MIERCOLES 1o. DE NOVIEMBRE DE 2000

Ť Definir la palabra ''participar'', punto central en el caso, afirman


Abogados de Hank Rhon acuden a la semántica

Ť La Reserva Federal le atribuye declaraciones falsas e incompletas al comprar un banco texano

Ť Una presunta contribución de Carlos Hank González agrava la situación del empresario mexicano

Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 31 de octubre Ť ƑCómo definir la palabra ''participar''? Esa pregunta es fundamental para la defensa de Carlos Hank Rhon, ante acusaciones de las autoridades bancarias estadunidenses de que él presentó declaraciones falsas, engañosas e incompletas al comprar un banco en Texas.

Al aproximarse la fecha para la primera audiencia pública en el caso de la Junta de la Reserva Federal contra Hank Rhon, los abogados del empresario mexicano han ofrecido miles de cuartillas de argumentos rechazando los cargos contra su cliente, y ahora han indicado que la definición de la palabra ''participar'' será un punto central en el caso que empezará en noviembre.

Durante casi dos años, los abogados han buscado desacreditar y minar los cargos presentados por la Junta de la Reserva Federal, máxima autoridad bancaria, de que el empresario violó las regulaciones financieras de este país cuando no divulgó una contribución secreta de Carlos Hank González a los fondos de inversión utilizados por Hank Rhon para adquirir el Laredo National Bank.

Las leyes estadunidenses obligan a los propietarios de acciones mayores de bancos a divulgar todo interés externo que pudieran estar representando. Sobre la base que este requisito fue violado, la Junta de la Reserva Federal está buscando obligar a que Hank Rhon venda sus acciones en el Laredo National Bank, prohibir que haga cualquier otra inversión en el futuro en la industria bancaria estadunidense y aplicar multas de hasta 40 millones de dólares.

Hank Rhon ha rechazado estos alegatos y ha acusado a la Reserva Federal de prejuicio contra los mexicanos. También ha acusado a Citibank de contribuir al caso contra él, con el propósito de evitar cargos contra ese banco en el caso de Raúl Salinas. ''Esto es sólo un ejemplo del hostigamiento... diseñado para obligar la salida de un nacional mexicano de la industria bancaria de Estados Unidos'', escribieron los abogados de Hank Rhon en documentos presentados ante las autoridades judiciales en septiembre.

El 6 de noviembre, primera audiencia

Pero estos argumentos no han logrado hacer suspender el caso. Este mes, un juez administrativo en Washington se negó nuevamente a descartar los cargos presentados contra Hank Rhon y rechazó una solicitud para postergar la audiencia pública sobre el caso el próximo año. En su fallo de este mes, el juez Arthur L. Shipe ordenó que la primera audiencia sobre los cargos contra Hank Rhon se inicie el 6 de noviembre.

Si procede la audiencia, los abogados de Hank han indicado en documentos preliminares que no existen pruebas de que su cliente haya permitido que su padre se convirtiera en un inversionista secreto en el Laredo National Bank (empresa en la que Hank Rhon aún mantiene el control accionario).

Los abogados están atacando en particular las declaraciones de Amy Elliott, en las que la ahora famosa vicepresidenta de Citibank (fue banquera ''personal'' de Hank Rhon y la familia Salinas de Gortari) describe una reunión con Hank González en la casa del mexicano en 1993. ''En esta reunión, el señor Hank González declaró que le gustaría adquirir una participación de 20 millones en el banco en Laredo'', escribió Elliott en declaración jurada, copia de la cual fue obtenida por La Jornada.

Cuando los abogados de Hank Rhon interrogaron a Elliott este año, le preguntaron específicamente por qué en su declaración jurada en inglés había entrecomillado la palabra participación. ''Lo que él dijo es que quería participar en el Laredo National Bank, porque el banco se había (desempeñado) muy bien'', dijo Elliott, utilizando la palabra ''participar'' en español, al responder a interrogatorios bajo juramento en febrero de 2000, según una transcripción de su declaración obtenida por este diario. ''Eso podría implicar un número de cosas, hasta poder tocarlo, tener un entendimiento, a ser accionista, a salir al mercado''.

Sin embargo, Elliott insistió en que el profesor Hank deseaba adquirir un interés financiero en el Laredo Bank, y ha testificado bajo juramento que más tarde ella hizo arreglos para que Citibank otorgara un préstamo al político mexicano para el propósito -suponía ella- de adquirir un interés en el Laredo National Bank.

Está en veremos si los abogados de Hank Rhon lograrán sostener con éxito que el padre del empresario no tenía la intención de invertir en el banco, sino que sólo deseaba ''tocarlo''. Pero estos abogados argumentan que este caso ya ha dañado a sus clientes por haber resultado en una serie de divulgaciones sobre las actividades de la familia Hank. En esto, por lo menos, podrían tener razón.

Aunque los juristas han intentado reiteradamente buscar una orden legal para mantener secretos todos los documentos relacionados con el caso, ya se ha dado a conocer una amplia evidencia sobre la compleja red de inversiones secretas, y la existencia de empresas establecidas fuera de México para ocultar fondos tanto de Hank Rhon como de su padre.

En una relación que se estableció, al parecer desde 1982 -de acuerdo con un documento obtenido por La Jornada-, Citibank asistió a Hank Rhon y Hank González en el establecimiento de una empresa en Panamá, en la que se colocaron por lo menos 30 millones de dólares. Para diciembre de 1993, según otro memorando interno de Citibank obtenido por La Jornada, Hank Rhon tenía ya 100 millones de dólares depositados en esa institución bancaria. En ese documento de 1993, el vicepresidente de Citibank, Edward Montero, describió a Hank Rhon como ''el tipo de individuo altamente respetable, de principios, y con un valor neto alto sustancial con quien queremos asociarnos''.