EL TONTO DEL PUEBLO

Tiempos de cambio. Hace tres días volvieron a subir los precios del gas (natural y butano), la gasolina y la luz eléctrica. El aumento, como todos los meses, impactó los precios de muchos productos (en esta ocasión el huevo llegó a 11 pesos kilo). Y como todos los meses, nadie dijo nada al respecto: para la "oposición" perredista, el tema es invisible e intocable; para la "izquierda" extraparlamentaria, había cosas más importantes, como la impureza ideológica del PRD.

El "gobierno" de Ernesto Zedillo aplicó la medida con su frialdad rutinaria, pese a los estragos sociales que nos causa. En el equipo de Vicente Fox no hubo una sola persona que manifestara su inconformidad por tal abuso. En los medios, para redondear el cuadro, tampoco hubo "líderes de opinión" que externaran la mínima molestia.

Ante el beneplácito que la sociedad política está demostrando por el programa económico del salinismo, los "expertos" del presidente electo aprovecharon la semana para anunciar que estudian ya la imposición de un aumento al salario mínimo. ¿Usted gana 37 pesos diarios por trabajar ocho horas? Pues alégrese. A partir del año entrante, si la reforma fiscal se aprueba, percibirá todavía un poco menos.

Como parte de la transición que vivimos, el gabinete presidencial que se va ha depositado ya en manos del gabinete presidencial que viene un bonito y completo estuche de mentiras, que hemos oído hasta el cansancio, acerca de la "apertura" del sector eléctrico. Quienes retrasen la iniciativa en esta materia, declaró el jueves Diego Fernández de Cevallos, jefe parlamentario del nuevo partido oficial en el Senado, "que se atengan a los apagones".

El foxismo se perfila, sombríamente, como la fase superior del salinismo.

¿Y Chiapas? No, me dicen ?y le dicen al tonto del pueblo? quienes defienden con rabia la esperanza de cambio que les infundió Fox: en política económica no podemos esperar modificaciones por lo menos antes de tres años. Seamos realistas, insisten: exijamos lo posible. El Fobaproa, argumentan; los compromisos que nos atan al Banco Mundial, pontifican; la disciplina financiera que nos exige el FMI, sostienen. Hay que tener paciencia, concluyen: vas a ver que él sí sabe cómo hacerlo.

Correcto, sí, está bien, lo admitimos. Pero, ¿habrá cambios en otras esferas? Chiapas, por ejemplo. El 18 de octubre pasado, el "gobierno" federal expropió un terreno de cinco hectáreas y media en el ejido Amador Hernández, donde el Ejército edificará instalaciones de guerra permanentes ?edificios de acero, concreto y aluminio?, para asegurar su presencia en esa puerta de entrada a la reserva natural de Montes Azules.

¿Qué mensaje es este? Durante casi dos años, los campesinos zapatistas de Amador Hernández han mantenido una protesta pacífica y tenaz, sin descansar un solo día, frente a las alambradas de púas, los nidos de ametralladoras, los perros de ataque y los soldados imperturbables que resguardan las tierras despojadas a los indígenas. Estos, además de resistir aislados, en la cumbre de una selva a la que sólo se puede llegar en avioneta, han interpuesto los recursos que teóricamente les brinda la ley y han pedido la protección del derecho de amparo contra este atropello.

La respuesta de los jueces de Tuxtla Gutiérrez ha sido la misma de siempre: no ha lugar, no procede porque los quejosos, en realidad, no existen. Pronto habrá nuevos cuarteles en Amador Hernández, los generales cobrarán las comisiones respectivas, el repliegue de las fuerzas armadas habrá de posponerse, la reanudación del diálogo con el EZLN se aplazará, tal vez, indefinidamente.

Satisfacción de la democracia. Transformar la política económica del salinismo no es enchílame otra. Sacar al Ejército de Chiapas, reconocer los derechos de los pueblos indios, no es menos difícil. Convenzámonos: hay que darle tiempo a Fox para que lleve a término los ajustes estructurales que dejó pendientes Zedillo; lo demás, nos dicen, vendrá por añadidura. Lo fundamental en estos momentos históricos de cambio, nos predican, es que todo siga igual. Que la devastación del país permanezca, en todos los órdenes, idéntica a sí misma.

Los mexicanos debemos felicitarnos ?y remendar nuestras mejores galas para asistir a las macrofiestas que celebrarán la toma de posesión de Fox? porque el 2 de julio, en un ejercicio ciudadano sin precedentes, instauramos al fin la democracia. El pueblo votó y la ultraderecha ganó de calle. ¿Qué más queremos? El Instituto Federal Electoral coordinó con plena independencia los comicios más competidos  004a1pol pero también los más limpios de nuestra historia. ¿Qué más podemos pedir, si habíamos soñado con ello toda la vida?

El 2 de julio, nos machacan, conquistamos unas instituciones electorales intachables. En todas las controversias (menores al fin) que se desprendieron de aquella contienda, los tribunales federales resolvieron con absoluto apego a la ley, sin banderías partidistas. Desde aquel cercano entonces, las instancias ciudadanizadas que se encarguen de organizar comicios en cualquier estado de la República, serán confiables, honestas y verídicas per se. Poner esto en duda, nos alertan, sería ir contra el espíritu de cambio que impera en el país.

Sí, sí, de acuerdo, perfecto, decimos, y qué bueno que así sea, pero, ¿esto también se aplica para el caso de Tabasco? Bueno, tal vez nos dirán los foxistas en breve, lo de Tabasco es la pequeña excepción que siempre confirma la regla, pero si tenemos paciencia lo resolveremos dentro de seis años. Hombre, por el amor de Fox, ¿qué tanto es tantito?

A la usanza de "Por mi madre, bohemios". El viernes de la semana pasada, al término de una conferencia que impartió a los estudiantes de derecho de la Universidad Autónoma de Nuevo León, en Monterrey, el flamante presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), Luis Fernando Ojesto Martínez Porcayo, se dejó entrevistar por Mirna Ramos, reportera de El Norte. Esta le preguntó:

?¿Hay marcha atrás después de lo que se ha logrado?

Ojesto Martínez Porcayo respondió textual:

"Pues de repente hay tendencias (?), sin embargo, son tendencias y son apariencias. Yo he platicado con gente que estuvo en el estado de Tabasco, por ejemplo, en donde claramente me dicen que la gente votó sin presiones (que se lo digan claramente no implica que sea verdad sino que el magistrado oye bien. La R.), que votó sin preocupación, salió el día de la jornada electoral, emitió su sufragio, no hubo anomalías, ¿no? (¿Es una pregunta o una sentencia? La R.)

"Entonces decir, por ejemplo, que la elección no sirve en ninguno de sus aspectos, es pensar, para la gente que no lo vivió, que en ese estado hubo utilización de la fuerza, hubo presión indebida sobre los electores, lo cual parecería un retroceso (al contrario, mi buen: fue un avance; todas las elecciones de aquí en adelante deberían ser como las de Tabasco. La R.)

"La prensa, por ejemplo, no ha denunciado que a nadie lo secuestraron, lo golpearon, lo obligaron, lo ataron o le impidieron votar (tiene usted razón, mi buen, La Jornada, Reforma, Proceso, El Universal, Milenio y El Noticiero de Joaquín López Dóriga sólo documentaron "incidentes aislados" como la red cibernética que enlazaba al Instituto Electoral de Tabasco con la casa del gobernador. La R.)

"Fue una de las elecciones más observadas tanto por partidos como por la ciudadanía en general, hubo observadores nacionales y extranjeros (¿le cae? La R.), hubo participantes de la sociedad civil que no nos dice (sic) lo que de repente magnifican los periódicos, porque es una estrategia política" (de modo que si la prensa no denuncia secuestros la elección fue válida, pero si "magnifica" otras cosas, entonces La Jornada, Reforma, Proceso, El Universal, Milenio y López Dóriga están conspirando contra la línea de arriba que le tiraron a usted. La R.).

Atrapado sin salida. Cuando las declaraciones de Ojesto fueron conocidas el sábado pasado, el candidato del PRD al gobierno de Tabasco, Raúl Ojeda, y las fracciones parlamentarias de ese partido y del PAN demandaron que el dicharachero presidente del TEPJF fuera destituido en el acto por la vía del juicio político. El martes 31 de octubre, agobiado por el escándalo que acababa de provocar, el magistrado escribió a la redacción de El Norte:

"A una pregunta expresa de su reportera, en el sentido de si se consideraba que existía un retroceso democrático en el caso de Tabasco, yo le respondí que el pueblo tabasqueño se había comportado con civilidad".

En una nota de primera plana, en la que dio a conocer el "desmentido" del juez, el propio diario, sin embargo, aclaró: "La reportera Mirna Ramos nunca cuestionó al magistrado sobre Tabasco. El tema de la entrevista era sobre la democracia en el país y Ojesto fue quien decidió hablar sobre el tema de la elección en Tabasco". Para mayor exactitud, el rotativo puso a disposición del público el audio de la charla a través de su página en Internet.

Las preguntas saltan a borbotones. ¿Ojesto fue a Nuevo León con la consigna explícita de tranquilizar a los empresarios del Grupo Monterrey en el sentido de que, pase lo que pase, el PRI seguirá "gobernando" en Tabasco? ¿El prestigio del tribunal federal electoral es menos importante que el pacto Vicente Fox-Roberto Madrazo? ¿La democracia que conquistamos el 2 de julio murió el 15 de octubre en Villahermosa? ¿Debemos esperar un cambio, aunque sea de presidente del TEPJF? ¿O ya de plano ni eso?

Alcancías fraudulentas. Anteayer, en horas de la tarde, militantes y dirigentes del PRD en Tabasco descubrieron que dentro de la casa que alberga las oficinas del cuarto distrito electoral, correspondiente a Villahermosa, funcionarios de la institución estaban quemando miles de votos y cientos de actas de cómputo sin contar con la debida autorización para ello. La maniobra confirma no sólo que Roberto Madrazo y su candidato no ganaron los comicios del 15 de octubre sino que se atrevieron a destruir las evidencias con las que el TEPJF ?sin el señor Ojesto, desde luego? habría descubierto que Raúl Ojeda ganó la elección.

Pero mientras el escándalo sigue creciendo, el tonto del pueblo me pide dos cosas. Una, invitar a todas las personas que hayan sido estafadas por la caja de ahorros ACO Mi Alcancía, para que a través del buzón electrónico de esta plana se pongan en contacto entre sí y procedan a organizarse. Hasta ahora se habla de 30 mil afectados, en un primer cálculo.

La otra es que, desde aquí, mande un saludo lleno de admiración y agradecimiento a Jesusa Rodríguez y Liliana Felipe, porque anoche conmemoraron los primeros diez años de El Hábito.