con la legisladora para ofrecerle iniciar una averiguación que vigilara una comisión legislativa, Edith Ortega no desistió de su movilización, alegando que el mandatario se la ha llevado en puras promesas.
La legisladora se hizo acompañar además de dos ex agentes de la policía ministerial -separados de la corporación por no haber cooperado para un regalo de cumpleaños para su jefe-, quienes confirmaron dos actos de tortura y robo de maquinaria agrícola y ganado en los que se involucra a Hernández Muñoz.
Esto obligó al gobernador perredista a modificar el ofrecimiento que realizó al Congreso del Estado de estar presente desde el momento en que las fracciones partidistas leyeran su postura respecto al informe y de dirigir desde el recinto legislativo su mensaje político a la ciudadanía.
Por la mañana, se informó que Monreal Avila sólo entregaría su Informe por escrito, como constitucionalmente está obligado ha hacerlo, y se retiraría al teatro Ramón López Velarde, donde leería su mensaje.
Antes, en un hotel de la ciudad, investigadores del Centro de Estudios de Opinión de la Universidad de Guadalajara dieron a conocer los resultados de un Estudio de opinión sobre imagen y evaluación de gobierno en el estado de Zacatecas, donde el muestreo de mil 21 personas, realizado en 67 secciones electorales, arrojó que Monreal es "uno de los gobernadores mejor calificados por sus ciudadanos", con 7.8, superior incluso a la popularidad que en sus entidades tendrían Alberto Cárdenas, Roberto Madrazo y Benjamín Canales Clariond.