MARTES 26 DE SEPTIEMBRE DE 2000
Ť Gustavo Leal F. Ť Ť
ƑArbitraje o crucifixión de los médicos del sector público?
El general Luis Garfias Magaña puso a consideración de Fox la siguiente pregunta: ƑSeguirá siendo el Instituto para la Seguridad Social de las Fuerzas Armadas (ISSFAM) un organismo que no cumple con su misión de servir, entre otros, al personal retirado, y que es hoy una institución burocrática que en muchos casos es enemiga del personal en retiro?
Coincidentemente, Fernández Varela, titular de la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (Conamed), reconoció en su último informe que el organismo "debería ampliar sus facultades para ser siempre la primera instancia de resolución de los conflictos entre galenos y pacientes". Y es que de los mil 700 casos ingresados, 47.4 por ciento no logró acuerdo entre las partes y únicamente 69 expedientes llegaron al arbitraje.
Pero Fernández Varela también recargó con fuerza -Ƒdeliberada?- las tintas sobre la medicina institucional: la falta de compromiso de algunos trabajadores de instituciones públicas "deteriora el prestigio de la medicina social e induce comportamientos agresivos y descalificaciones de parte de los usuarios". De ahí la necesidad de fomentar en esos servidores "actitudes que reconozcan los beneficios de contar con la confianza del paciente", dijo.
Opinión similar compartió el presidente Zedillo, quién aprovechando la oportunidad que brindan las conjeturas de Fernández Varela, resaltó que la Conamed ha ejercido una labor importante de "vigilancia sobre el funcionamiento de las instituciones públicas".
ƑY sobre las privadas, señor Presidente? Descontando la alta medicina privada y los relativamente recientes planes de prepago orientados para alguna clase media que amparan las Instituciones de Servicios Especializados en Salud (ISES), el grueso de los trabajadores del mundo informal, es atendido por médicos que cobran entre 5 y 70 pesos (menos de 7 dólares) o incluso abren crédito a sus pacientes, hasta que puedan liquidar -a veces en especie- el servicio prestado. ƑQuién "regula" este formidable cosmos que conlleva "gasto de bolsillo" y que es también "privado"? ƑEn qué momento de su jornada puede recurrir un ambulante a la Conamed? Ignoramos si Zedillo y Fernández Varela, siempre con otras "prioridades", han dispuesto del tiempo para ocuparse del tema, pero se han manifestado seriamente convencidos cuando les ha tocado "opinar".
El desembolso por concepto de salud corresponde con la dimensión creciente del sector informal. A decir de Antonio Puig, presidente del INEGI, para 1998 el sector informal representó 12.7 del PIB total y absorbió 28.5 por ciento de la población ocupada: 9.3 millones de personas. Sus ingresos representan 17 por ciento de las gananacias generadas en la economía. Pero a pesar de su importancia, según el INEGI, las familias apenas utilizan 19 por ciento de su ingreso para la compra de bienes y servicios intermedios (electricidad, agua, teléfono, combustibles y materias primas) y sólo 9.2 por ciento al pago de remuneraciones.
Es claro que el gasto familiar en salud está a la cola de la cola. Sólo le antecede, eventualmente, el gasto en educación. ƑEstarán informados de ello Zedillo y Fernández Varela, vía las muy conservadoras cifras del INEGI? Parece que no
Mario Luis Fuentes, titular del IMSS, asumió que "en el primer semestre del año se afiliaron 480 mil nuevos empleados: 75 por ciento con trabajo permanente y 25 por ciento eventual".
Visiones del sector público como las de Zedillo y Fernández Varela deben ser venturosamente traspuestas por el gobierno entrante. Reconociendo los grandes problemas de la red pública pero, ciertamente, evitando siempre denigrarla al estilo Zedillo-Fernández Varela, ese nuevo gobierno puede optar claramente por fortalecer la red pública de salud y seguridad social. Está en sus manos hacer de ella una oferta digna para cualquier ciudadano. Puede también hacerla atractiva para el sector informal. En suma, puede hacerla orgullosamente pública en su capacidad de resolutividad sanitaria: a la altura que le demanda, con razón, el general Garfias.
Tal vez por ello, el "dúo dinámico" del foxismo económico, Derbez y Sojo, se apresuran a reconocer que el eje central del nuevo gobierno, a diferencia de los penosos dislates de Zedillo-Fernández Varela, será el "combate a la economía informal mediante incentivos de acceso al crédito e inscripción en el Seguro Social y el Sistema de Ahorro par el Retiro (SAR)". šBravo! Veremos.
Ť Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco