SABADO 30 DE SEPTIEMBRE DE 2000

Ť Condena Estados Unidos la violencia de "ambas partes"


Mueren al menos siete palestinos en choques con la policía israelí

Ť Analiza Washington mediar en el proceso de paz Ť Convoca la ANP a una paralización de protesta

Afp, Dpa, Ap y Reuters, Jerusalén, 29 de septiembre Ť Al menos siete palestinos muertos y 220 heridos, 14 de ellos graves, es el saldo de un nuevo enfrentamiento entre palestinos y policías israelíes ocurrido hoy en la Explanada de las Mezquitas, en el este de Jerusalén, lugar santo tanto para musulmanes como para judíos.

Israel y Palestina se acusaron mutuamente por los disturbios, en los que también resultaron lesionados 29 uniformados israelíes, en tanto que Estados Unidos condenó la violencia "de ambas partes" y llamó a continuar los esfuerzos para lograr un acuerdo de paz palestino-israelí.

El presidente Bill Clinton indicó que analiza la posible mediación estadunidense en el proceso de paz, pero no adelantó nada al respecto, mientras la secretaria de Estado, Madeleine Albright, pidió al presidente palestino, Yasser Arafat, y al canciller israelí, Shlomo Ben Ami, continuar los esfuerzos por la paz en la región.

Según testigos, los enfrentamientos en la Explanada de las Mezquitas comenzaron al finalizar la oración musulmana del mediodía, cuando algunos palestinos lanzaron piedras contra las fuerzas israelíes, que primero se protegieron con sus escudos y después dispararon balas de goma.

Previamente, los policías habían desalojado a los judíos que se encontraban rezando en el aledaño Muro de los Lamentos.

Según fuentes hospitalarias, varios palestinos resultaron heridos por balas de pólvora. El jefe de la policía israelí, Jair Jitzhaki, también resultó lesionado.

La Autoridad Nacional Palestina (ANP) convocó a una huelga general para este sábado en los territorios autónomos para protestar por la muerte de los siete palestinos, anunció hoy el ministro de Información, Yasser Abed Rabbo.

Al Fata, uno de los principales integrantes de la Organización para la Liberación de Palestina, indicó que realizará una jornada de luto, mientras el líder espiritual del movimiento palestino Hamas, jeque Ahmad Yassin, prometió continuar la lucha armada contra Israel hasta lograr la liberación de todos los territorios autónomos.

La dirección palestina, reunida en Ramallah y encabezada por el presidente Yasser Arafat, afirmó que la intervención israelí fue "un acto de venganza" por las protestas contra de la visita que realizó el jueves el líder del partido derechista israelí Likud, Ariel Sharon, a la explanada.

Las autoridades palestinas señalaron en un comunicado que la operación policial israelí fue "un crimen premeditado", y acusaron a los uniformados de utilizar balas reales contra los civiles palestinos que se reunieron en el lugar para rezar.

Las fuerzas israelíes, señala el informe, "dispararon sin aviso y sin motivo a los fieles, dejando siete mártires y 220 heridos".

El funcionario palestino Hassan Asfur responsabilizó directamente de la violencia al primer ministro israelí, Ehud Barak, y al ministro de Seguridad Interior, Shlomo Ben Ami, "y se les ha de hacer pagar por el precio de la sangre de los palestinos asesinados este viernes, una jornada negra en la historia política de Israel".

Barak, a su vez, acusó a los palestinos de provocar los disturbios, y afirmó que la situación "es grave, esperamos que los palestinos y las autoridades religiosas (encargadas de la gestión de los lugares santos sobre la Explanada de las Mezquitas) tratarán de restaurar la calma. Si no, la policía israelí deberá actuar".

Afirmó que hacen falta "esfuerzos suplementarios" para lograr la paz con los palestinos, durante una entrevista a la radio pública con motivo del año nuevo judío.

Agregó que habló con Arafat "y le he dejado claro que no los aceptamos y que esperamos que la ANP trate por todos los medios de los que dispone para que los ataques contra los israelíes cesen".

Barak declaró que un acuerdo de paz con los palestinos es posible si se aplaza la decisión sobre el futuro de Jerusalén.

Los disturbios en la Explanada de las Mezquitas ocurrieron unas horas después de que un policía palestino disparó contra dos guardias fronterizos israelíes en la localidad cisjordana de Kalkiliya. Uno de ellos murió y otro más resultó herido.

Tras este incidente, Arafat se comunicó con Barak "para expresarle su condena al atentado y felicitarlo por las fiestas del nuevo año judío", informó el consejero de Arafat, Nabil Abu Rudeina.