DOMINGO 10 DE SEPTIEMBRE DE 2000

Ť Inaceptable mantener prácticas contestatarias, dice


Propone Amalia García Medina un pacto para refundar el PRD

Ť La ciudadanía espera que seamos alternativa de gobierno, advierte

Juan Antonio Zúñiga M. Ť La presidenta del Comité Ejecutivo Nacional del Partido de la Revolución Democrática, Amalia García Medina, propuso un pacto a todas las formas de expresión, dirigentes, personalidades y militantes de este instituto político, para discutir a fondo el origen de un nuevo partido que dé lugar a la refundación del PRD.

García Medina realizó un ejercicio de autocrítica ante los consejeros perredistas de todo el país y señaló que en su partido es constante la práctica de afiliación corporativa ''para ganar candidaturas en la competencia interna''; indicó que es anacrónica la idea de colocar al PRD a la cabeza de movimientos sociales en sustitución de los dirigentes de los mismos, y consideró que las prácticas contestatarias, ''que tuvieron justificación en el viejo sistema, hoy son inaceptables''.

En el marco del noveno pleno del cuarto Consejo Nacional, convocado con carácter de urgente, la dirigente perredista abordó directamente, por primera vez desde los comicios presidenciales del 2 de julio, algunos de los factores internos que mayor incidencia han tenido en los magros resultados electorales, en particular, en las recientes elecciones municipales del estado de Veracruz.

Definió: ''Lo que hoy está en juego es la posibilidad de que se construya una fuerza política de izquierda, muy sólida y con capacidad de incidir en los acontecimientos. El 2 de julio en México llegó a su fin un régimen político; pero también nos obliga a los perredistas a reconocer que nuestro partido cumplió un ciclo. Para el PRD se trata del fin de una etapa en la que lo sustancial era derrotar al partido oficial; hoy estamos obligados a transformar radicalmente al PRD''.

Luego marcó distancia respecto de una de las prácticas que caracterizaron a la izquierda mexicana por muchos años: ''Es necesario reconocer que la fuerza de actitudes contestatarias, que tuvieron su justificación por el autoritarismo que se vivió durante décadas, hoy no tienen razón de ser''.

Abundó: ''La ciudadanía espera de nosotros no sólo el ejercicio de la crítica, sino sobre todo la capacidad de recoger sus preocupaciones y esperan verlas convertidas en propuestas; que seamos alternativa política y de gobierno. Los ciudadanos esperan, y nos exigen, que seamos una oposición independiente y al mismo tiempo propositiva''.

Los perredistas escucharon con atención a su dirigente. En esta ocasión no hubo interrupciones ni altercados. Los del sol azteca guardaron silencio y reservaron sus apreciaciones para un análisis político de su situación y la del país, para una discusión privada que se llevó a cabo ayer mismo.

Amalia García desgranó uno a uno el recuento de los daños que el PRD se ha inflingido. Inició con el caso más reciente.

Expuso: "Los lamentables hechos en los que se vio involucrado el diputado Félix Salgado Macedonio, aunque fueron relatados con amarillismo por los medios de comunicación, en una cobertura exagerada y alarmante, son absolutamente inaceptables, porque el fuero tiene que concebirse como la protección absoluta ante las opiniones que emitan los legisladores, pero jamás como un escudo para cometer actos indebidos.''

Y sin mencionar nombres puntualizó: ''Lamentablemente, no es este el único caso en el que algún militante actúa con irresponsabilidad, lesionando con su actuación a la absoluta mayoría de los militantes de nuestro partido, quienes se caracterizan por su generosidad, entrega y dignidad''.

De ahí, la dirigente abordó una de las fuentes de mayores conflictos internos en este partido: ''Ahora, el PRD es una organización diseñada para la confrontación y la disputa, y llegamos al extremo de que, incluso, quienes desean ser delegados deben inscribirse en una planilla como condición para participar en un congreso o en una convención, cuando deberíamos garantizar, en cambio, la existencia de comités de base, y que de ahí surgiera libremente la representación a esos eventos partidarios''.

Inmediatamente pasó a las elecciones en Veracruz, donde el pasado 3 de septiembre el PRD perdió más de la mitad de los municipios que ocupaba. ''Las elecciones internas en ese estado -refirió- devinieron en escándalo y acusaciones que ocuparon por varias semanas los medios de comunicación. Queda claro que mientras no se diriman los conflictos internos en las instancias partidarias, con institucionalidad, y se acuda a la descalificación pública como instrumento para alcanzar posiciones, o revertir resultados electorales (internos), no podremos avanzar en la construcción de una propuesta política que resulte confiable para la sociedad''.

La autocrítica perredista, expuesta ante su máximo órgano de dirección política, abordó un punto que había estado acallado en este partido, y el cual abona elementos para explicar sus derrotas electorales recientes.

Apuntó: ''Hoy el PRD presume de tener dos millones de afiliados, pero sólo obtuvimos seis millones de votos en la elección presidencial; sabemos que se afilia corporativamente y casi sólo para ganar candidaturas en la competencia interna''.

Luego, hicieron uso de la tribuna los coordinadores parlamentarios del PRD en las cámaras de Diputados y Senadores, Martí Batres y Jesús Ortega, respectivamente.

Batres puso el acento en la línea política que normará el quehacer legislativo de los perredistas en San Lázaro. ''El PRD -puntualizó- trabajará sobre la base de su propio programa histórico y con sensibilidad a las demandas de la sociedad''. Y definió que la agenda de su partido en la Cámara de Diputados se sustenta en las 78 propuestas que planteó Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano en su recorrido de campaña.

Jesús Ortega, por su parte, informó que la bancada perredista en la casona de Xicoténcatl enviará ya seis iniciativas, entre las cuales figuran la delimitación del fuero y la propuesta de crear una comisión de transparencia que dé seguimiento a los hechos de impunidad que caracterizaron a los gobiernos priístas.