LUNES 11 DE SEPTIEMBRE DE 2000

 

Ť Samuel Schmidt Ť

PRI vs. PAN en Chihuahua

Hay una gran expectación sobre cómo actuará el gobierno en estos nuevos tiempos mexicanos, de qué manera se manejará el conflicto político y qué tonos tendrá el enfrentamiento entre partidos políticos. Posiblemente Chihuahua sea una vez más el pionero y nos dé una señal sobre el futuro inmediato.

En Chihuahua la alternancia de un gobernador priísta después de un panista interrumpió el proceso de reemplazo de elites. Los panistas habían trabajado para crear una elite económica que desplazara a los priístas y, ya consolidada con su auxilio lanzarse a la conquista de la Presidencia de la República. Para esto utilizaron el aparato de Estado llevándolo inclusive a los límites de la legalidad y hasta más allá. Sin embargo, la democracia los frenó.

El triunfo de Fox plantea la situación peculiar, donde el gobernador puede quedar hecho sandwich. El presidente municipal panista de Ciudad Juárez --que es la ciudad económicamente más importante del estado--, y quien no oculta su deseo de ser gobernador, puede intentar hacer una pinza con el gobierno federal para ahorcar al mandatario estatal, de esta manera desgastaría al PRI --todavía más-- mejorando sus posibilidades políticas. Hasta ahora le ha creado mucha irritación local al gobernador, apostando a que ésta se le revierta en contra al PRI, inflingiéndole una derrota en el 2001 que lo haga perder el control del Congreso.

Una parte de la estrategia en esta pinza puede consistir en el reemplazo de los delegados del gobierno federal en el estado, cuando se acomodaría a los cuadros panistas, atándole las manos al gobernador. Estos funcionarios federales estarán alineados para jugar la sucesión de Ejecutivo, alcaldes y diputados el año entrante. Con esto pondrán una base fuerte para recuperar Chihuahua, pero no solamente distorsionarán las acciones del gobierno, sino que muy temprano el gobierno de Fox se verá involucrado en la lucha por el poder, lo cual tiene el potencial de arrinconarlo y hacerlo que se defina respecto a su distancia al partido. Recuerde usted cuánto daño le causó a Zedillo este mismo tipo de cuestión.

Este es parte del escenario que engloba el enfrentamiento actual entre el gobernador priísta y el alcalde panista, que desde el PAN, como es su costumbre, se ha planteado como una lucha por recursos económicos. El PAN ha puesto la cuestión federalista como un problema de dinero, algo de pesos y centavos, cuánto mando al centro y cuánto me devuelven. No importa la filosofía del sistema fiscal, que es distributiva, el egoísmo va por delante y si mi ciudad produce más, entonces que reciba más.

La polémica es interesante. Ciudad Juárez es la ciudad que más se ha beneficiado con recursos federales como Solidaridad (con Salinas), se lleva la tajada del león en las transferencias federales llamadas Ramo 33 (su parte es superior al resto del estado), recibe más que todo Chihuahua en la partida del prograna de seguridad y en programas específicos, como los recursos producidos por el puente internacional, recibe más de lo que estipula el convenio. Y no está mal que reciba tanto, pero existe la duda sobre qué tanto se ha logrado con este dinero.

Los argumentos panistas son: piden recursos sin etiquetar, o sea para gastar como ellos quieran, lo cual contradice el principio del presupuesto por programas; piden que los fondos se manejen de una manera diversificada, tal y como se hace en el sector privado, lo cual en el gobierno representa el delito de peculado; piden participar en la toma de decisiones, lo cual no está mal, pero se carece de un mecanismo adecuado para que el Estado decida junto con 67 municipios, y si lo hace solamente con uno, claramente cometerá algunas injusticias.

El gobierno estatal reclama que el municipio ha montado campañas de descrédito, criticando todo lo que hace y con poca disponibilidad para colaborar, esto es cierto, aunque hay que anotar que en muchas áreas hay cooperación entre ambos niveles de gobierno, pero la falta de coincidencia se da en temas sensibles donde la publicidad hace un daño desmedido; también critica el incremento en el gasto corriente y la poca inversión en obras públicas, lo cual se ve solamente al recorrer las calles en Ciudad Juárez.

Recientemente se le sugirió a tres regidores del ayuntamiento de Juárez --PAN, PRI, PRD-- que el cabildo marcara las coincidencias con el estado y planteara proyectos de colaboración, pero también allí la polarización partidista lleva a la pasión, donde cada quien defiende a su gallo. O sea que la autoridad política del municipio no tendrá la capacidad de ponerse por encima de la pugna, porque además tienen mucho que ganar en la misma.

Y al parecer esto no terminará, por lo menos hasta las elecciones del año que viene y conforme se acerque la fecha, más caliente se pondrá el ambiente.

Y entonces, si el PRI logra ganar las elecciones, podrá hablar con el gobierno federal de tú a tú, igual que cualquier otro gobernador, pero si el PAN avanza, prepárese para ver tres años muy agitados.

[email protected]