JUEVES 14 DE SEPTIEMBRE DE 2000

Ť La demanda por Telgua será contra funcionarios, aclara el embajador


Guatemala no cuestiona a Slim

Ť El caso llega a los tribunales donde se exige declarar lesiva la venta de la telefónica

Víctor Cardoso Ť El gobierno de Guatemala no tiene la intención de afectar las inversiones que el empresario mexicano Carlos Slim Helú ha realizado en la telefónica de ese país Telgua, y no se le cuestiona la forma en que adquirió la mayoría accionaria de esa empresa.

Así lo manifestó el embajador de Guatemala en México, Rómulo Caballeros Otero, quien expresó su extrañeza por la publicación de informes que implican a Slim Helú en la ''falta de claridad'' con que se realizó la privatización de Telgua, adquirida originalmente por el Grupo Luca.

Destacó que la demanda presentada por el gobierno del presidente Alfonso Portillo por presuntas irregularidades en el otorgamiento de la concesión de la telefónica son en contra de funcionarios y empresarios que intervinieron en el proceso durante el régimen del ex presidente Alvaro Arzú, y no del empresario mexicano, quien ha comprometido inversiones por 350 millones de dólares.

Afirmó que su país ofrece seguridad y certeza jurídica a la inversión privada y a las inversiones extranjeras, y la confusión generada en el caso Telgua-Slim deteriora la confianza en el gobierno guatemalteco.

En entrevista, Caballeros Otero fue insistente en deslindar a Slim Helú, quien sólo compró acciones de Luca (controladora de Telgua) en el mercado bursátil, y no obtuvo directamente la concesión para operar la telefónica guatemalteca.

Sin embargo, añadió, el proceso de privatización no fue del todo claro y se calcula un quebranto de unos 80 millones de dólares en contra de su país. ''Las investigaciones se centran en el origen de la operación, no en la transacción realizada por el señor Slim en marzo de este año, cuando concretó la compra de Luca y cuando entra a salvar a una empresa que tenía falta de liquidez para pagar lo que ofreció por la concesión'', sostuvo.

Por eso, agregó, ''no se cuestiona ni están en riesgo operaciones posteriores (la compra accionaria de Slim) y mucho menos se plantea retirar la concesión''.

Originalmente bajo el nombre de Guatel, la empresa de telecomunicaciones de Guatemala fue privatizada y concesionada en 1998 a Grupo Luca, consorcio formado por inversionistas de ese país y de Honduras, durante el régimen de Alvaro Arzú. Los nuevos dueños decidieron cambiarle el nombre a Telgua.

En 1999 Grupo Luca contrató a Teléfonos de México (Telmex), como operador de Telgua y el 15 de marzo de este año Carlos Slim adquirió la mayoría accionaria de Luca --sin que se hiciera público el monto de la operación-- con lo que aseguró el control de la empresa.

No habrá intervención

Ap, Guatemala, 13 de septiembre Ť Con la presentación de una demanda en contra de los funcionarios que en 1997 desmembraron los activos de Guatemalteca de Teléfonos (Guatel), para convertirla en Teléfonos de Guatemala (Telgua), y así poder privatizarla, el gobierno inició el camino para obtener una indemnización por la venta ''lesiva'' de la compañía de teléfonos.

''Este día cuatro abogados presentaron una demanda para que se declare lesiva a los intereses del Estado la venta de Telgua y nulos los contratos de esa operación'', dijo el presidente de la Sala Primera del Tribunal de los Contencioso Administrativo, Rodolfo de León.

El tribunal tiene de plazo hasta el próximo lunes para decidir si da trámite a la solicitud o si por el contrario la desecha.

En mayo pasado, el presidente de la República, Alfonso Portillo, declaró que la privatización y venta de Telgua, por la que Luca S.A. pagó unos 700 millones de dólares, fue lesiva a los intereses del Estado y que era necesario revisar el proceso.

Luca S.A., un consorcio de empresarios centroamericanos, al no tener capacidad de operar la empresa subcontrató a Teléfonos de México (Telmex), que este año ejerció su derecho de compra de 95 por ciento de las acciones de la empresa.

El lunes, en conferencia de prensa conjunta con el presidente electo de México, Vicente Fox, el presidente Portillo aseguró que no intervendría Telgua y que no afectaría los intereses de Telmex que adquirió la mayoría de las acciones de la empresa privatizada.

El argumento de los abogados se basa en que siendo Guatel la única empresa que ''daba multimillonarias utilidades al Estado'' y por la forma en que se desmembró la compañía para crear Telgua, se incurrió en ilegalidades.