LUNES 11 DE SEPTIEMBRE DE 2000
Ť Dejan el cargo a sus sucesores el miércoles 13
Con chamba segura, 21 de los 66 diputados locales salientes
Ť Aún incierto, el futuro del resto de legisladores de la I ALDF
Raúl Llanos Samaniego Ť Al terminar tres años de gestión, sólo 21 de los 66 diputados locales salientes tienen chamba asegurada para los próximos años; el resto, 45, tiene un futuro que va de la incertidumbre total o la esperanza de algún cargo en los próximos gobiernos federal o local, hasta la posibilidad de regresar a la academia o bien tomarse su año sabático.
Y es que a partir de este miércoles 13 de septiembre los legisladores que formaron la primer Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) tendrán que dejar el paso libre a los nuevos representantes populares electos el pasado 2 de julio, es decir, dejarán de percibir 35 mil pesos mensuales de dieta más los apoyos para asesores, módulos de atención ciudadana y para sus grupos parlamentarios.
Por lo pronto, diecisiete de los diputados salientes que ya tienen asegurado su salario por los próximos tres años, pues alcanzaron un escaño en la Cámara de Diputados, en la de Senadores o bien una jefatura delegacional. De ellos, seis son del PRD, igual número del PAN; dos para el PVEM y otro tanto para el PRI, y un petista. Junto a ellos hay cuatro que ostentan un cargo partidista: Javier Hidalgo y Angeles Correa, en el CEN perredista, así como Eduardo Escobedo y José Alfonso Rivera, en el PRI.
En el otro extremo de la moneda están los priístas, panistas, perredistas o pevemistas que buscaron y no lograron un puesto de elección, los que se sumaron en apoyo a alguna campaña o bien aquellos que en definitiva no buscaron nada, y cuyo futuro económico y político, aun cuando no les quita el sueño tampoco les es indiferente.
Y las expectativas varían. Así por ejemplo, Lucero Márquez, del PRD y ex presidenta de la Comisión de Equidad y Género, ve su futuro "como ama de casa, como madre de familia", no le preocupa la cuestión económica y adelanta que también seguirá trabajando con las organizaciones vecinales. Situaciones más o menos similares tendrá el perredista Ernesto Chávez y el ex petista René Rodríguez, quienes lograron hacer sus "ahorritos" y se dedicarán a ser luchadores sociales. Hay otros como Ricardo Molina y Antonio Padierna, sin ofrecimiento todavía de por medio, aseguran que se dedicará a litigar.
Quienes estarán en el sector privado son Verónica Moreno y Miguel Angel Peláez, quienes adelantan que reabrirá sus negocios, ella su escuela de regularización, él su empresa de materiales de construcción.
Los que irán a la academia son José Luis Benítez, del PVEM, y Francisco Chiguil, del PRD, quienes tienen su plaza de docentes, uno en la Ibero y el otro en la UNAM, aunque le apuesta a ser convocados a un cargo en el gobierno federal y local, respectivamente. "Estoy esperando el llamado de Andrés Manuel López Obrador, pues dijo que tendría a los mejores en su gabinete", ironiza el perredista.
Algunos ven con más claridad en puesto en el sector público, tal como Guillermo Hernández, quien confía que será el próximo director del Instituto del Deporte, mientras que Virginia Jaramillo, promotora de la controvertida Ley de Instituciones de Asistencia Privada, la ubican algunos de sus compañeras como subdelegada en la Cuauhtémoc.
El priísta Jesús Toledano afirma que seguirá trabajando con grupos de discapacitados y a través de la elaboración de proyectos para este tipo de personas podrá financiar su vida futura. Rodolfo Pichardo, del PRD, aprovechará los conocimientos que durante tres años acumuló como secretario de la Comisión de Vivienda y adelanta sus pretensiones de ser asesor de organismos de este sector, como en su caso lo hará Yolanda Tello en una asociación civil de estudio de la problemática de las mujeres.