MARTES 26 DE SEPTIEMBRE DE 2000

Ť La atleta cautivó a los 110 mil espectadores reunidos en el estadio olímpico


Freeman y Johnson, imbatibles en los 400 metros

Afp, Ap y Dpa, Sydney, 25 de septiembre Ť La australiana Cathy Freeman y el estadunidense Michael Johnson ganaron hoy en forma apabullante los 400 metros en el atletismo olímpico e hicieron historia, cada uno a su manera.

Enfundada en un traje aerodinámico de cuerpo entero, Freeman encendió los corazones de los 110 mil espectadores que colmaron el estadio olímpico para verla imponerse cómodamente en la final de los 400 metros con un crono de 49:11, delante de la jamaiquina Lorraine Graham, atle freeman quien fue la líder al comienzo, pero la impresionante zancada de la australiana fue determinante para enfilarse a la victoria sin mucho esfuerzo. La caribeña registró 49:58 y la británica Katherine Merry, 49:72, se quedó con el bronce.

La campeona mundial en la vuelta al óvalo no defraudó a todo un país, ni tampoco a la comunidad aborigen, de la que forma parte. Una vez que cruzó la meta, se dirigió a las gradas y se abrazó con su madre Cecilia, tomó una bandera australiana y otra indígena con los colores rojo, negro y amarillo, para dar la vuelta olímpica. "Ha sido mi sueño desde que era niña. Esta noche he crecido'', dijo Cathy, quien hace cuatro años quedó segunda en Atlanta detrás de la francesa Marie-Jose Perec, la gran ausente de la prueba.

De pie y con un aplauso prolongado, Freeman conquistó una medalla de oro que Australia no había disfrutado en el atletismo desde que Debbie Flintoff-King ganó los 400 metros con vallas en los Juegos Olímpicos de Seúl 88.

Por su parte, el hombre de las zapatillas doradas, Michael Johnson, agrandó aún más su leyenda al convertirse en el primer atleta en obtener dos medallas doradas consecutivas en la distancia de 400 metros. "Ser el primer hombre que ha defendido con éxito el título en unos juegos, quiere decir mucho para mí: soy parte de la historia'', explicó.

Johnson se libró fácilmente de sus rivales con su ortodoxo estilo de correr con el cuerpo erguido y la cabeza hacia atrás para hacerse del triunfo con un tiempo de 43:84 segundos, pero no pudo batir su récord mundial (43.18), aunque asegura que lo intentará este mismo año.

Su compatriota Alvin Harrison, quien el día anterior lo había vencido en las semifinales, ocupó el segundo puesto con 44:40 y en tercero ingresó el jamaiquino Gregory Haugthon seguido del subcampeón mundial, el brasileño Sanderlei Parrela, 45:01, mientras que el estadunidense Antonio Pettigrew terminó séptimo con 45:42.

Para Johnson fue el tercer título olímpico, ya que en Atlanta 96 se adjudicó las pruebas de 200 y 400 metros, pero intentará sumar otra más, cuando corra con el relevo estadunidense de 4x400.