SABADO 4 DE NOVIEMBRE DE 2000
Ť Las pérdidas serán heredadas al gobierno de Vicente Fox Quesada
$65 mil millones, rescate de la banca de desarrollo
Ť El quebranto de Nafin proviene de operaciones realizadas principalmente en el sexenio anterior
Roberto González Amador Ť Sigue en aumento la cuenta de los rescates con dinero público para subsanar fallas en la gestión de empresas privadas. La administración que concluye heredará a su sucesora compromisos por al menos 65 mil millones de pesos, producto del rescate de la banca de desarrollo, un conjunto de instituciones que a lo largo de los últimos seis años permanecieron prácticamente inactivas en la gestión de nuevos préstamos.
De manera silenciosa, la actual administración prácticamente ha concluido con el programa de reorganización de los bancos de desarrollo, después de la situación de fragilidad financiera en que cayeron a partir de 1995.
De acuerdo con estimaciones de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) y del Fideicomiso Liquidador de Instituciones y Organizaciones Auxiliares de Crédito (Fideliq), las pérdidas generadas por Nacional Financiera (Nafin), el principal banco de desarrollo, suman aproximadamente 28 mil millones de pesos, mientras que el Banco Nacional de Crédito Rural (Banrural) arrastra deudas no pagadas por 12 mil millones de pesos.
El resto de los recursos que deberán ser destinados para sanear completamente la cartera de crédito y fortalecer la posición financiera de la banca de desarrollo corresponden a Financiera Nacional Azucarera (Fina), el Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext) y el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras).
En el caso de Nafin, el quebranto proviene principalmente de las operaciones realizadas en el sexenio anterior, cuando concedió préstamos, sin aval, a uniones de crédito que nunca liquidaron sus pasivos.
Por lo que toca a Fina, las deudas tienen su origen en el rescate a los empresarios del sector azucarero, en el que también ha participado Bancomext. Esta última institución también ha realizado operaciones de apoyo a industriales del azúcar y en proyectos como el World Trade Center, de la ciudad de México.
La cartera de crédito vencida de la banca de desarrollo será transferida al Fideliq, fideicomiso del gobierno federal constituido en Nacional Financiera, que operará en este caso de manera similar a como lo hizo en su momento el extinto Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa) para rescatar de la quiebra a los bancos privados.