DOMINGO 5 DE NOVIEMBRE DE 2000

Ť Recibirán además $4,500 en vales de despensa; es insuficiente, dice Joel Ayala 


Complemento salarial de $1,600 a burócratas

Ť El pago no afectará las finanzas públicas, asegura el titular de Hacienda Ť Se destinarán $500 millones para vivienda Ť La FSTSE mantiene la demanda de 90 días de aguinaldo

Enrique Méndez y Fabiola Martínez Ť Antes de que termine este sexenio, cada uno de los trabajadores al servicio del Estado, entre ellos los maestros de educación básica, recibirán un "complemento" salarial de mil 600 pesos, más vales de despensa por 4 mil 500 pesos en forma individual. También se destinará una partida especial de 500 millones de pesos para vivienda, por lo que el costo total de esta erogación no programada será de 17 mil 275 millones de pesos, cifra que equivale al presupuesto de casi dos años de la Universidad Nacional Autónoma de México.

El dirigente de los burócratas, Joel Ayala Almeida, dijo que este "complemento", independiente del pago de aguinaldo de 40 días de salario, no resuelve las demandas de los trabajadores del Estado, pero que debió aceptarse porque "las circunstancias obligaron" a ello.

Anticipó que la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE) mantendrá sus demandas de que el aguinaldo sea de 90 días de salario y se basifique a los trabajadores eventuales que realizan funciones de carácter permanente, e informó que la próxima semana respaldarán a los trabajadores del gobierno de la ciudad para que la administración capitalina también les entregue una compensación económica.

"De ninguna manera estamos satisfechos, este es un avance concreto, pero seguimos recibiendo un salario bajo y continuaremos la demanda de mayor ingreso", declaró.

El secretario de Hacienda, José Angel Gurría, dijo anoche que aun cuando el gobierno federal tendrá que entregar estos recursos, "se respetó" la prohibición expresa del decreto de Presupuesto de Egresos de no otorgar suma alguna por concepto de bono sexenal, y afirmó que este gasto no afectará el equilibrio de las finanzas públicas.

A 10 días de que el presidente Ernesto Zedillo negara públicamente la entrega de un bono sexenal, el gobierno cedió a la presión de los sindicatos afiliados a la FSTSE, cuyos integrantes desquiciaron durante varios días la ciudad de México, y dio por concluidas las negociaciones con la directiva burocrática en una reunión a la que ya no fueron convocados los diputados que habían ejercido un papel mediador.

La información de que se entregará un "complemento" salarial a un millón 550 mil burócratas de base y a un millón 200 mil maestros fue dada a conocer en un comunicado conjunto ?que leyó Gurría? suscrito por la FSTSE y las secretarías de Hacienda y Gobernación, al final de una ronda de negociaciones en las oficinas de Diódoro Carrasco Altamirano.

Gurría se negó a precisar de dónde se obtendrán dichos recursos, y se limitó a leer el boletín, en la sala de conferencias de Gobernación, donde estuvo acompañado por Carrasco Altamirano, Joel Ayala, y el dirigente del magisterio, Tomás Vázquez Vigil. Dijo que después de revisar los recursos disponibles en el sector público y "conciliadas las posiciones de ambas partes", se "culminó satisfactoriamente un esfuerzo de negociación".

El gobierno y la FSTSE, agregó, acordaron que se pague un "complemento" de mil 600 pesos a cada trabajador afiliado a algún sindicato de esa federación y a los profesores del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), que será entregado en efectivo durante este mes en cada una de las dependencias del gobierno federal.

El acuerdo, leyó, responde a las expectativas de los trabajadores al servicio del Estado para este año y es congruente con el compromiso político del Presidente, en el sentido de atender los planteamientos de los servidores públicos, siempre dentro de la ley y en la medida que lo permita el presupuesto aprobado por la Cámara de Diputados.

Al concluir la lectura del comunicado ?que se limitó a informar del "complemento" pero no de la entrega de vales de despensa--, los funcionarios y los dirigentes sindicales se retiraron sin responder preguntas. Sin embargo, fueron seguidos hasta el estacionamiento subterráneo, donde Ayala Almeida precisó que también se consiguió una partida por 500 millones de pesos por concepto de vivienda.

Ayala dijo que se logró que no se suspendiera la entrega de vales de despensa por concepto de prestaciones de fin de año (canasta básica, pavo y fiestas), que en 1999 fue de 3 mil 965 pesos a cada burócrata. Los mil 600 pesos de "complemento" representan, explicó, 50 por ciento de lo que se exigió originalmente, pero "es un avance concreto hacia la obtención de un ingreso adicional".

-De qué partida se pagarán esos recursos? ?se le preguntó.

-Toca directamente al gobierno federal, en particular a la Secretaría de Hacienda, informar de dónde serán obtenidos esos recursos. Es una prestación por el servicio que nos distingue en el gobierno. No se trata de una suma caprichosa, arbitraria, sino que se basa en la capacidad real de las finanzas, aunque no representa un satisfactor que nos resuelva el problema de bajo ingreso.

Días de presión

El 25 de octubre pasado, el presidente Ernesto Zedillo informó al dirigente de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado que no habría "bono sexenal" para los casi 2 millones de empleados públicos. El mandatario argumentó que el artículo 54 del decreto de egresos para el presente año, aprobado por la 57 Legislatura, prohibía expresamente cualquier pago por fin de administración.

El decreto precisa: "Las dependencias y entidades no otorgarán ningún estímulo, pago o compensación especial a los servidores públicos, con motivo del término de la presente administración del Ejecutivo federal".

"De la misma manera, los poderes Legislativo y Judicial, así como los órganos autónomos por disposición constitucional, deberán abstenerse de cubrir cualquier tipo de estímulo, pago o compensación especial a los servidores públicos a su servicio, con motivo del término de su encargo legislativo o judicial, o bien por el término de la administración correspondiente".

En plena ceremonia de la inauguración del congreso nacional ordinario de la FSTSE en Los Pinos, los representantes sindicales encabezaron una protesta por este hecho, lo que marcó el inicio de una serie de movilizaciones, paros y bloqueos de las principales avenidas de la capital. La amenaza de los burócratas fue contundente: "¡bono sexenal o paro nacional!" Solicitaron además aumento de aguinaldo y retabulación salarial.

De inmediato, los titulares de Hacienda y Gobernación y el dirigente de la FSTSE establecieron una mesa de negociación, como la única alternativa para poner fin al conflicto.

Sin embargo, las divisiones al interior de la federación sindical se hicieron evidentes y los empleados rebasaron a sus líderes locales y nacionales. Miles de trabajadores salieron a las calles y realizaron diversos paros de "brazos caídos".

Mientras se realizaba la "negociación oficial" ?primero en las oficinas privadas de la Subsecretaría de Egresos de Hacienda y días después en la Secretaría de Gobernación?, un grupo de 16 sindicatos encabezados por los trabajadores de las secretarías de Agricultura y de Desarrollo Social buscaron la intervención de una comisión de diputados federales.

 El viernes pasado, la Secretaría de Hacienda manifestó su "voluntad" de otorgar algún tipo de gratificación o pago extraordinario con el propósito de no transgredir el marco legal establecido en el Presupuesto de Egresos.

 Si bien se dio por concluida la negociación, la FSTSE considera que no hay una respuesta satisfactoria al pliego petitorio de 11 puntos que desde el 27 de septiembre entregó a la Secretaría de Hacienda.

 Además del pago del bono y el aguinaldo, así como la retabulación, los empleados públicos solicitaron liberación de los recursos económicos que el Fovissste tiene en reserva; el establecimiento del servicio civil de carrera; y la basificación de los trabajadores eventuales que realizan funciones de carácter permanente.

 Además, descongelamiento de plazas; desaparición de zonas económicas salariales; pago a todos los burócratas de 150 pesos mensuales por concepto de "desarrollo y capacitación", y promover un nuevo catálogo general de puestos.