JUEVES 21 DE SEPTIEMBRE DE 2000
Ť Critican perredistas el triunfalismo de Gurría
Cuestionan legisladores los logros económicos del sexenio
Ť Duda senador de AN que Zedillo entregue finanzas sanas
Andrea Becerril Ť La visión triunfalista sobre el proyecto económico del sexenio zedillista que el secretario de Hacienda, José Angel Gurría, llevó ayer al Senado de la República, se la echó abajo el PRD, al demostrarle que las cifras de que hizo gala ante esa cámara difieren incluso de las que el Presidente de la República presentó en su sexto Informe de gobierno.
Gurría, que en su primera intervención habló de finanzas sólidas, festejó lo que será "la primera transición de gobierno sin crisis económica" y sostuvo que de continuar la estrategia zedillista el país estará en una mejor posición para encarar la pobreza, recibió un virtual baño de agua fría de parte del perredista Demetrio Sodi.
El vicecoordinador de la bancada del PRD en el Senado pidió a Gurría respeto para el Poder Legislativo y que dejara de mentir, ya que había diferencias entre los datos del secretario de Hacienda y los plasmados en el sexto Informe presidencial en dos temas torales: deuda pública e ingresos tributarios, que cambian por completo el panorama económico.
"Usted ha venido a decirnos que la deuda pública total va a ser igual o inferior a la de 1994. Eso dice el informe que usted nos entregó, pero no es lo que dice el Informe presidencial. ƑQuién dice la verdad?"
Sodi de la Tijera precisó que mientras Zedillo sostiene en su Informe que la deuda es de 31.7 por ciento, Gurría asegura que es de 37.4 por ciento, y si se incluye al Fobaproa en los datos del Ejecutivo federal "la deuda total del país aumentó en 6 o 7 por ciento con relación al producto interno bruto (PIB)".
Antes, el secretario de Hacienda había asegurado que el endeudamiento total, sumado el costo del rescate bancario, es igual al porcentaje que había al inicio del actual sexenio, por lo cual Sodi de la Tijera le reprochó las diferencias. "Si le creemos a sus cifras, pues sí vamos muy bien", agregó irónico el perredista. Insistió en que la mayor parte de los datos que presentó Gurría "son mentiras", y aludió al supuesto incremento de los ingresos tributarios con relación a 1998 y al crecimiento económico que no se logró del 5 por ciento en promedio para el sexenio.
También le refutó el crecimiento de las exportaciones, al que se refirió Gurría: "En eso que ustedes más presumen está el mayor fracaso de la política económica del sexenio", ya que, sin considerar las ventas al exterior del petróleo y las maquiladoras, el déficit en la balanza comercial es superior a los 40 mil millones de dólares.
Gurría, quien fue puntual en sus respuestas y hasta regañó al senador priísta Eduardo Bours -ex dirigente empresarial y encargado del financiamiento del sector privado para la campaña de Labastida Ochoa- por haberse atrevido a proponerle bajar los precios de las tarifas y servicios del sector público, como gasolina y electricidad, tuvo que bajar la guardia.
"Me sugieren mis colaboradores que a la mejor el problema de las cifras a las que se refirió usted es por la diferencia entre los datos de deuda bruta y neta", respondió a Sodi, y hasta quiso bromear al invitar al perredista a que "no nos rasguemos las vestiduras".
El secretario de Hacienda evadió cuanto pudo los cuestionamientos de los legisladores. Pasó por alto los señalamientos de Ricardo Gerardo Higuera, también senador del PRD, sobre "las pensiones juveniles que se autoasignaron altos funcionarios del sector financiero", entre "los que usted fue uno de los beneficiarios, junto con Oscar Espinosa Villarreal".
Tampoco dio respuesta al panista Gerardo Buganza, quien al inicio de la comparecencia -antes de que los del blanquiazul le aplaudieran por la defensa que hizo de Fox- puso en duda los indicadores macroeconómicos, que calificó de "endebles, parciales y diferentes y con resultados negativos en los bolsillos y en las condiciones de vida de la mayoría de los mexicanos".
Buganza puso en duda que el gobierno de Zedillo entregue una economía sana, sin riesgo de crisis sexenal y se refirió precisamente a los datos sobre deuda pública.
"En el anexo del Informe se incluye una sección que específicamente hace mención a algunas cifras sobre fortaleza macroeconómica. Estas se refieren fundamentalmente a los niveles de deuda externa y al financiamiento de la balanza de pagos. Sin embargo, con respecto a la deuda interna únicamente se hace referencia al plazo promedio en días de la propia deuda".
Le destacó la necesidad de remarcar "que parte del terreno se encuentra minado y que no sorprenda el transitar del nuevo gobierno". Hizo notar que las cifras consideradas de la deuda contingente del IPAB, más el quebranto de la banca de desarrollo, eleva en cinco veces la deuda interna que pretendieron reducir y que ha sido precisamente la causa de las últimas cuatro crisis sexenales.
Pese a todo, Gurría recomendó a los senadores ser "doblemente prudentes" al elaborar el presupuesto del año 2000 y t omar en cuenta elementos de vulnerabilidad, como el alto precio del petróleo y el dinamismo de la economía de Estados Unidos, porque "sólo tenemos seguridad de dos cosas: ni van a seguir las cosas como están, ni la economía americana va a seguir creciendo como lo ha hecho en los últimos años".
También advirtió que no se va a recortar el gasto para bajar el peligro del "sobrecalentamiento famoso". No se va recortar, insistió, "sino que se actuará estrictamente de acuerdo a la fórmula que se ha establecido para tal efecto".
El giro que tomó la comparecencia, por los cuestionamientos de la fracción de su propio partido acerca de los recursos públicos canalizados al equipo de transición de Fox, hizo que Gurría declinara a la intervención final a la que tenía derecho.
Tan mal le fue, que no quiso replicar a Sodi ni a los priístas.