MIERCOLES 1o. DE NOVIEMBRE DE 2000

Ť Libro con textos de la pintora, seleccionados por Raquel Tibol


Escrituras modifica la visión acerca de Frida Kahlo

Merry Mac Masters Ť La compleja e inquietante personalidad de Frida Kahlo se hizo presente en la voz de Raquel Tibol, quien leyó algunos de los 94 textos de la pintora, desde pequeños recados hasta largas cartas, publicados en el libro Escrituras. Frida Kahlo, selección y proemario de Raquel Tibol (UNAM, 1999). Al participar ayer en el ciclo Venga a tomar café con..., en el Museo de Arte Moderno (MAM), la periodista y crítica de arte anunció que ahora prepara una segunda edición del volumen, porque ''ya tengo 15 textos tibol-raquel-kalho-1-jpg más, algunos de una importancia verdaderamente fundamental".

De entrada, expresó su interés de que el público comprendiera algunos de los aspectos de Kahlo, porque ''ha sido presentada como una víctima". El texto más temprano es del 1 de enero de 1924 y está dirigido a su novio, Alejandro Gómez Arias. La escritora aclaró que si tuvo que tomar esas cartas de la biografía de Hayden Herrera, fue porque ''los sobrinos de Gómez Arias se entendieron con los Arvil para no dejar circular la correspondencia". Apuntó: ''Hay una tremenda mezquindad en torno a todos los documentos de Frida. Hoy por hoy son valores monetarios. No son valores literarios, ni artísticos, ni humanos". Por 1974, Tibol fue la primera en publicar cartas de Frida Kahlo a Gómez Arias, copiadas en casa de este último, ''de manera incompleta porque me fueron vigilando, él y su mujer, como si yo fuera a robar algo".

La precocidad sexual de la pintora fue otro tema abordado. Por los datos que se deducen de los escritos, Frida seguramente comenzó su vida sexual con Alejandro Gómez cerca de los 15 años ''reales" de edad, ''aunque ella se los quitaba", continuó Tibol. No obstante, reconocía que era ''cosa fácil" y con una ''necesidad de contactos con otros", más adelante Frida afirmaría: ''Para mí valgo mucho más que un centavo, porque me quiero tal como soy".

Para Teresa del Conde, directora del MAM, con la edición de Escrituras, ''hay que cambiar la visión psicológica de Kahlo, así como muchos datos biográficos".

Otro mito tocado fue la supuesta ansiedad de Frida de tener un hijo. Tibol recordó que al accidentarse en 1925, Kahlo, de 18 años, estaba embarazada. Ya casada con Diego Rivera, también quedó encinta pero se le aconsejó abortar. En 1932, cuando Rivera pintaba los murales de Detroit, Frida se embarazó de nuevo. Ante la incertidumbre de tener el niño o no, escribió a su médico mexicano pidiéndole consejos y argumentando toda una serie de factores para no dar a luz, desde una ''herencia en la sangre" -había antecedentes de sífilis y serios cuadros de tuberculosis en su familia- hasta el estado de debilidad en que se encontraba y el hecho que estaba sola en otro país.