SABADO 4 DE NOVIEMBRE DE 2000

Ť Tarea de los gobiernos, regular efectos negativos de la globalización: Gabriela Ilián


Acuerda la OCDE imponer ciertas reglas a los procesos de apertura

Ť Niega el órgano pertenecer a una conspiración internacional del neoliberalismo Ť El Estado debe suplir deficiencias del mercado

Humberto Ortiz Moreno /I Ť Frente a "datos irrefutables" sobre los efectos devastadores de la globalización en los sectores sociales más vulnerables y el ensanchamiento de la brecha entre ricos y pobres, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) rechaza los dogmas y pertenecer a "una conspiración internacional" del neoliberalismo, e impugna a quienes creen ciegamente en ese modelo de desarrollo.

En consecuencia, de común acuerdo entre las naciones miembros de la organización, ha dispuesto imponer "ciertas reglas" a los procesos de apertura.

No se trata de frenar ese proceso, aclaró la jefa de la oficina de la OCDE en México, Gabriela Ilián, sino de poner orden y tomar medidas sobre las empresas multinacionales que operan en los distintos países, bajo ordenamientos que las obliguen a respetar las legislaciones y normas internas de comportamiento básico, ya sea en medio ambiente o en materia de impuestos, y evitar que tomen a los gobiernos como rehenes, aduciendo motivos de inestabilidad para retirar sus inversiones.

En este contexto, recalcó, el Estado debe regresar con un papel más protagónico para suplir las deficiencias del mercado, en una política intensa para revertir los efectos negativos de la globalización.

"El Estado no debe abandonar ni un ápice sus responsabilidades. En áreas donde el mercado tiene mejores resultados en la distribución de los recursos y en la eficiencia económica, que deje que funcione el propio mercado. Pero en muchas otras, donde está la distribución del ingreso y los ciudadanos pueden tener acceso a las oportunidades que da la globalización, tiene que replantear su papel y jugarlo abiertamente", puntualizó Ilián en entrevista con La Jornada, luego de su retorno de París, Francia, en donde se reunió con el secretario general de la OCDE, Donald J. Johnston, para comentar aspectos relativos a las reformas en México.

Expuso que en todas las naciones miembros del organismo hay gran preocupación por el impacto negativo de la globalización en el desarrollo económico, porque "hay datos irrefutables que hemos estado presentando, en el sentido de cómo ha aumentado la brecha entre ricos y pobres a nivel mundial, y cómo realmente hay una tendencia hacia la disparidad en la distribución del ingreso en muchos países".

Desde su punto de vista, la OCDE tiene "un paso adelante" para contribuir en el análisis y decir lo que se está encontrando y cómo hay que abordarlo.

Aseguró: "no hay dogmas, porque muchas veces también se nos acusa de esto. He estado en reuniones en donde de repente parece que formamos parte de una conspiración internacional. No hay tal. Realmente, si creemos en un modelo de desarrollo, lo apoyamos. Pero esto no quiere decir que cerremos los ojos a los impactos negativos que pueda tener y que debamos cambiar y reunir más análisis e información para tomar decisiones más acertadas".

-ƑEstamos hablando de un freno, de un golpe de timón en la corriente neoliberal?

-No es un freno. Son procesos económicos muy largos. No es tan sencillo decir: nosotros, gobiernos del mundo, nos vamos a unir para poner un freno a la globalización. No es posible. Lo que estamos haciendo, al menos la OCDE y algunas otras organizaciones internacionales, es tratar de imponer ciertas reglas. Lo verás en los discursos que va a dar el secretario general de la OCDE. Vamos a imponerlas, a buscar la forma de que las empresas multinacionales cuenten con algunos lineamientos de comportamiento básico; de que en materia de medio ambiente haya un entendimiento común en términos de lo que se puede y no se puede hacer; de buscar que las regulaciones que emiten los gobiernos tengan cierta calidad y efectividad; de intentar, por ejemplo, luchar contra el crimen internacional con técnicas avanzadas sobre lavado de dinero o prácticas impositivas nocivas.

Para Gabriela Ilián hay una serie de áreas en donde la OCDE ha estado avanzando para imponer cierto orden proveniente de los gobiernos.

Reformular el papel del Estado está en el centro del debate. Si en los 80, añadió, hubo una ola de críticas y de consternación por los excesos que ocurrieron en muchas de las naciones miembros, y se llegó al grado de pensar que todo lo que haga el Estado tiene consecuencias negativas, ahora "hay una vuelta hacia la calma, un análisis mucho mejor fundamentado, en el sentido de que éste tiene un papel que jugar".

La funcionaria, quien nació en Michoacán y decidió trabajar de manera imparcial para la OCDE, subrayó que no será posible detener un proceso económico de tales magnitudes, pero el Estado, insistió, "sí puede entrar en acción para tratar de suplir las deficiencias del mercado y adoptar las políticas que puedan revertir sus efectos negativos, o, por lo menos, controlarlos".

Ť Pospuso el Foro Económico Mundial reunión en el DF

Roberto González Amador Ť El debut del próximo gobierno en las grandes ligas del mundo empresarial tuvo que ser pospuesto para 2001, luego de que el influyente Foro Económico Mundial, organismo con sede en Davos, Suiza, decidió posponer para el próximo año una reunión prevista para realizarse en la ciudad de México el 4 y 5 de diciembre, a la que asistirán hombres de negocios de las principales compañías del planeta.

La reunión tendrá lugar el 26 y 27 de febrero de 2001, como parte de una propuesta del equipo de transición de Vicente Fox "para dar mayor impacto" al acto, aunque otras versiones sugieren que la decisión trata de evitar que el inicio del nuevo gobierno sea marcado por manifestaciones en contra de la globalización económica, como las que han tenido lugar en las citas del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el propio Foro Económico Mundial.

Conocido por la cita anual que realiza en el centro turístico alpino de Davos, el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) es una organización independiente, que define su misión como el compromiso de mejorar el desarrollo mundial "fomentando la creación de asociaciones globales entre empresarios, políticos, intelectuales y otros líderes de la sociedad, con el fin de discutir los temas fundamentales de la agenda global".

Planeada para realizarse apenas tres días después de que empiece la administración de Vicente Fox Quesada -inicia el primero de diciembre-, la reunión de la ciudad de México fue anunciada por el WEF como "una ocasión única para conocer al nuevo gobierno mexicano". Sin embargo, el organismo anunció ayer que el encuentro será pospuesto para los días 26 y 27 de febrero próximos, como parte de un acuerdo tomado con el equipo de transición del presidente electo.

"El cambio de fecha obedece a las discusiones mantenidas con el equipo de transición", explicó Claudia González, vocera en Suiza del WEF.

En un comunicado, el Foro Económico Mundial explicó que debido a la relevancia del momento histórico de México, "una coyuntura que abarca un repunte del crecimiento económico, a la par del considerable progreso democrático, el presidente electo Fox y su equipo consideran que la reunión alcanzará mayor impacto de realizarse posteriormente" a la fecha inicialmente convocada.

Al aplazar el acto hasta febrero próximo, señaló el WEF, "los miembros del nuevo gabinete, que participarán activamente en la reunión convocada por el foro, habrán avanzado en el desarrollo de sus respectivos programas, lo que enriquecerá el contenido del debate e intercambio temático propuesto".