JUEVES 28 DE SEPTIEMBRE DE 2000
Ť Tarea del ex priísta guerrerense Florencio Salazar
Ex guerrilleros darían asesoría a Fox ante los grupos armados
Ť La mayoría ha participado en planes sociales del gobierno
José Gil Olmos Ť El equipo de transición de Vicente Fox, a través del ex priísta guerrerense Florencio Salazar, ha contactado a un grupo de ex integrantes de la Liga Comunista 23 de Septiembre para que lo asesoren en las formas que se pueden aplicar para resolver el conflicto generado por los movimientos armados actuales, principalmente de los ejércitos Popular Revolucionario (EPR), Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI) y Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
Jorge Poo, ex miembro del grupo Lacandones y en algún tiempo exiliado en Cuba, de donde regresó para encabezar un movimiento anticastrista, ha sido uno de los principales contactos de los enviados de Fox que buscan aprovechar la experiencia de algunos ex combatientes, que también participaron en programas sociales en áreas de conflicto durante los sexenios de Carlos Salinas y Ernesto Zedillo.
El primer encuentro se realizó el fin de semana pasado en la Universidad Lasalle, donde se organizó una reunión a la que asistieron más de cien ex guerrilleros. Dicho acto se efectuó bajo los auspicios de la agrupación civil Vértebra, que hasta el lunes anterior era dirigida por su fundador Carlos Abascal Carranza, ex dirigente de Coparmex y actual miembro del equipo de transición foxista en el área de asuntos laborales.
Florencio Salazar, ex aspirante del PRI al gobierno de Guerrero y parte del equipo de Fox desde antes de las elecciones, fue enviado como representante del presidente electo a la reunión de los ex guerrilleros, e incluso al final les trasmitió un mensaje positivo por la decisión de algunos de ellos de haber optado por la vía de la participación política legal y pacífica.
Entre los que han sido invitados a charlar con el representante de Fox están Mario Ramírez, quien participó en el Partido de los Pobres de Lucio Cabañas y, luego de dejar las armas, ingresó al Partido Comunista, y años más tarde, durante el conflicto en Chiapas, trabajó para Sedeso en la promoción de proyectos productivos en la región de las Cañadas, la de mayor influencia zapatista. También Enrique Candés, ex integrante de la Liga Comunista Espartaco y asesor del gobierno federal; así como Teresa García, ex miembro de la agrupación Unión del Pueblo, una de las primeras mujeres que trabajaron en las regiones indígenas chiapanecas a mediados de los setenta.
Enrique Candés, por lo pronto, se deslindó de cualquier intento de colaborar con Fox. "No me han hecho ninguna propuesta, no la he buscado ni estoy pensando en eso. Que cada quien lo haga, pero yo no", aclaró al enterarse de la versión de que se trata de usar al grupo de ex guerrilleros para resolver los actuales conflictos armados de Chiapas, Guerrero y Oaxaca.
Ex miembro del Partido Comunista Mexicano, advirtió que sólo Poo comparte la idea del voto útil promovida por los foxistas, y aclaró que la reunión de los ex guerrilleros realizada en la Universidad Lasalle no fue ideada para formar un partido político o ayudar a Fox, sino para iniciar la recuperación de la memoria colectiva de los movimientos armados de los sesenta y setenta.
Incluso aseveró que "algunos pueden sentirse utilizados" al no respetarse el acuerdo de que cada participante hablaría de manera personal y no a nombre de todos, como lo intentó hacer Poo. "Yo no quiero ser utilizado para criticar al EZLN", aclaró.
La constante entre los antiguos integrantes de movimientos armados es que ahora rechazan la lucha armada como la vía del cambio, y consideran que la caída del PRI el pasado 2 de julio abre la posibilidad de un verdadero cambio en el país.
También comparten las propuestas que fueron alcanzadas en una primera reunión de ex elementos de la Liga Comunista 23 de Septiembre, el pasado 6 de febrero en Mazatlán: solicitar a Fox un armisticio unilateral para todas las agrupaciones armadas del país, a partir del primero de diciembre; definir una posición clara ante los movimientos armados, y no sólo ante el EZLN; la instalación de una mesa de paz y una comisión de justicia para examinar los casos de desaparecidos, torturados y asesinados durante la guerra sucia; abrir los archivos del Centro de Inteligencia y Seguridad Nacional (Cisen), y castigar a "criminales de guerra" como el ex presidente Luis Echeverría Alvarez, el general Arturo Acosta Chaparro, y el actual senador del PRI, Fernando Gutiérrez Barrios, ex titular de la desaparecida Dirección Federal de Seguridad.