SABADO 4 DE NOVIEMBRE DE 2000

Ť Se trata de impulsar el diálogo creadores-habitantes citadinos: Tostado


Arte y pan, proyecto para reconciliar a la ciudad

Miryam Audiffred Ť ''Sacar el arte a las calles implica riesgos", asegura el director del Museo de la Ciudad de México, Conrado Tostado, quien hace unas semanas tuvo la osadía de convocar a los artistas plásticos del país a rotular las vidrieras de algunas panaderías de la capital con el afán de conseguir ''que la ciudad se reconcilie consigo misma".

El proyecto Arte y pan es su apuesta más reciente para impulsar un diálogo entre creadores y protagonistas de la vida urbana cotidiana. Se trata de que 300 artistas adornen las vidrieras de algunos expendios de la capital y que, al mismo tiempo, renazca el interés por trabajar en los espacios públicos.

Y es que, en opinión del promotor cultural, ''el quehacer plástico contemporáneo se ha encerrado en sí mismo" de tal forma que en la actualidad el artista sólo dialoga con un público muy reducido, por no decir especializado.

Pero, si su propuesta propició grandes expectativas entre la comunidad artística -hubo 14 creadores que, además de rotular los cristales, quisieron hacer esculturas comestibles-, también provocó polémica.

Adolfo Mexiac, por ejemplo, realizó en la vidriera de la panadería El Horno, ubicada en Insurgentes 3755, una obra alusiva al proceso electoral de Tabasco que tenía como personajes a Roberto Madrazo, Dulce María Sauri, a Vicente Fox y al PRD. De acuerdo con el artista, ''los clientes y transeúntes se mostraban jocosos". De hecho, asegura que hubo quienes le hicieron comentarios de elogio mientras hacía este trabajo.

Para el responsable del expendio, don Antonio, la pintura significó un insulto y una falta de consideración puesto que -dijo- ''estaba muy mal hecha y molestaba a mis clientes".

''Me parece que jamás se pensó en las consecuencias que podía tener este proyecto para los dueños de las panaderías. Es un egoísmo total". Por eso, fue borrada a los dos días de su creación.

Ejercicio inédito

El caso de Mexiac no fue aislado. La artista plástica Estrella Carmona ni siquiera pudo concluir su pintura porque al dueño del local le pareció ofensiva.

En palabras de Tostado, estos dos percances han puesto de manifiesto la necesidad de mantener un trato más directo con una población que, al parecer, está poco acostumbrada a la labor artística. ''Sé que nuestra propuesta es un poco delicada y que el diálogo puede ser polémico o de fascinación, pero también creo que la confrontación es lo mejor que puede sucederle a cualquier artista plástico".

El proyecto Arte y pan continuará hasta el 31 de noviembre. Se cuenta con 5 mil litros de pintura y con el apoyo de casi todas las panaderías. Es más, José Luis Valenzuela -director general de la Cámara Nacional de la Industria de la Panificación de México- no duda en comentar que se trata de un ejercicio inédito. ''Sabíamos que en algún momento podía haber inconformidades pero, en general, me parece que es una apertura al arte tradicional de este país, pues este proyecto permite defender y rescatar tradiciones que no siempre son valoradas por las personas debido a la constante mecanización de los procesos".

El arte sigue siendo desacralizado y, en esta ocasión, son muchas las cosas que han quedado al descubierto. La panadería y la escultura dejan ver sus similitudes y, al mismo tiempo, se hace evidente que los artistas trabajan lejos de las personas. ''Los rituales del arte contemporáneo son cada vez más insignificantes", concluye Tostado. ''Hay que sacar el arte de los museos o concebir a éstos como una relación humana y no como una tortuga de enorme casa y gran acervo".