JUEVES 28 DE SEPTIEMBRE DE 2000

Ť La economía no es tan fuerte como se aparenta


Banco para pobres y elevar gasto social, plantea Boltvinik

Ť Revisar el Progresa, porque fue elaborado desde el escritorio

Antonio Castellanos Ť Julio Boltvinik, investigador del Colegio de México, propuso ayer revisar el Programa para la Educación, Salud y Alimentación (Progresa), porque fue elaborado desde el escritorio; también, dijo, es necesario crear un banco para los pobres e incrementar de manera sustancial el presupuesto para el gasto social, porque la pobreza y la desigualdad son abismales en México y crecen desde hace 19 años.

Manifestó que la economía muestra ''focos amarillos'' y no es tan fuerte como quieren aparentar las autoridades. Sólo en materia de deuda se heredará al próximo gobierno un débito gigantesco si se consideran los pasivos del Instituto para la Protección al Ahorro Bancario y los que corresponden a los Proyectos de Infraestructura Productiva de Impacto diferido en el Programa de Gasto Social (Pidiregas).

El Progresa, destacó, debe integrarse con Liconsa, Fidelist y los desayunos escolares en el Programa Nacional de Apoyo Alimentario a las Familias Indigentes o en pobreza extrema, cuyo objetivo será lograr una cobertura óptima, sin duplicaciones ni huecos, del apoyo alimentario a toda la población indigente del país.

En la conferencia de prensa que ofreció en la sede del Colegio Nacional de Economistas (CNE), el dirigente del mismo, David Colmenares, coincidió en que la economía no está tan fuerte. Los dos señalaron que si a la balanza comercial se le quitan los excedentes generados por los ingresos petroleros, así como las operaciones de las maquiladoras, se tendrá un déficit similar al de 1994, cuando estalló la crisis.

Boltvinik, experto en temas de pobreza y distribución del ingreso, expresó que sus propuestas en el sector social serán integradas a la propuesta general que el CNE entregará al presidente electo, Vicente Fox, a fines de octubre. Es ahora preciso crear el Instituto Nacional de Pobreza y Políticas Sociales, porque hasta ahora no ha habido política de desarrollo social.

También planteó la necesidad de crear una secretaría de desarrollo humano y dotarla de dos funciones clave: rectoría de la política social y defensoría (ombudsman) de los derechos sociales.

Boltvinik sostuvo que los objetivos y metas para las políticas públicas y para la política social deben buscar revertir la tendencia al aumento de la pobreza por ingresos y la concentración del ingreso entre hogares y regiones.

Al respecto, agregó, se debe aumentar 40 por ciento el poder adquisitivo de los salarios reales; otra meta debe ser lograr el crecimiento del empleo formal a tasas anuales de 4 por ciento en promedio durante el próximo sexenio.

Se debe, indicó, mejorar sustancialmente los ingresos provenientes de 6 millones de personas en la economía popular. Todo ello permitirá alcanzar la meta sexenal de reducir el porcentaje de la población de pobre por ingresos en 30 puntos porcentuales y disminuir en 40 puntos porcentuales la población que padece pobreza por necesidades básicas insatisfechas.

Afirmó que el acceso al crédito no es suficiente. La capacitación, la asistencia técnica y la educación para adultos, sostuvo, son elementos adicionales importantes en la ruptura del círculo vicioso de la pobreza. En el impulso a la economía popular, precisó, resultan claves el agente promotor o la promotoría social y la contratación o creación de empresas comercializadoras.

Manifestó que la propuesta de Fox sobre la banca social es un gran acierto; será un elemento central de su política de lucha contra la pobreza. Se constituiría con los recursos que ahora se encuentran dispersos como el crédito a la palabra, el crédito a la mujer y muchos más, así como con recursos presupuestales y de créditos blandos que han ofrecido organismos internacionales.