DOMINGO 12 DE NOVIEMBRE DE 2000
Ť Admite De la Rúa que hay una profunda crisis
"Controlada", la situación en la provincia argentina de Salta
Ť Continúa el bloqueo de manifiestantes a la ruta 34 hacia Bolivia
Ť Teme Buenos Aires que algunos inconformes "estén armados"
Afp, Ap, Dpa y Reuters, Buenos Aires, 11 de noviembre Ť El gobierno argentino reconoció que tras los disturbios de ayer en dos ciudades de la norteña provincia de Salta, existía "una tensa calma", pese a que la situación estaba "controlada", en el marco de la profunda crisis social en la que sólo obtuvo un tibio apoyo al ajuste económico anunciado la víspera.
Tras la oleada de protestas populares en las ciudades de Tartagal y General Mosconi, que culminaron en incidentes de violencia en reacción a la muerte de un desempleado a manos de la policía, este sábado continuaba el bloqueo de manifestantes en la ruta 34 que conduce a Bolivia.
La zona conflictiva era patrullada por fuerzas especiales de la policía, por lo que prevalecía una "tensa calma controlada".
No obstante el secretario de Provincias, Walter Ceballos, indicó que había reservas del gobierno para iniciar las anunciadas negociaciones ante el temor de que algunos de los manifestantes "estén armados".
En Tartagal y General Mosconi hubo graves daños a edificios públicos, vehículos y una comisaría, en donde seis policías ha-bían sido retenidos para luego ser liberados por los enardecidos manifestantes.
Se trata de desempleados y sindicalistas que reclaman planes de trabajo estatales y medidas de aliento a las inversiones.
La modalidad de los bloqueos se ha generalizado en los últimos meses como forma de protesta ante la crisis económica y el creciente desempleo, por lo que el presidente Fernando de la Rúa anunció la noche del viernes un paquete de medidas económicas y admitió que Argentina se encuentra en mala situación.
Priorizó el pago de la deuda externa y dijo que había que "apretarse el cinturón", por lo que el mandatario comenzó hoy la difícil tarea de convencer al Congreso y a los gobernadores del país para que apoyen su paquete de medidas de ajuste y allanar así el camino hacia la búsqueda de nueva ayuda económica multilateral.
En medio de este panorama el ministro jefe de gabinete, Christian Colombo, reiteró el respaldo del gobierno central a las autoridades de Salta para salir de la crisis que derivó en violencia y caos en esa provincia.
Aceptó que hay una crisis social allí, pero sostuvo que había que "distinguir a los agitadores" que aprovechan el descontento.
Ante peticiones de algunos congresistas para una intervención federal en Salta, Colombo reiteró que las provincias deben resolver sus problemas, aunque con el apoyo del gobierno central, y agregó que De la Rúa se reunirá este domingo con los gobernadores y buscará con ellos pactar un acuerdo sobre "gobernabilidad".
Con anuncios de apoyos a las medidas económicas del presidente por parte del Fondo Monetario Internacional y Estados Unidos, y una mirada cautelosa de Brasil, además de las reservas expresadas por empresarios, economistas y políticos locales, la Iglesia católica argentina advirtió sobre la crisis social y opinó que las medidas propuestas por el gobierno de De la Rúa están encaminadas a "tranquilizar los mercados ".