MARTES 26 DE SEPTIEMBRE DE 2000
Ť Teresa del Conde Ť
José González Veites
La Galería de Arte Mexicano presenta durante esta temporada muestra individual de este pintor integrada por acrílicos y óleos, más 20 pequeñas obras sobre papel, bajo el siguiente título: Diques contra el tiempo. Su propuesta como pintor abstracto (ya sabemos que el término nunca ha funcionado bien) me parece más vital e interesante y menos influida por pintores de su propia generación que como sucedía en épocas anteriores. Aclaro que despertó la atención de especialistas del calibre de Damián Bayón, quien a lo largo de su productiva vida siempre puso profunda atención a la arquitectura.
Las pinturas de González Veites son muy estructuradas, les conviene el calificativo de tectónicas. El diseño gráfico influye en ellas, pero el manejo del color, de la mancha, de los accidentes ''buscados" enriquecen esta fase, aun en aquellos casos en que la distribución es casi simétrica, como ocurre con la tela de 130 x 150 titulada Entre el deseo y el miedo. No hay que buscar correspondencias de los títulos con las composiciones, a este pintor le gusta versificar y, por tanto, juega con las palabras. El conjunto tiene un leitmotiv: la presencia de unas bandas horizontales que pueden, como en la pintura recién mencionada, encontrarse apenas insinuadas, transferidas como si fueran plantillas. A veces se enseñorean del cuadro y entonces recuerdan los schutters (celosías) de madera que recubren las ventanas en las casas mediterráneas.
Usa coordenadas rectas (verticales u horizontales) sin trazarlas a pulso, incluso en aquellas obras como Mar insomne donde el pigmento barre a varias densidades y direcciones la totalidad del formato. Dividir así los espacios sin fragmentar la tela, como hacen otros pintores, es un recurso constante y a la vez una postura: hay manchas, pero no existe una sola curva en esta colección. Nostalgia de paisaje personaje y la que da título al conjunto, Diques contra el tiempo, son ejemplos prototípicos. Hasta en Casa veneciana, donde el espacio queda dividido en dos con su correspondiente ''marco" trazado, las coordenadas sirven para especificar que no son ellas las que determinan el encerramiento del color en la zona respectiva, aunque de alguna manera sí lo pautan. En esta pintura hay efecto de reflejo. La forma blanca, invadida por el azul del fondo, se proyecta hacia debajo de manera irregular sobre una superficie de tierra de sombra, invadida a su vez por otros reflejos.
Hay toda una propuesta colorística en el conjunto, así, sobre un manchado irregular de color entre púrpura y morado adhiere un blanco azuloso. En La casa del chichimoco las celosías reaparecen combinando un morado de tono completamente distinto al anterior, contorneado con rojo y combinado con azul y blanco. A veces ciertas configuraciones me recuerdan a Robert Motherwell, por ejemplo, en Haría falta que supieras, donde la armazón está concretada en ocres, negros, blancos y azules. Esta obra a mi juicio está entre las más afortunadas de todas. Entrañas de sol queda corroborada porque la combinación es cálido con cálido. Como introducción a su catálogo, él mismo escribió un poema sencillo cuyos versículos, a diferencia de la mayoría de los títulos, sí se corresponden con lo enunciado pictóricamente:
''Si los colores hablaran/ probablemente relatarían/ -a través de frases entrecortadas-/ la historia de un feliz encuentro..."
Y efectivamente así sucede. Uno de los mejores ejemplos está en la pintura sobre papel de 70 x 100, En busca de tu imagen. En versículo posterior expresa con palabras algo que probablemente dedujo después de contemplar el conjunto de lo que iba a exhibir, pues las frases corroboran las evidencias pintadas: ''Los colores... existen trenzados a las líneas que fungen como límites aparentes".
Este pintor, al igual que otros dos colegas suyos, el escultor Jorge Yázpik y Jorge Robelo, que trabaja con un notable precisión, fue muy cercano a Gunther Gerzso. Ninguno de los tres lo glosa o lo imita, pero algo, algo quedó del desaparecido maestro en sus tres amigos jóvenes.