VIERNES 15 DE SEPTIEMBRE DE 2000
Ť Alianza entre líderes patronales y de empleados
Promoverán cambios en la política migratoria de EU
Ť Como Fox, plantean ingreso temporal de más mexicanos a ese país
Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 14 de septiembre Ť Una poderosa coalición de líderes empresariales en este país se está aliando con agrupaciones laborales y de inmigrantes para promover cambios fundamentales en la política nacional de migración, los cuales, según dirigentes patronales y analistas, coinciden con algunas propuestas hechas por Vicente Fox, presidente electo de México.
Se da casi por descontado que con la decisión de algunas de las agrupaciones empresariales más poderosas del sector de servicios --los empleadores más grandes del sector privado aquí-- para promover esas modificaciones se libre un gran debate el año entrante, especialmente si la economía entra en auge.
La Coalición de Inmigración de Trabajadores Esenciales, agrupación empresarial, no está de acuerdo con todas las demandas de sindicatos y grupos de derechos de los migrantes, pero todos en esta alianza emergente consideran que la actual política del sector no beneficia a la economía estadunidense.
Dicha coalición patronal promueve un incremento sustancial en el número de trabajadores de baja capacitación --y estancia temporal-- que son autorizados a ingresar al país y, junto con los sindicatos y los grupos de inmigrantes, está a favor de una amnistía general para los indocumentados empleados en esta nación.
La agrupación empresarial y algunos de los líderes laborales consideran que podrían tener un aliado en Fox, quien ha propuesto un aumento, en el corto plazo, de la cantidad de mexicanos que son autorizados a ingresar a trabajar.
Sin embargo, empresarios, dirigentes sindicales e incluso grupos defensores de derechos de los inmigrantes advirtieron que nadie en este país está preparado aún para discutir la propuesta de largo plazo de Fox sobre libre circulación de trabajadores en América del Norte, pues las palabras "fronteras abiertas" espantan a varios sectores claves.
La disposición de estas fuerzas de proponer cambios radicales en la política migratoria marca un cambio enorme en relación con la del gobierno de Bill Clinton y la del Congreso, controlado por los republicanos durante gran parte de la última década.
"Las circunstancias del debate sobre la migración en este país habían cambiado de forma dramática para fines de 1998", señaló Demetrios G. Papademetriou, el experto sobre políticas de inmigración del Carnegie Endowment for International Peace.
El reconocido analista, quien fuera alto funcionario dedicado a asuntos de migración en el Departamento de Trabajo durante la administración de George Bush, agregó que el gobierno actual de México falló en tomar ventaja de ese cambio en la dinámica política interna estadunidense.
"El gobierno mexicano fue perezoso en su análisis de lo que estaba ocurriendo en Estados Unidos y su relevancia en torno a la migración como un asunto político negativo", aseveró en entrevista con La Jornada.
Expresó que no fue aprovechado el auge económico sostenido, que ha reducido la tasa de desempleo y ha incrementado la demanda de mano de obra a niveles sin precedente.
Agrupaciones empresariales representantes de las industrias hoteleras, constructoras, restauranteras y de servicios de salud conformaron en forma reciente la Coalición de Trabajadores Esenciales, precisamente para responder a estos cambios en la economía estadunidense.
John Gay, copresidente de la coalición, declaró a La Jornada esta semana que los expertos que trabajan para las agrupaciones patronales calculan que en los próximos años habrá por lo menos 5 millones de empleos en Estados Unidos que no podrán ser ocupados por la fuerza laboral disponible aquí en la actualidad.
Por ello, la agrupación se prepara para promover un esfuerzo enorme tendente a obtener una nueva categoría de visas que cada año permitan el ingreso legal temporal de 200 mil a 300 mil trabajadores de baja capacitación.
El grupo favorece que por lo menos un porcentaje de aquéllos sea finalmente autorizado a obtener la residencia permanente. "No está dentro de nuestro interés como empleadores ver que la gente se vaya después de tres años", expuso Gay, quien también representa a la asociación nacional hotelera.
El sector de servicios, añadió, ha descubierto que tiene un interés común con los sindicatos y los grupos de derechos de los migrantes en torno a este asunto.
"Esperamos trabajar el año siguiente con los grupos laborales y los que abogan por los inmigrantes sobre una reforma completa de las políticas de inmigración."
La coalición incluye a empresas que de manera colectiva emplean aquí a más de 12 millones de trabajadores.
Los planteamientos anteriores son bienvenidos para Eliseo Medina, vicepresidente nacional del Sindicato Internacional de Empleados de Servicios (SEIU, por sus siglas en inglés), con 1.4 millones de agremiados y que también promueve un cambio fundamental en las políticas de inmigración.
"Cada día la alianza (a favor de un cambio en la política migratoria) se está ampliando. Ya no es cuestión de si podremos tener éxito o no, sino cuándo", manifestó en entrevista con La Jornada. "Nuestro interés es obtener un programa de legalización más amplio para todos los que se encuentren en este país".
El SEIU y el Sindicato de Empleados de Hoteles y Restaurantes (HERE) han tenido éxito al presionar a la central obrera AFL-CIO para que ésta se pronuncie a favor de una amnistía para todos los trabajadores indocumentados.
"Habrá una presión enorme para hacer algo sobre los asuntos de migración a principios del año entrante", afirmó Papademetriou. "Parte de la presión será ejercida por la comunidad empresarial, el sector de servicios que reconoce que necesita más gente".
El experto de Carnegie Endowment considera que las propuestas del presidente electo de México podrían ser muy importantes; argumentó que éstas ya han tenido un impacto significativo sobre este debate. "Fox ha logrado darle forma a una gran parte de la agenda".
Pero advirtió que el guanajuatense también perdió un poco de terreno durante su reciente gira a Estados Unidos, porque no logró mantener el control de su mensaje.
Señaló que algunos reportajes en el Washington Post y en el programa de noticias de la televisión pública The Lehrer News Hour, durante la visita a Washington del futuro jefe del Ejecutivo mexicano, definieron la propuesta casi exclusivamente en torno al concepto de "fronteras abiertas", lo cual finalmente alarmó a diversos personajes.
Opinó que las propuestas foxistas más sutiles de corto plazo, que invitan a examinar con otro lente el tema de la inmigración, capturaron la atención de algunos políticos.
"En mis conversaciones con gente de la Casa Blanca y del Departamento de Estado, así como con funcionarios de Servicio de Inmigración y Naturalización, hay una percepción emergente de que esta es una conversación que deberá darse, tal vez más pronto que tarde."
Más allá del gobierno estadunidense, John Gay afirmó que la propuesta de Fox de "fronteras abiertas" sí "espantó a mucha gente", pero aclaró que sus planteamientos a corto plazo están "exactamente en la misma línea de lo que tenemos que discutir (...) Nosotros tenemos los empleos, ellos tienen la mano de obra".
Eliseo Medina también externó que a su sindicato le gustaría discutir más a fondo las propuestas de Fox.
La interrogante es cómo se podrán conjuntar las propuestas. Papademetriou opina que los dos candidatos presidenciales principales se encontrarán bajo presión para abordar el tema de la migración y que, sin importar quién gane la elección, este tema estará sobre la mesa.
"George Bush será mejor en términos de más inmigración permanente y temporal, pero será más difícil en torno a la amnistía. Al Gore será al revés", resumió.
El debate del año entrante dependerá, en parte, de quién gane la elección, pero también del grado de consenso que obtengan los grupos empresariales, laborales y de migrantes y, en gran medida, de las condiciones de la economía. Pero ahora, dice Papademetriou, también dependerá del presidente electo de México. "El mensaje de Fox ha tenido un impacto", subrayó.
"Hay cierta coincidencia entre lo que Fox está planteando en torno a un nuevo programa amplio de inmigración y lo que los hombres de negocios están poniendo sobre la mesa para permitir el ingreso de un número sustancial de trabajadores."
Pero advirtió: "Fox debe tener cuidado de que la gente no lo caracterice como un acelerado".