MARTES 26 DE SEPTIEMBRE DE 2000
Africando
Ernesto Márquez Ť En la entrega anterior escribíamos acerca del regreso de la música afrocubana a la tierra que le dio origen, y de cómo una pléyade de músicos estaban haciendo nuevas versiones de las distintas expresiones de son, rumba, guaracha, cha cha cha y mambos, bajo su muy particular concepción y concluíamos citando algunos nombres; el último de ellos era Africando, agrupación que según nosotros viene a ser el punto clave de la "reafricanización" de la música cubana.
Es curioso, pero en un principio el proyecto Africando era considerado anécdota exótica: cantantes de Senegal empeñados en hacer música bailable cubana cantando en lengua wolof y mandingo. Se escuchaba risible. Sin embargo, fue tanta la entrega y la seriedad con que se trabajó en el proyecto que en muy poco tiempo todos aquellos escépticos y socarrones que hacían chistes gachos sobre este intento cambiaron de opinión y guardaron su lengua viperina.
Desde un principio Africando se manifestó como una poderosa agrupación de salsa multirracial, encabezada por tres de las figuras más importantes del canto senegalés: Medoune Diallo, Pape Seck y Nicholas Menheim, jóvenes griots que desde temprana edad empezaron a cultivar los ritmos cálidos del Caribe no ajenos, por supuesto, a su cultura, y quienes al viajar a Nueva York empataron con un puñado de leyendas de la salsa, quienes les ayudaron a darle forma y a dimensionar su proyecto.
Además de este transparente peso de talentos, la fuerza de Africando radica también en la presencia de Boncana Maïga en los arreglos y de Ibrahima Sylla, el más grande productor de Africa. De esta sociedad es que surgen por lo menos tres grabaciones que son piedra de toque en la Salsa Africana: Trovador (93), Tierra tradicional (94) y Combo salsa (96), editados bajo el sello Stern's Africa.
El álbum del debut
Trovador, el álbum debut, al igual que los otros dos, son trabajos realizados en el más puro crossover que funde estilos africanos, cubanos y borinqueños. Así, por ejemplo, para iniciar este plato se elije una canción tradicional senegalesa de nombre Doley mbolo que utiliza la melodía de La eliminación de feos, clásico del Gran Combo, que aun cantada en wolof no pierde el sabor caribeño.
A continuación, los sonidos vocales del español y wolof forman un extraño coro en Medoune Khoule, un número despreocupado a tiempo de charanga que habla acerca de la cosecha de camarones en el puerto cubano de Varadero.
Más adelante, la voz dulce, un poco nasal, de Medoune Diallo irradia romance en Gouye gui, un gentil y alegre son montuno que tiende un fade out con el suave sax de Chombo Silva. Por su parte, Fethial sama khol es un tema acompañado por el elegante piano de Sergio Jorge en diálogo con las dispuestas congas de Papo Pepin. Y así, según avanza el disco la interacción de músicos y cantantes se va acercando a una unidad en la que al ritmo del tambor rector se celebran las raíces comunes.
El siguiente volumen, Tierra tradicional completa la grabación de las sesiones del álbum anterior en una especie de continuidad discursiva como nos lo hacen saber con el tema que abre: Ken moussoul guiss li, que es una traducción al wolof de El carretero de Guillermo Portabales.
Siguiendo a Benny Moré
Otro ejemplo es Tierra tradicional, basado en el Cienfuegos, de Benny Moré y cantada en wolof por Nicolas Menheim. Aquí el cantante no sólo sigue las inflecciones vocales de Moré, sino su propensión por representar la belleza de su lugar de origen.
Yay Boy, el mayor éxito de Africando, es una adaptación de un viejo tema que cantara allá por los cincuenta Ismael Rivera, pero Pape Seck la llena con un arenoso sentimiento africano, mientras Nicolas dirige los ritmos de la charanga en el conmovedor Sama rew, un son con firme swing basado en Ven para La Loma, del Trío Matamoros.
La formidable combinación de elementos rítmicos-armónicos-melódicos instrumentales salpicadas de exuberantes entonaciones vocales le dan una variante de frescura a todos los temas. Así, escuchamos una excelente versión de Moliendo café, de Corijo a cargo de Pape Seck; un tratamiento en salsa de de nuestra Bamba y, en el colomo del crossover, una versión sandunguera del Holiday for Strings, cantada en wolof a tiempo de charanga.
La tercera producción, Gombo Salsa, destaca dos cosas: la presencia de Gnonnas Pedro, un cantante de Benin de recia personalidad que viene a suplir a Pape Seck, fallecido un año antes de la grabación, y las apariciones especiales de estrellas africanas y caribeñas como el venerable cantante zairiano Tabu Ley Rochereau, el joven griot de Guinea Sekouba Bambino Diabaté, el célebre rumbero cubano Rudy Calzado y Roger Shoubou Eugène de la banda haitianaTabou Combo.
Al lado de las voces distintivas del grupo estos invitados agregan un poco más de condimento para la fiestas multilingual de Africando. La música, como siempre, suena singular y más que nunca afroantillana, lo que nos hace estar ante la presencia única e irrepetible de la culminación de un ciclo gestado hace cinco siglos: Africa de regreso a Africa