LUNES 6 DE NOVIEMBRE DE 2000

Ť Así los ubica la etapa actual de la transición, dice el subsecretario de la SG


Los partidos, en busca de una nueva identidad: Labra

Ť En las pasadas elecciones no vimos ofertas ideológicas sino una contienda de personas, apunta

Ť Los diversos sectores tratan de adecuar sus espacios frente a la nueva oferta de gobierno

Alonso Urrutia Ť Responsable de Desarrollo Político en la Secretaría de Gobernación, Armando Labra dice que la etapa actual de la transición ubica a los partidos políticos en búsqueda de una nueva identidad frente a la sociedad. ''Seamos realistas, en las últimas elecciones no vimos la presencia de proyectos nacionales de los partidos, de ofertas ideológicas. Vimos una contienda de personas que estaban subsumidas en otra dimensión diferente a ofrecer una nueva visión del país''.

Tras definir que la democracia es conflicto y gobernabilidad, Labra destaca que estamos en una fase caracterizada también por un reacomodo social en donde los diversos sectores tratan de adecuar sus espacios frente a la nueva oferta de gobierno que está por llegar. Hay un reacomodo de fuerzas sociales y políticas en donde si bien no hay ruptura, éstas se encuentran ''frente a un nuevo grupo en el poder que trae todavía un bagaje de incógnitas''.

En entrevista, señala que la siguiente fase del proceso de transición del país es una creciente exigencia social al cumplimiento de las ofertas electorales. En México -dice- no se ha dado una ruptura con un sistema ni con un régimen, se mantiene el mismo marco jurídico, pero es claro que la sociedad ha asumido lo que representa el poder popular del voto.

Ahora, destaca, lo importante es que la sociedad comienza a advertir los beneficios de la democracia en aspectos económicos y sociales. Para Labra, la clave de ello se encuentra en los gobiernos municipales, donde se podrán constatar con mayor nitidez, con las innovaciones constitucionales en la materia, ''las contradicciones, las posibilidades, las capacidades e incapacidades de la democracia mexicana''.

Acotamiento del presidencialismo

Labra parte del análisis de la reforma del Estado, de los avances del denominado nuevo federalismo para abordar la transición del país. De entrada, el subsecretario destaca que éste forma parte del proceso de acotamiento del presidencialismo, factor que por muchos años dejó sólo en el discurso al federalismo. Para el funcionario de Gobernación, una parte poco percibida en la reforma del Estado son los avances en materia de federalismo, cuya importancia -dice- es fundamental porque ha implicado la descentralización de recursos que favorecen programas sociales.

''Se ha progresado en aspectos administrativos, financieros y legislativos'', cuyo efecto inmediato es que ahora los gobiernos municipales ya no son entes administrativos, sino que asumen capacidad de gobierno. La descentralización de recursos ha impactado, en principio, en 423 municipios altamente marginados, al tiempo que ha posibilitado la asociación de gobiernos municipales que favorece el desarrollo regional.

-La queja recurrente de los gobiernos opositores es la centralización de recursos que imposibilita responder a demandas sociales.

-Con los cambios, ahora los municipios manejan 61 mil millones de pesos. Es decir, por cada peso federal los estados y municipios gastan 1.50. Hace seis años eran 70 centavos. Un aumento importante, aunque los rezagos son tan abrumadores que los recursos nunca serán suficientes. La tendencia de recursos que manejan municipios y estados es creciente. Esto se refleja en términos políticos en una actitud muy madura de la sociedad respecto a las transformaciones. Si no se dieran mejoras habría mucha irritación, pero hay una gobernabilidad, entendiéndola como que la vida política se mantenga dentro de los márgenes de la legalidad y conductas ciudadanas constructivas. Se trata de que el país avance y dirima sus conflictos, porque la democracia es conflicto, no estamos acostumbrados, pero se trata de que esto se dirima dentro de la ley, y con actitudes sociales que no sean lesivas de la estabilidad política.

-ƑCuál es su balance de las relaciones Federación-estados-municipios, y sobre todo con los gobiernos de oposición?

-El ejercicio de la pluralidad es constructivo, productivo y novedoso. Hoy, la mayor parte de la población es gobernada en 51 por ciento por partidos diferentes al PRI y no hay rispideces excesivas. Es un resultado natural del cambio en el mapa político derivado de una democratización que la sociedad exige, demanda y conduce...

-Pero el presidencialismo ha sido obstáculo al federalismo.

-Sí, pero ha habido un proceso de acotamiento del presidencialismo, que ha sido muy contundente No necesitamos estadísticas para demostrarlo. Ahí está y quiere decir que el poder se socializa en una pléyade de actores, y en la medida en que esto resulte en beneficio social y resulte en la eliminación de desigualdades, se justificará; si no sucede esto, no se va a justificar. La sociedad mexicana es muy madura en su apreciación política y por ello tras el 2 de julio por voluntad de la sociedad nadie se quedó con todo, hay equilibrios.

-ƑLa sociedad ha aprendido que el voto sirve para sancionar?

-La sociedad hizo evidente que el voto cuenta y que implica no solamente acudir a votar, sino asumir la responsabilidad de su voto. La sociedad ejercerá a plenitud este poder popular que ha descubierto, que ha conquistado, porque no es una graciosa concesión de nadie, aunque hay que tener claro que la democracia no nació el 2 de julio ni se acabo ahí

-ƑEl caso Tabasco no altera el escenario del cambio democrático?

-No, en el futuro serán frecuentes comicios muy cerrados. Así deberemos visualizar las contiendas en adelante. Al fin de cuentas un voto es suficiente para decidir. Hay que entender que no sólo hay democracia cuando el PRI pierde. El PRI tiene estructura y hay que aceptar la ley de la democracia, aceptar el triunfo del otro, aprender a perder y a ganar...

-ƑPero el conflicto sigue en tribunales?

-Sigue ahí, pero si vemos Tabasco hace seis años, estaba mucho más candente, más conflictivo y más desbordado. Ahora hay una disputa electoral en los tribunales. Lo importante es que se está dirimiendo dentro de la ley. Eso es lo que importa, que no haya conflicto.

-Por su impacto nacional, Ƒno hay riesgo de ingobernabilidad?

-No veo ese riesgo. Se han seguido los cauces y tengo la certidumbre de que prosiga el proceso por un cauce legal. La sociedad está madura y exige que se tenga confianza en las instancias electorales, con virtudes y defectos. Si socavamos las instituciones que hemos creado y les quitamos la confianza que les hemos dado, entonces tendremos un problema.

-ƑCómo evalúa la secuela y el comportamiento de los partidos?

-Los partidos están en un proceso de maduración y creo que se asimilará el resultado de las elecciones, así sea por un voto. La democracia exige que se acepte un resultado hasta en esa mínima expresión.

-Desde su perspectiva, Ƒqué sigue en la transición mexicana?

-Cuando se habla de transición se evoca los cambios en Europa oriental, cambios de sistema, de régimen. En el caso mexicano no ha implicado un cambio de sistema, sigue vigente el marco legal. No ha habido un cambio de régimen porque los actores institucionales conducen el proceso. Sí habrá un cambio de gobierno, pero a diferencia de las transiciones europeas, de ruptura, aquí hay una transición de tersura. El reto de la transición radica en la capacidad de la sociedad de apropiarse de la transición y darle sentido democrático al cambio. La transición ahora tendrá que centrarse en la gobernabilidad, que los cambios que decida la sociedad en una interrelación con el gobierno se mantengan en un marco institucional. Y esto implica también que la población participe de los beneficios de la democracia, políticos, económicos y sociales.

-Se habla de la caída del viejo sistema...

-Un sistema es algo muy complicado, es un cambio estructural. No es el caso de México, el país sigue siendo el mismo institucionalmente. Sólo habrá nuevas formas de cumplir los compromisos, pero no implica un cambio ni del sistema ni de régimen.

-Pero existen ya reacomodos, por ejemplo, se perfilan las nuevas relaciones en el movimiento obrero muy diferentes a las tradicionales.

-Es época de cambios. En México ya se vislumbraba una ampliación en el espectro de sindicatos, y ya se había roto el sistema corporativo. En nuevas circunstancias se darán nuevas expresiones en la relación política, y como todos los sectores de clase disputan sus espacios. Cada cambio de gobierno hay un replanteamiento de los sectores para posicionarse en función del ejercicio del poder. Es un reacomodo de fuerzas sociales, hay matices particulares labra-armando-jpg asociados a un nuevo grupo en el poder que trae un bagaje de incógnitas que tendría que ir confrontando.

-ƑLa siguiente etapa de la transición es una nueva relación entre el gobierno y la sociedad?

-La sociedad se está organizando y no necesariamente a través de los partidos; hace tiempo que se organiza no tanto para acceder al poder, que es lo que define a un partido. La sociedad tiene una gama muy amplia de organización que no busca llegar al poder pero sí a influir en él, con demandas específicas. Hay una efervescencia de la sociedad en medio del horizonte sismático en los partidos, en todos. Están en un proceso de acomodo para revisar sus liderazgos, ideologías. Frente a esta catarsis por la que pasan hay que concluir que ningún partido tiene una oferta clara, que tienen que redefinir sus ofertas y buscar relacionarse diferente con la sociedad, lo que romperá los clientelismos que los han desvirtuado.

-ƑHan perdido su identidad?

-Buscan una nueva identidad, porque todos tienen que redefinir su proyecto nacional. Hay que ser realistas, en las últimas elecciones no vimos la presencia de proyectos nacionales, de los partidos, ofertas ideológicas. Vimos una contienda de personas, pero los partidos estaban subsumidos en otra dimensión diferente a la de ofrecer una visión de país a futuro; había expresiones de los candidatos pero no de partidos; esa es una de las razones que explica el sisma que enfrentan. Ellos reflexionan cómo restructurarse para llegar a la sociedad con un planteamiento fresco, con una prospectiva que responda a las sociedad en el nuevo contexto.