MARTES 12 DE SEPTIEMBRE DE 2000
Ť Ejerce el mandatario ruso su papel de "accionista mayoritario"
Prohíbe Putin un programa informativo del canal ORT
Juan Pablo Duch, corresponsal, Moscú, 11 de septiembre Ť La primera decisión del presidente ruso, Vladimir Putin, a su regreso de Nueva York, prohibir la salida al aire de un programa informativo semanal en el canal de televisión ORT, confirma que tiene como prioridad mejorar su imagen y, a la vez, siembra serias dudas sobre la estrategia elegida para ello.
Desde el punto de vista formal, censurar el programa de Serguei Dorenko o cualquier otro de la barra de ORT, es una medida inobjetable. El Kremlin no hizo sino ejercer su papel de accionista mayoritario del canal, frente a 49 por ciento de las acciones que Boris Berezovsky delegó en administración a un grupo de intelectuales y periodistas, Dorenko entre ellos.
En el terreno de lo práctico, gracias a la gratuita publicidad, el programa prohibido adquirió amplísima difusión a través de Internet (http://www.dorenko.net es sólo una de las páginas en que está disponible la transcripción completa) y el conductor, convertido en mártir de la libertad de expresión, está causando mucho más ruido -en conferencias de prensa, programas de radio y entrevistas- del que se quiso evitar con la censura.
Además, una vez calentado el ambiente, es muy probable que el programa sea transmitido dentro de unos días en horario triple A en el canal TV6, también perteneciente a Berezovsky.
Visto así, es más lo que Putin puede perder que ganar, a menos que el Kremlin se haya fijado como meta también acabar con la televisión privada en Rusia, sobre todo el consorcio NTV que asume un creciente tono crítico.
Mientras ello no suceda, el efecto de la censura es sólo aparente. El programa de Dorenko es inocuo frente al vendaval de críticas que recibió el domingo Putin en Itogui, el principal programa informativo semanal de NTV, repetido este lunes, y en Kukly, la versión local de la sátira política con muñecos que ridiculizó al presidente al presentarlo, de entrada, grotescamente más pequeño que sus asesores y los demás personajes de la serie.
Sólo ORT y el canal de televisión del Estado RTR ocultaron aquí la torpeza de Putin en la reciente entrevista que concedió a Larry King, periodista estrella de la cadena estadunidense CNN, al responder con un esbozo de sonrisa y un irónico "se hundió", a la pregunta de qué es en realidad lo que pasó con el submarino Kursk, tragedia que costó la vida a sus 118 tripulantes.
La bochornosa escena, que dicho sea de paso no estaba en el programa de Dorenko, fue mostrada a millones de telespectadores por NTV y mereció amplio espacio en la prensa local de este lunes.
El Kremlin, sin proponérselo, propicia una nueva alianza de Berezovsky con Vladimir Gusinski, el dueño de NTV, que no sería la primera vez que releguen a segundo plano antipatías recíprocas en aras de salvar sus intereses económicos.
La cobertura de NTV sobre el caso Dorenko así lo demuestra, de igual manera que el abierto apoyo a Berezovsky en su pugna por ORT, que mereció un programa especial con la participación del magnate como protagonista.
El conflicto entre el Kremlin y Berezovsky por el control de ORT no deja de ser ilustrativo de los vaivenes que marcan el quehacer político en Rusia.
De virtual desconocido, en contados meses Putin se convirtió en el político más popular del país y ganó las elecciones presidenciales, en mucho, debido a que Dorenko, siguiendo la línea marcada por Berezovsky, cubrió de lodo a los rivales potenciales más peligrosos, el ex premier Evgueni Primakov y Yuri Luzhkov, alcalde de Moscú, que acabaron por abandonar la carrera hacia el Kremlin.
El canal NTV, que entonces apostó por Primakov y Luzhkov, no pudo articular una campaña efectiva contra Putin, que hizo de la guerra de Chechenia su mejor bandera electoral.
A cuatro meses de la toma de posesión de Putin, el director de programas informativos de NTV, Oleg Dobrodeiev, es director general del canal de televisión del Estado RTR, Dorenko está en la oposición al Kremlin, su patrón Berezovsky se distanció del primer círculo del poder y encuentra en su antiguo rival, Vladimir Gusinski, su mejor aliado.