JUEVES 14 DE SEPTIEMBRE DE 2000
Ť Encabezó Zedillo la ceremonia por la defensa del Castillo de Chapultepec
Refrendan cadetes su pertenencia a las fuerzas armadas
Jesús Aranda y Víctor Ballinas Ť Las fuerzas armadas ponderan siempre en su actuación la observancia de nuestra Constitución, el estricto apego a las leyes y el respeto a los derechos humanos, convencidas de que el acatamiento a la autoridad civil es un hecho que "las enaltece y, por tanto, fortalece a México".
En representación de los cadetes de las escuelas militares, Ponciano Hernández Martínez señaló lo anterior ante el Presidente de la República, los secretarios de la Defensa Nacional y de Marina, y funcio narios del gabinete que asistieron ayer a la ceremonia por el 153 aniversario de la gesta heroica de los cadetes del Colegio Militar.
Ante el Monumento a los Niños Héroes, donde montaban guardia cadetes en perfecta formación y estudiantes de escuelas públicas de la ciudad de México, Hernández Martínez dijo que la juventud militar reafirma con orgullo su pertenencia a las fuerzas armadas institucionales.
Tomando como referencia la gesta heroica del 13 de septiembre de 1847, cuando el teniente Juan de la Barrera y los cadetes Juan Escutia, Agustín Melgar, Vicente Suárez, Francisco Márquez y Francisco Montes de Oca defendieron con su vida el Castillo de Chapultepec, sede del Heroico Colegio Militar, Hernández Martínez se comprometió, al igual que sus compañeros, a defender la soberanía, la independencia y la integridad del territorio nacional.
Señaló que la epopeya ocurrida durante la invasión de las tropas estadunidenses a México, sirve también para evocar la tragedia que puede sufrir un pueblo cuando se anteponen intereses personales a las elevadas causas de la nación.
Previo a la ceremonia, que fue breve pero majestuosa por su solemnidad, se rindieron honores al presidente Ernesto Zedillo. El jefe del Ejecutivo federal pasó lista de honor a los héroes de 1847, así como al cadete Virgilio Uribe y al teniente José Azueta, quienes en 1914 ofrendaron su vida contra la invasión estadunidense al puerto de Veracruz.
Acompañado por los secretarios de la Defensa Nacional, general Enrique Cervantes Aguirre, y de Marina, almirante José Ramón Lorenzo Franco, el Presidente entregó espadines a seis cadetes de nuevo ingreso al Heroico Colegio Militar para simbolizar su iniciación en la carrera de las armas.
La detonación de una carga de balas de salva en honor de los caídos y el depósito de una ofrenda floral por parte de un cadete de la Heroica Escuela Naval Militar y otro del Heroico Colegio Militar, y otra ofrenda del presidente Zedillo acompañado de los funcionarios de su gabinete legal y ampliado, sellaron la ceremonia con la que empezaron las fiestas patrias.