JUEVES 9 DE NOVIEMBRE DE 2000

Ť Aparente triunfo republicano en ambas cámaras


Aún sin definir, la conformación final del Congreso estadunidense

Ť En el Senado se espera el conteo de boletas de ausentes

Ť Márgenes muy estrechos en los resultados preliminares

Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 8 de noviembre Ť En la elección nacional más extraña del siglo, ni el resultado legislativo es definitivo.

Aunque los resultados preliminares indican que los republicanos lograron mantener el control de las dos cámaras del Congreso, esto podría permanecer entre interrogaciones durante días y tal vez semanas. Entre los triunfadores y los derrotados hay figuras nacionalmente conocidas.

Sin duda, la figura más prominente del nuevo Congreso será Hillary Rodham Clinton, quien se convirtió en la primera primera dama en obtener un puesto electo federal al ganar un asiento en el Senado por el estado de Nueva York.

El premio para el hecho más extraño de esta ya de por sí elección extraña fue el triunfo del candidato al Senado por Missouri, Mel Carnahan, quien murió en un accidente aéreo poco antes de la elección. Su viuda está dispuesta a asumir el puesto pero los republicanos han indicado que disputarán su derecho de hacerlo, citando una ley que requiere que un candidato a la legislatura debe ser "habitante" de su estado y sostendrán que el difunto ya no "habita" esta tierra.

Entre los derrotados, los más notables incluyeron al representante republicano James Rogan y el candidato al Senado republicano Bill McCullum, ambos con un perfil nacional por haber sido "gerentes" del proceso de destitución del presidente Bill Clinton en la Cámara baja en 1998.

Por el momento, en la Cámara de Representantes todo indica que los republicanos defendieron con éxito su control, aunque su margen de mayoría de siete curules quedará reducido por lo menos a una curul menos.

Sin embargo, hay tantas contiendas que se definieron por un margen tan estrecho (de unos cuantos miles, en algunos casos de cientos, de votos), que todavía no se puede asegurar la conformación final del Congreso que tomará posesión el próximo enero. Debido a que algunas de estas contiendas podrían definirse por el conteo de las "boletas de ausentes" enviadas por correo y por recuentos solicitados, los resultados finales podrían no conocerse hasta dentro de varias semanas más.

Las 435 curules de la Cámara de Representantes estaban en juego (como es el caso cada dos años), pero la mayoría serán ocupadas por las mismas caras. El balance del poder actual es de 222 republicanos, 209 demócratas y dos independientes.

En el Senado, donde estaban sujetos a las urnas 34 de los 100 puestos (cada senador tiene un periodo de seis años, y un tercio del Senado enfrenta elección cada dos años), el equilibrio entre ambos partidos aún está en duda. Los demócratas, que hasta hoy contaban con 46 puestos frente a 54 de los republic bushianotriste anos, lograron agregar tres curules a su total en las elecciones de ayer.

Por lo tanto, los resultados finales hasta el momento son de 50 puestos para los republicanos y 49 para los demócratas con una contienda aún sin decisión. En el estado de Washington, el republicano Slade Gorton y su contrincante Maria Cantwell están separados por un margen muy estrecho y esperan el conteo de boletas de ausentes para determinar si la Cámara alta quedará pareja, con 50 puestos para cada partido, o si los republicanos mantendrán su mayoría. Según Gorton y las autoridades electorales, el conteo podría tardar días y posiblemente semanas

Si se establece la paridad, las reglas del Senado es que el voto para romper empates en la consideración de asuntos legislativos es otorgado al vicepresidente de Estados Unidos (en su función como presidente de la Cámara alta). Pero de qué partido será el vicepresidente sigue en disputa, y por lo tanto, queda en la incertidumbre el manejo del próximo Senado.

Sin embargo, aun si los demócratas logran obtener los 50 puestos, creando el primer Senado igualmente dividido desde 1880, no podrán controlar la Cámara alta. Si los republicanos ganan la presidencia, Dick Cheney, el vicepresidente de George W. Bush, será el voto 51 para su partido en el Senado.

Si los demócratas ganan la Casa Blanca, el vicepresidente electo y actual senador Joseph Lieberman tendría que abandonar su puesto en la cámara alta, y el gobernador republicano de su estado de Connecticut tiene el derecho de nombrar a su sustituto, y optaría seguramente por alguno de su partido.

Por estos resultados, líderes legislativos de las dos cámaras del Capitolio se expresan de forma esquizofrénica. Reconocen que para avanzar en el negocio legislativo todo depende de esfuerzos de cooperación "bipartidistas", pero al mismo tiempo reiteran acusaciones de que el "otro bando" se rehusa a entender esto y obstaculiza las iniciativas con objetivos políticos partidistas.

Así, muchos pronostican que los próximos dos años sólo habrá más "estancamiento" en el Capitolio.