VIERNES 29 DE SEPTIEMBRE DE 2000
Ť Investigadores
La inversión oficial en el campo cayó en forma drástica
Angélica Enciso L. Ť La inversión pública en el campo cayó en forma drástica de 1982 a 1999, ya que tan sólo en fomento rural las aportaciones gubernamentales se redujeron 93.4 por ciento; también se presentó un descenso promedio de 52 por ciento en los precios reales de los granos básicos pagados a los agricultores, dijeron especialistas del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM.
Además de que el gasto público en el agro se redujo de manera importante, las importaciones alimentarias registraron un incremento alto, para ubicarse en 8 mil 601 millones de dólares el año pasado, lo cual equivale a 97 por ciento del valor de las exportaciones de petróleo en 1999, que ascendieron a 8 mil 851 millones de dólares, precisó José Luis Calva durante la conferencia en que se anunció el vigésimo Seminario de Economía Agrícola, que se efectuará la semana próxima.
Otro factor que "hundió" el campo, estimó Calva, es la escasez de créditos, debido a que el año pasado la banca agrícola redujo aquéllos de 19 mil 193 millones de pesos en 1981 a 3 mil 992 millones, con lo que se afectó a los más necesitados.
Detalló que los créditos aportados por la banca comercial y de desarrollo pasaron de 38 mil 333 millones de pesos en 1981 a 18 mil 196 millones el año pasado, pero si se considera la cartera vencida, que asciende a 26 por ciento, la vigente es de 13 mil 471 millones de pesos.
"Las causas del desastre agrícola, en vez de ser combatidas, fueron trastocadas, inculpándose al ejido como causante del desastre. En consecuencia, se decretó la reforma neoliberal de la legislación agraria, sin que la imposición de ésta haya conducido a la superación de la crisis agrícola."
El agro pierde importancia como abastecedor alimentario
En tanto, Ismael Núñez declaró que el hecho de que las importaciones de alimentos crecieran más rápido que la producción agropecuaria, significa que el agro no provee de víveres suficientes a los mexicanos y que de manera paulatina pierde importancia como abastecedor de la industria de comestibles del país.
La escasa atención al campo también se refleja en el apoyo a la investigación y desarrollo experimental, que es de tan sólo 0.34 por ciento, mientras en Estados Unidos, el principal socio comercial, representa 2.7 por ciento del PIB, detalló.
La proporción del gasto en ciencia y tecnología por sectores también es menor para el agropecuario: equivale a 5.7 por ciento, mientras que para educación es de 54 por ciento y para energía, 34 por ciento.
Mientras, María del Carmen del Valle expuso que la política económica del gobierno para el agro ha estado ausente. "Eso llevó a la descapitalización del sector. El TLC de América del Norte, además de desequilibrar la política de precios, impuso cero control a las importaciones, agravando el problema de los productores mexicanos de frijol, maíz y caña".
Consideró que la importancia de la agricultura es innegable y estratégica para reactivar la economía nacional, debido a que 27 por ciento de la población reside en zonas rurales y 70 por ciento de los pobres habita en el campo.