MIERCOLES 20 DE SEPTIEMBRE DE 2000
Ť R.H. Moreno visita el país con motivo de Pandora, título de su nuevo libro
El sueño masculino del siglo XX terminó en gulags y desolación
Ť Resucita 37 retratos de personajes femeninos creados por Proust y Rulfo, entre otros
Ť El descubrimiento de Molly Bloom es que parte del poder femenino está en el lenguaje, dice
César Güemes Ť Sabe de mujeres, de libros, de amistades y de viajes. Tiene formación de abogado y de estudioso de la ciencia política. Ha sido profeta en su tierra al recibir hace un par de años el Premio Nacional de Ensayo. Pero ante todo es un narrador y de lo que más sabe en sus libros es de mujeres. Reales o imaginarias, para el caso de la literatura lo mismo da, R.H. Moreno Durán está en México a fin de acompañar la aparición, aquí, de su nuevo libro, Pandora, editado por Alfaguara, en el cual ejerce el poder de la resurrección narrativa para traer en 37 relatos a otros tantos personajes femeninos provenientes de obras escritas por las plumas más relevantes del siglo. Pasa por la entrañable Mercè Rodoreda, Clarice Lispector, Juan Rulfo, María Luisa Bombal, Tennessee Williams, Marcel Proust o Gertrude Stein. La caja de pandora para el escritor colombiano tiene nombre y apellido, y por cierto que no es nombre de mujer.
Frescura más allá del impudor
-Si fuera posible hacerlo, si fueran mujeres de carne y hueso de las que habla, Ƒcuál sería su compañera de juegos?
-Por lo que significa y por lo que implica su tratamiento humano, mi personaje preferido es Molly Bloom. Es una de las protagonistas de la novela más revolucionaria del siglo XX, Ulises, pero además su comportamiento en 1904 frente al adulterio crea una renovación absoluta. Es decir, si el XIX es la centuria del adulterio pero éste se pagaba con la muerte o con la deshonra pública, en Molly Bloom con eso ya no hay ningún problema. Así que el personaje actúa con una frescura más allá del impudor, ella sabe que con su marido se lleva muy bien, en ese sentido existe ya un espíritu moderno y libre, tanto que aunque Molly pueda irse del lado de su esposo cuando le dé la gana, no lo hace porque comparten muchas más de las cosas que hacen la vida.
''Luego, me quedo con ella porque anticipa a uno de los personajes más fascinantes del siglo XX: Lolita. Es decir, cuando evoca su adolescencia, recuerda que a sus quince años estaba ya bastante fogueada en las lides del amor. Y esto lo confirma cuando echa de menos a su hija, en el monólogo final, quien justamente tiene 15 años y que en efecto mantiene relaciones sentimentales con hombres dos o tres veces mayores que ella y si es posible casados. Por si hubiera alguna duda, en el monólogo hay una permanente referencia a la litografía El baño de la ninfa, y Nabokov, 55 años después, llama nínfula a Lolita. De modo que Molly es un personaje que descubre que parte del poder femenino está en el lenguaje. Es de algún modo Scherezada, absolutamente universal y sabe que durante centurias la mujer no pudo hablar y ella no sólo habla sino que envuelve todos esos años del Dublín de incios de siglo en argumentos racionales, fisiológicos, y se convierte en la tierra que gira permanentemente."
-Con seguridad hubo una especie de diario de lecturas desde hace suficiente tiempo como para rescatar con precisión los detalles y las ''vidas" de tantas mujeres.
-El libro tuvo dos momentos muy importantes. El primero, cuando como cualquier lector adolescente leí a los clásicos del siglo XX y detecté que por debajo de la anécdota principal siempre la estructura funcionaba en torno de una mujer. Cada vez que releía los libros de los que hablo en Pandora, me iba fijando más en esos personajes y en la circunstancia que el autor o la autora había creado para ellos. Y creo que mucho de esto tiene que ver con mi trabajo como novelista, casi siempre sobre mujeres.
''El segundo momento es cuando decido escribir el libro, hace cinco años: me dejé llevar por esa especie de síndrome universal de cuáles habían sido los hechos más importantes ante la inminencia del año 2000. Pensé que se podía hacer un canon de la vida de las mujeres en el siglo. Así elaboré la lista. Eso implicó releer muchos libros para no citar de memoria. Aunque esto me despertó el temor de que si, por ejemplo, había leído La Romana en mi adolescencia, Ƒqué tanto se me iba a mantener en pie ahora? Pues descubrí que estaba perfectamente viva, como las demás".
-Pareciera que hay pocas escritoras en el censo, si las contraponemos a los autores varones que retoma. No puede ser algo circunstancial.
-Hay aquí casi una docena de escritoras y es así porque hice lo posible para centrarme en las autoras más importantes de diversos países y distintas lenguas. Entiendo que esas mujeres, las escritoras y las personajes, ofrecían respuestas inéditas. Pensemos en Virginia Woolf con Orlando. La han canonizado como santa patrona de las feministas, pero en esa novela dice cosas disímbolas: la historia de una persona que nace en el ambiente isabelino, que la mayor parte de la vida es un caballero mimado por la fortuna: escribe mucho, se la pasa entre poetas, tiene aventuras galantes. Un día se cansa de esa vida, se convierte en lady Orlando y da a luz a los 36 años, mismos que tenía Woolf cuando da a conocer la novela.
''Bien, pues esa metáfora entre lo masculino y lo femenino en todo ser humano me parece prodigioso para desmentir a quien dice que se es hombre o se es mujer. Woolf mostró que había una parte masculina y una femenina que coexisten en ambos y no se trata de ocultar uno a favor del otro, sino que las sensaciones surgen en cualquiera de los dos sexos y hay que vivirlas."
Personajes que crecen en silencio
-Parece un libro pensado, casi por diseño, para los movimientos neofeministas. ƑCabe esa lectura?
-Parece, pero no lo es. Sé que habrá suspicacias de los lectores alineados. No es un libro para feministas aunque nada tengo que decir contra ellas. El libro nace como respuesta a una certeza: el siglo XX es bochornosamente masculino, el hombre sueña en voz alta y colectivamente a lo largo de estos cien años. Además, genera utopías: la rendentora con el Partido Comunista ruso, que va a realizar el paraíso terrenal, que dura 72 años; Hitler llega al poder elegido por el pueblo alemán, que iba a gobernar durante mil años, y cae al poco tiempo; Mussolini marcha sobre Roma y dura sólo 23 años en el poder; Franco desangra a España con la idea de que ese país vuelva a la idea eterna de sus raíces eclesiásticas y demás, y dura sólo 36 años. Bueno, pues para cada una de estas épocas hay una serie de mujeres que superan cronológicamente ese sueño colectivo masculino porque ya sabemos que todos esos proyectos terminaron en campos de concentración, en gulags, hornos crematorios y pantanos de sange. Sin embargo está el otro mundo, el de mujeres que deseaban ser otro cierto tipo de mujeres y con hombres que soñaban con mujeres. Sin desvincularse de la historia esos personajes crecen en silencio. Por eso cada uno de los 37 libros que abordo tiene un fondo histórico dado por la época de su publicación.
-ƑQué era lo peor de la caja de Pandora?, Ƒla trampa?
-Lo peor de todo eso era la esperanza, porque es posible creer que mañana vendrá alguien a salvarnos a los colombianos o latinoamericanos en general. La esperanza es providencialista y a mí la lectura elemental de Pandora no me interesa.
-En esa línea, Ƒde qué lado está la caja de Pandora en Colombia?, Ƒdentro o fuera de ella?
-Te lo digo sin duda: está en el llamado Plan Colombia, que desde el Olimpo de la Casa Blanca se dicta por Zeus, que viene a ser Clinton, y señala como enemigos a los narcotraficantes y luego a la guerrilla y después a los paramilitares. La caja de Pandora es un regalo que nos mandan desde el Olimpo de Washington. Aquí más que nunca lo verdaderamente perverso es la esperanza en la ayuda de ese plan.