JUEVES 14 DE SEPTIEMBRE DE 2000
Ť CIUDAD PERDIDA
Ť Miguel Angel Velázquez Ť
Ť El IEDF, en tela de juicio
Ť Imparcialidad en entredicho
La decisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, justo en términos de ley y, sobre todo en lo que hace al mandato del elector manifestado en las urnas y contrario al acuerdo del Instituto Electoral del DF, abre un nuevo debate sobre la eficiencia y permanencia de quienes fallaron en beneficio de la cláusula de gobernabilidad dentro del organismo.
Lo errores del IEDF se han ido acumulando, desde la falta de capacitación del personal en las casillas, obvio al saber que hubo conteos dobles en la votación, hasta la equivocada percepción o interpretación de la ley por la que obsequiaban a Acción Nacional una mayoría que no habían ganado en la elección, ponen en duda la imparcialidad de algunos de los miembros del instituto.
Ya en este espacio hemos comentado cómo alguno de esos consejeros electorales defendió la aplicación de la cláusula sin saber cuál o cuáles eran los artículos de referencia en la Constitución.
Probablemente el desconocimiento del consejero pudiera ser nada más un olvido lamentable, pero de cualquier forma acusa incapacidades. También me refiero a quienes apuntalaron el fallo del IEDF, pues la decisión rectificada por el TEPJF pone en tela de juicio el carácter de justicia necesario en el TEDF.
Si se viviera en otro país, dirían los clásicos del malinchismo, los votantes esperarían que en un gesto de honor, quienes equivocaron su fallo renunciaran al cargo, pero vivimos en México y seguramente, con mexicana alegría, seguirán en sus puestos.
De cualquier forma, de hoy en adelante siempre existirá una sobra de duda con respecto a las decisiones de este organismo, aunque, como es obvio, Acción Nacional busque su justificación en el descaro de sus intereses.
Y es que la estrategia sandwich de pejelagarto se deshizo, le falta una tapa y el plan desde donde se suponía que el PAN echaría abajo las reformas, buena o malas logradas en este gobierno, no podrá llegar a su happy end.
Tampoco le será fácil al nuevo jefe de Gobierno. La amenaza del contubernio PRI-PAN siempre estará allí, al acecho, sobre todo si se mira a quienes, del Revolucionario Institucional, ocupará las curules de la Asamblea.
Es decir, dos reyes para la reina María de los Angeles Moreno: el rey de los pepenadores, Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, y el rey invasor de predios, repudiado hasta en el propio PRI, Humberto Serrano, y todos ellos encabezados por schiaffinísima persona.
Difíciles, entonces, serán los acuerdos que pudieran darse incluso en el seno del propio PRI, y más difíciles aún los que pudieran darse con el PRD, por ejemplo. De esa manera, la tarea de la coordinadora del PRI será, si no imposible, casi heroica.
Por su parte, el PRD habrá de encarar a dos viejos enemigos políticos, Cuauhtémoc Gutiérrez y Armando Quintero, quienes se han dicho en epistolares discusiones hasta de lo que se van a morir.
Allí, según esta historia, no podrá haber acuerdos y Quintero tendrá que tejer las alianzas sin contar con el rey de la basura, quien por otro lado presionará, o mejor dicho tratará de chantajear, a María de los Angeles con el argumento de sus inversiones en las campañas priístas de la pasada elección, según se dice en el propio PRI.
Por cierto, hasta hace muy poco tiempo, antes de la decisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, entre algunos priístas existía la idea de denunciar y hacer explícita su postura con respecto de quienes se quedan con el PRI DF.
Todo hace indicar que no habrá tal y que el conformismo llegó al PRI como la resignación de un mal incurable. Lo lamentamos profundamente y ni modo. La batalla se perdió, pero también la guerra.
Jusidman dice NO
La secretaria de Desarrollo Social, Clara Jusidman, rechazó la propuesta de Andrés Manuel López Obrador para seguir en su cargo y, además, no quiere estar dentro del gabinete del próximo jefe de Gobierno.
Sin embargo, la impecable funcionaria ha hecho saber a López Obrador que no abandona el barco. Su experiencia será aprovechada desde alguna asesoría para el gobierno que viene.
No se sabe cuáles son los motivos de Jusidman para no seguir en el cargo ni dónde estará su lugar, pero dijo no a la oferta y, según se cuenta, no es la primera en rechazar un puesto dentro del gabinete.
Hay quienes lo piensan en términos de costos políticos, pero existen otros que al saber de los bajos salarios prefieren dedicarse a sus profesiones o a sus negocios. Claro, en ninguno de estos casos se encuentra Clara Jusidman.