JUEVES 28 DE SEPTIEMBRE DE 2000
Ť Estrenó La perdición de los hombres, en San Sebastián
Ripstein, uno de los principales aspirantes a la Concha de Oro
Ť Frente a filmes franceses, ''la que más convenció'' fue su cinta
Angel Vargas, enviado, San Sebastián, 27 de septiembre Ť Con el estreno de La perdición de los hombres, Arturo Ripstein se perfiló desde esta tarde como uno
de los principales candidatos para obtener el máximo galardón del festival de cine de San Sebastián, la Concha de Oro, dada la entusiasta respuesta del público y los comentarios positivos de la prensa y la crítica especializada.
De acuerdo con la agencia de noticias Dpa, si bien la jornada de hoy dentro de la sección oficial estuvo dominada por los filmes franceses Sous le sable, de Francoise Ozon, y Paria, de Nicolas Klotz, ''la que más convenció fue la cinta mexicana''.
Con guión escrito por Paz Alicia Garciadiego y protagonizada por Rafael Inclán, Patricia Reyes Spíndola, Luis Felipe
Tovar y Carlos Chávez, esta comedia negra, con tintes incluso surrealistas, narra la historia de dos mujeres que se disputan el cadáver del hombre que compartieron en vida, durante un inocente juego de beisbol que acarrea un final cuyas consecuencias rayan en la antítesis entre el humor y la tragedia.
Las acciones se suscitan en un desolado paraje del México rural, rulfiano, como lo aceptaría la guionista al término de la proyección: ''(Hay mucho de Juan Rulfo), sobre todo en el paisaje árido y en la soledad que necesariamente deben tener los personajes. Es una historia de solos, de seres al garete de la vida, como arbustos que mueve el viento. Y ese paisaje concita a un lenguaje rulfiano. La geografía y el lenguaje están unidos, no son arbitrarios".
En esta película, Arturo Ripstein no pierde su característica de provocar a la razón y los sentimientos, pero luce más desenfadado y se adentra con mayor libertad en situaciones de humor pleno.
''La reacción que se me da más en cine es hacia la comedia. Me asusto poco, lloro poco, pero me rio mucho. Siempre quise entrar en este territorio que, aunque inexplorado de mi parte, me parece fascinante. Quise ahora afrontarlo más directamente y sin ambages", señala el realizador.
En su opinión, la comedia, además de ser uno de los géneros con mayor nobleza, permite una penetración más precisa e inmediata. En el caso de La perdición de los hombres, apunta que buscó reflejar ese absurdo tan frecuente en el acontecer de México: ''Venimos de un país en donde se lee a diario que una persona fue asaltada por un policía, en donde privan este tipo de situaciones, en donde el juego político es absolutamente demencial. Y no podíamos ni queríamos estar lejanos a esta manera de ver. Y ahora decidimos afrontarlo muy directamente. No hay reproches de mi parte".
Cercanía con Luis Buñuel
Para algunos periodistas, La perdición... es uno de los filmes de Ripstein más cercanos a Luis Buñuel. ''Estoy convencido de que si él la ve -aclara-, da de vueltas en la tumba. Buñuel, con la escuela surrealista y su bagaje cultural fue a México en busca de lo absurdo. Yo, siendo mexicano, prácticamente no puedo evitarlo".
Acerca de las razones que lo llevaron a rodar en blanco y negro en esta ocasión, comenta que obedeció, sobre todo, a un
gusto personal: ''Cuando comencé mi vocación de cineasta, hace muchos años, no había escuelas de cine en México. Era un arte que se aprendía viendo películas y leyendo libros. Tuve la fortuna adicional
de poder estar dentro de los foros cinematográficos y aprender directamente el oficio. Las películas que veía eran, en su mayoría, en blanco y negro y siempre me gusto mucho, me pareció que daba una apariencia mayor que la vida real".
Paz Alicia Garciadiego, por su parte, explica que esta película es la ampliación del cortometraje Dos deudos, que escribió para una emisora europea de televisión. Rechaza que la historia haya perdido vigor o dinamismo con un par de capítulos que se le agregaron y afirma que, por el contrario, se le apuntaló y se le dio su forma natural.
Niega que en sus guiones aparezcan resabios feministas, así como que sea cruel con sus personajes. Ello, por una observación que se le hizo acerca de las dos historias con las que participa en San Sebastián, Así es la vida y La perdición de los hombres.
''Fui expulsada de un grupo feminista en 1973 por femenina, así que a estas alturas de mi vida mal haría en enarbolar esas banderas. Tengo mucha compasión por mis personajes, por todos, y encuentro la compasión, encuentro la humanidad en el absurdo y en las flaquezas. Entonces, retratar las flaquezas de mis personajes no es un juicio, sino una abrazo. Me rio con ellos y lloro con ellos".