Espejo en Estados Unidos
México, D.F.jueves 9 de noviembre de 2000 
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Editorial
 
EU: COLAPSO DEL SISTEMA ELECTORAL 

SOL Las elecciones del martes en Estados Unidos desembocaron en un imprevisto empate entre los candidatos presidenciales demócrata y republicano, Al Gore y George W. Bush, lo que obligó a un recuento, voto por voto, de los resultados en Florida. La insólita situación ha colocado en entredicho el vetusto sistema de sufragio indirecto que aún impera en Estados Unidos, en donde los ciudadanos, en rigor, eligen planillas estatales de electores, no funcionarios. 

En cifras absolutas, Gore obtuvo una votación mayor que Bush, pero éste podría conseguir a los 25 representantes que corresponden a Florida en el Colegio Electoral, los cuales, sumados a los 246 que ya tiene, lo colocarían en la presidencia. En ese caso, y debido a las peculiaridades de sus reglas electorales, el país vecino podría tener un mandatario derrotado por el mandato popular pero triunfante por una aritmética que no garantiza la representatividad. 

Aunque pueda parecer un mero problema técnico, la crítica circunstancia tiene preocupantes implicaciones políticas. La más obvia es que el republicano, en caso de ganar el recuento que se realiza en Florida --y cuyos resultados deben darse a conocer esta tarde--, llegará a la Presidencia en forma legal, pero con una legitimidad disminuida. Pero antes de que eso ocurra, y a pesar de los llamados a la calma que se emiten desde los mandos demócratas, el margen de la victoria es tan pequeño --unos pocos miles de votos-- que se vuelve fácilmente cuestionable. Organismos como la Asociación Nacional para el Avance de las Personas de Color (NAACP, por sus siglas en inglés) han denunciado ya, en Florida, la comisión de irregularidades que afectaron negativamente la votación demócrata y que, de corregirse, podrían revertir los resultados generales de la elección. El legislador demócrata Robert Wexler, a su vez, informó de la anulación indebida de 19 mil sufragios en el distrito de Palm Beach, cantidad de votos suficiente para inclinar el recuento total en uno u otro sentido. Para colmo, el hecho de que el gobernador de Florida sea hermano de uno de los aspirantes presidenciales propicia las sospechas sobre una posible distorsión de la voluntad ciudadana en esa entidad. 

Tales circunstancias podrían generar, en las próximas horas, una crisis política de grandes dimensiones en el país vecino, perspectiva por demás indeseable para el resto del mundo, dadas sus consecuencias económicas y políticas globales. 

Se ha evidenciado, así, en forma inopinada, una profunda debilidad institucional estadunidense: la persistencia de un sistema electoral obsoleto y antidemocrático en el país que se presenta ante la comunidad internacional, paradójicamente, como máximo baluarte planetario de la democracia.

 

 

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