VIERNES 15 DE SEPTIEMBRE DE 2000

Ť La industria eléctrica debe quedar en manos del gobierno, dicen a Téllez


Pemex no se vende: diputados

Ť Cuestionan al secretario por responder más a intereses extranjeros que a los nacionales

Miriam Posada y Ciro Pérez Ť Con críticas a la política energética ''que en nada ha beneficiado al pueblo de México'', la advertencia de que Petróleos Mexicanos (Pemex) no se vende, y que la industria eléctrica debe permanecer en manos del gobierno federal, los diputados de la LXIII Legislatura recibieron ayer al secretario de Energía, Luis Téllez Kuenzler, durante la comparecencia en la que de entrada le reclamaron responder más a intereses extranjeros que a los nacionales, la falta de inversión en la industria petrolera, el ''salvaje'' tratamiento fiscal que se le da a la paraestatal y el abandono de la industria eléctrica.

Téllez no varió el discurso, incluso lanzó la advertencia de que las reformas de 1992 a la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica ya resultan insuficientes, ''están al límite'' para permitir la captación de inversión privada y continuar con el desarrollo de la industria a fin de satisfacer la creciente demanda, por lo que consideró necesario reformar los artículos 27 y 28 constitucionales.

En materia petrolera el secretario aseguró --en respuesta al diputado petista Félix Castellanos-- que ''de frente y a los ojos puedo decir que Pemex no se ha descapitalizado, que se han dedicado importantes inversiones a la producción de gas, a la reconfiguración de refinerías. Le puedo decir a los ojos y con toda tranquilidad que se han realizado agresivas e importantísimas inversiones''.

Destacó que durante el 2000 se percibirán alrededor de 13 mil 700 millones de dólares por las exportaciones de crudo, si se toma como precio promedio anual 24 dólares por barril, contra los 9 mil millones de dólares que el gobierno federal había previsto captar con una premisa de 16 dólares por barril. Sin embargo, dijo, estos recursos no se pueden considerar como adicionales o excedentarios ''hasta que la Secretaría de Hacienda haga sus cuentas''.

Téllez Kuenzler exaltó ante los diputados el incremento en la producción de crudo con el que México se coloca como el sexto productor mundial, en gran parte por el megaproyecto Cantarell que para el año entrante producirá alrededor de 2 millones de barriles por día equivalente a más del 50 por ciento de la producción nacional.

Nada deslumbró a los legisladores

Destacó que a finales del año que viene se dejarán de quemar millones de pies cúbicos diarios de gas natural gracias a la puesta en marcha de una planta criogénica; añadió que en octubre se inaugurará la reconfigurada refinería de Cadereyta con lo que se reducirán las importaciones de gasolina, y también destacó que México haya ganado la demanda por dumping petrolero interpuesta por Estados Unidos, así como la labor diplomática emprendida con la OPEP y productores independientes para equilibrar el mercado petrolero.

Sin embargo, nada de esto deslumbró a los legisladores --36 de los 60 convocados--, ni suavizó el tono de críticas y reclamos. Así, al fijar la postura del Partido de la Revolución Democrática (PRD), la diputada Rosario Tapia dijo que durante 18 años la política energética ha sido en realidad una crónica de equivocaciones que ha comprometido el crecimiento económico del país. El manejo del sector energético, sostuvo, ''ha sido una farsa cuyo objetivo real es la privatización de la industria eléctrica y la petroquímica''.

Rosario Tapia acusó al gobierno federal de haber aplicado una política petrolera desventajosa, de explotar a ''la gallina de los huevos de oro (Pemex) sin darle de comer'', y de interrumpir la inversión en Pemex y el sector eléctrico ''para provocar su crisis y luego justificar su privatización''.

De esta manera, exhortó a los responsables del sector a que en materia eléctrica ''dejen de presentar acuerdos generales que sólo dejan el sabor de una batalla perdida por el presidente Ernesto Zedillo porque no logró convencer a nadie con su propuesta de reforma que más bien es un compromiso con el capital privado'', y destacó que los propios datos oficiales confirman que la reforma no es necesaria tal y como está planteada, sobre todo porque la legislación actual permite de manera suficiente la participación de recursos privados.

En representación de la fracción perredista, la diputada remató con un mensaje a los funcionarios públicos: ''junto con el presidente Zedillo esperamos que se vayan también todos los servidores públicos que como usted han representado la desgracia y pobreza de los mexicanos''.

Téllez Kuenzler tampoco salió bien librado cuando el diputado Noé Navarrete González, del Partido Acción Nacional (PAN), aseguró que la actual administración deja un sector energético ''muy por debajo de los estándares internacionales, y además con la carga de muchos elefantes blancos'', porque en México el gran problema es el pasivo de la omisión, de la decisión retrasada ''y ese va a ser siempre el reclamo''.

El Partido Revolucionario tellez-luis-comparece-2 Institucional (PRI) no dio la nota discordante, por el contrario, luego de reconocer los ''logros'' de la administración zedillista optó, al igual que el PRD, por advertir que ''Pemex no se vende'', y que el PRI no se va a sujetar a intereses de particulares ''sino a los intereses de nuestros representados, de los mexicanos'', enfatizó el diputado Eugenio Javier Hernández.

En representación de la fracción priísta también reconoció que en materia eléctrica hay carencias y rezagos, especialmente en el área de generación, pero advirtió que las necesidades financieras deben cubrirse a través de una sólida regulación, además de que el Estado mexicano debe mantener la exclusividad en generación nucleoeléctrica, geotérmica, retener la infraestructura hidroeléctrica y conservar a la Comisión Federal de Electricidad como entidades del gobierno federal.

Los diputados también cuestionaron la operación de la central nucleoeléctrica de Laguna Verde, en la cual se está realizando una auditoría especial y se está aplicando un intensivo programa de psicología industrial, dijo el secretario.

No pasaron por alto los retrasos en obras como la reconfiguración de la refinería de Cadereyta, la conveniencia de inyectar nitrógeno en el megacampo petrolero Cantarell para reactivar la producción, los altos precios de las gasolinas y la escasa capacidad del país en la producción de gas natural, así como la falta de una política para reactivar la petroquímica y la crítica sobre la tendencia gubernamental a hacer más dependiente al país en este ramo.

De la comparecencia de Téllez surgieron propuestas por parte de los partidos representados en la Cámara en el sentido de modificar el ''salvaje'' régimen fiscal al que está sujeto Pemex a fin de permitirle su capitalización, así como la propuesta de establecer una política de precios conveniente para el país, pero en especial la creación de una política energética que impulse también el crecimiento industrial y económico de la nación.