El activista francés José Bové saluda a unos 400 simpatizantes a su salida ayer de una corte de la ciudad de Millau, luego de ser sentenciado a tres meses de prisión junto con otras nueve personas, por haber "desmantelado" un restaurante de McDonald's en agosto de 1999. Bové dijo que el veredicto "no cambia nuestra lucha, que continúa en todo el mundo", contra la globalización y la Organización Mundial de Comercio que, a su juicio, amenazan a los agricultores y ganaderos modestos y la buena alimentación. Bové atacó el McDonald's para protestar contra la decisión de Washington de imponer aranceles a los quesos franceses, en una medida de represalia luego que la Unión Europea se negó a abrir sus mercados a la carne de ganado vacuno con hormonas exportada por Estados Unidos. Desde que comenzó el juicio, el pasado 30 de junio, la pequeña localidad agrícola de Millau se convirtió en lo que la prensa francesa calificó como "la Seattle sobre el Tarn", en alusión a las protestas antiglobalización que sacudieron a esa ciudad estadunidense. (Afp, Ap y Dpa)