DOMINGO 10 DE SEPTIEMBRE DE 2000
Ť El reto, mayor igualdad en beneficios: Medina Burgos
Persisten marginación y pobreza entre campesinas que trabajan
Javier Valdez Cárdenas, corresponsal, Culiacán, Sin., 9 de septiembre Ť Alrededor de 12 millones de mujeres mexicanas trabajan diariamente cuando menos 15 horas en actividades agrícolas para asegurar la subsistencia de sus familias; no obstante, con esto no logran salir de la situación de pobreza y marginación en que viven, afirmó Isabel Medina Burgos, directora de Enlace y Operación de la Comisión Nacional de la Mujer.
Durante el Encuentro Regional de Mujeres Rurales, que se realiza en esta ciudad, señaló que según datos de la Encuesta Nacional del Empleo 1997, 17 por ciento de quienes participan en la actividades productivas son mujeres y "a pesar de la importancia de su labor, se les dificulta la adquisición de los recursos y servicios productivos".
Medina Burgos abundó que las mujeres campesinas se ocupan del cuidado de huertas, animales, cosechas, y de comercializar los productos que obtienen de las labores detalladas, pero se minimiza su papel en estas actividades económicas.
"Las mujeres del campo sufren problemas de salud que se vinculan a carencias nutricionales, excesivas cargas de trabajo, embarazos frecuentes y su educación se ve limitada por su marginación socioeconómica y cultural", indicó.
De igual forma, Medina Burgos acotó que ante este panorama, el reto prioritario a asumir en la comisión nacional de la mujer será abatir la desventaja que aún vive su género en el campo, como el acceso desigual de programas de salud, educación, oportunidades laborales y espacios en la toma de decisiones.
Al respecto, la directora del Instituto Sinaloense de la Mujer, Adela Ayón, destacó que con las ponencias del Encuentro Regional de Mujeres Rurales, "se podrá elaborar un diagnóstico de los diversos niveles de marginación, según el área de población donde se ubica la mujer rural".
Mencionó que en Culiacán, el porcentaje de mujeres económicamente activas aumentó de 25 por ciento en 1990 a casi 43 por ciento en el año 2000. Añadió que hace diez años, en municipios de la zona serrana sinaloense, 6 por ciento de las mujeres eran económicamentes activa, "y a la fecha poco han variado las estadísticas, porque el trabajo doméstico y artesanal no se considera productivo".