VIERNES 29 DE SEPTIEMBRE DE 2000
Ť Recrudece la disputa Almeida-Campilla
También el líder del sindicato de la PGR busca la dirección de la FSTSE
Elizabeth Velasco C. Ť Raúl Campilla, dirigente del sindicato de controladores de tránsito aéreo (Sinacta), presentó ayer su programa de trabajo para contender por la secretaría general de la FSTSE, pese a que el líder de ésta, Joel Ayala Almeida, lo desconoció como miembro de esa central.
Hace unas semanas se decían "amigos", pero ayer salió a la luz la confrontación, cuando Campilla destapó a los presuntos delfines de Ayala (entre los que mencionó a los líderes de los trabajadores del ISSSTE, José Luis Acosta, y de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, Víctor Bernardo López Carranza), y lo llamó a conducirse con "mesura".
En conferencia de prensa cuestionó: "ƑCuál es el temor de Ayala a que yo participe en la contienda?". Y le pidió que no "obstaculice" lo que sería la primera elección democrática en esa central. "Todo aquél que aspire a dirigir a los trabajadores al servicio del Estado, que gane con el voto libre y secreto de los trabajadores", dijo.
Presentó además dos misivas que le envió el líder del Sindicato de Trabajadores de la Procuraduría General de la República (PGR), Sergio Chico Méndez, en la que le expone sus intenciones de competir por el mismo cargo, y otra en donde pide a Ayala que abra el proceso electoral.
Así, serían más de cinco los aspirantes a dirigir la FSTSE. Hasta el momento, cuatro lo han manifestado abiertamente: Campilla, Chico Méndez, López Carranza y el dirigente de los trabajadores del Sistema de Transporte Colectivo-Metro, Fernando Espino Arévalo. Indirectamente se ha expresado Gildardo Bueno Avechuco.
En su programa de trabajo, Campilla propone el derecho a la negociación colectiva de los trabajadores al servicio del Estado, descongelamiento de más de 400 mil plazas, aumentos salariales de acuerdo con el índice inflacionario, creación de un fideicomiso con aportaciones del gobierno federal para garantizar el pago de las pensiones de más de 360 mil jubilados y eliminar la incorporación obligatoria a cualquier partido político, entre otras.