MIERCOLES 20 DE SEPTIEMBRE DE 2000
Ť Paralizado el centro de La Paz por marchas; usan detonantes de dinamita
Podrían las protestas derribar a Bánzer: líder cocalero
Dpa, Ap y Afp, La Paz, 19 de septiembre Ť El líder de los cocaleros, Evo Morales, consideró este lunes que la creciente ola de descontento social que agita a Bolivia puede terminar con el mandato del presidente Hugo Bánzer, mientras dos marchas de labriegos y otra de comerciantes volvieron a conmocionar el centro de La Paz con el uso de detonantes de dinamita y continúan los cortes de carreteras.
Esta situación configurada por el corte de carreteras por parte de sindicatos campesinos y cocaleros, además de huelgas en el sector de la educación, la salud y el transporte, puede tener un costo político para el gobierno de Bánzer, aseguró el líder cocalero desde la localidad de Villa Tunari, en el departamento de Cochabamba.
Puede pasar algo como en Ecuador, dijo en alusión al derrocamiento del presidente Jamil Mahuad durante una insurrección cívico-militar, en enero pasado, o como en Perú, donde el presidente Alberto Fujimori aceptó llamar a nuevas elecciones sacudido por un escándalo político en el que estuvo involucrado su asesor de inteligencia Vladimiro Montesinos.
Aseguró también que una intervención militar para desbloquear las principales carreteras de Bolivia, controladas desde el lunes por alrededor de 15 mil campesinos, podría provocar un "baño de sangre".
El gobierno tiene la obligación de garantizar la libre circulación y en ese entendido se utilizará la fuerza pública para desalojar a los labriegos que mantienen bloqueadas las rutas en Cochabamba, indicó por su parte el ministro de Gobierno, Guillermo Fortúm, al señalar que en cualquier momento se les impartirá la orden a los efectivos.
Al tiempo que aseguró que no retrocederán ni un centímetro hasta que sean atendidas sus demandas, Evo Morales instó al diálogo y convocó a las organizaciones humanitarias a que persuadan al gobierno a que no utilice la fuerza pública.
El corte de carreteras que vincula a los tres departamentos más pujantes del país andino fue asumido en protesta por la proyectada instalación de bases militares con aporte de Estado Unidos en la convulsionada región cocalera de Chapare, y en demanda del cese de la erradicación forzosa de plantaciones de hoja de coca.
Algunos dirigentes cocaleros señalaron que tropas acantonadas en la población de Parajti, a unos 50 kilómetros al norte de Villa Tunari, y la guarnición de Chimoré, comenzarían en cualquier momento el desbloqueo de la ruta.
Al cerco de caminos cocaleros que comenzó la madrugada del lunes en Villa Tunari se sumaron sindicatos campesinos e indígenas en varios puntos del altiplano bo- liviano, en tanto que a la huelga organizada por los docentes de la educación pública desde hace ocho días en La Paz se adhirieron en las últimas horas profesores rurales en demanda de un incremento de 50 por ciento en sus percepciones.
El gobierno rechaza conceder el aumento solicitado e insiste en poner en vigor desde el año 2001 el pago por hora de trabajo y una bonificación para premiar la calidad y no la antigüedad de los docentes.
El dirigente de los profesores del sector urbano, Ramiro Cuentas, dio hoy por concluidas las negociaciones iniciadas la víspera con el ministro de Educación, Tito Hoz de Villa, por considerar que la propuesta de mejora salarial "es una ofensa".
Tras el fracaso de las negociaciones, los maestros salieron a las calles e hicieron detonar dinamita, marcha a la cual se incorporaron al menos unos 2 mil estudiantes.
Otra multitudinaria marcha de pequeños comerciantes también tomó la calle en protesta por el alza en el costo de la vida y la pretensión de ajustar los impuestos.
El clima de convulsión social en la nación andina aumentó con la huelga por 24 horas de unos 5 mil médicos del sector público que reclaman aumentos salariales, pero las movilizaciones en la capital fueron dispersadas por la policía con gases lacrimógenos, sin que hubiera reporte de heridos o detenidos.