MARTES 14 DE NOVIEMBRE DE 2000

Ť Igual será en el gobierno de Fox: García Reyes


La política energética de Zedillo obedece a intereses de EU

Ť Petróleos Mexicanos no debe desintegrarse porque iría en sentido contrario a la tendencia actual en megafusiones

Miriam Posada García Ť La política energética seguida por el presidente Ernesto Zedillo responde más a los intereses integracionistas de Estados Unidos que a los propios intereses del país, y así seguirá siendo con la próxima administración ''entreguista y obediente'', advirtió el investigador Miguel García Reyes.

Sobre Petróleos Mexicanos (Pemex), el investigador del Colegio de México expuso que ''a pesar de todo tiene un balance positivo'', pero advirtió que no debe desintegrarse porque iría en sentido contrario al fenómeno que representan las magafusiones entre empresas refinadoras y petroleras. ''Pemex lo tiene todo, no tendría que recurrir a ninguna alianza, pero su situación sería extraordinaria si le permitieran trabajar con sus propios recursos''.

Al hacer un balance sexenal sobre el sector energético nacional, García Reyes destacó que si bien se invirtieron millones de dólares en esta administración, es necesario precisar que esos recursos no se dedicaron a las áreas que más lo requerían como la petroquímica, refinación, y la mayor producción de gas, sino a las actividades que le representaban al gobierno federal la captación de ingresos más rápidos como la producción y exportación de crudo.

Sin embargo, puntualizó, al momento de descuidar las plantas de Pemex hasta llevarlas a la obsolescencia, ésta y otras administraciones también le dejaron el camino abierto a Estados Unidos para convertirse en el principal comprador de crudo, el mayor refinador y procesador de hidrocarburos y petroquímicos, lo que en consecuencia lo colocará como el único proveedor de todo el continente americano.

Como investigador del Colegio de México, Miguel García detalló que el proyecto estadunidense para conectar a toda América mediante oleoductos o gasoductos tiene más de una década de avanzar de manera paulatina. Con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) se concretó una de las partes más importantes, que consiste en conectar el mercado de gas natural entre México, Canadá y Estados Unidos.

Al término de la administración de Ernesto Zedillo quedarán establecidas las condiciones para conectar a estos tres países con Centroamérica a través del ducto para transportar gas natural de América del Norte a Guatemala, mientras la red avanza desde el sur con obras similares en Argentina, Chile, Brasil, Colombia y Venezuela y según los intereses estadunidenses deberá estar terminada en el 2005.

Las señales

Para García Reyes los gobiernos de Carlos Salinas y Ernesto Zedillo han dado señales claras de su complacencia ante la tendencia integracionista. Primero, con el desmantelamiento de la refinería 18 de Marzo bajo la consigna de reubicarla, y luego al no cumplir esta promesa, pero además por haber suspendido la inversión para las áreas de exploración, lo que provocó que en seis años se redujera de manera importante el nivel de reservas.

Asimismo, se dejó envejecer la planta petroquímica, se suspendió la internacionalización de Pemex, no se logró la completa reconfiguración del Sistema Nacional de Refinación, y convirtieron a México en un país para el cual el crudo se transformó en una mercancía y no en un producto estratégico debido a que no cuenta con la infraestructura para procesarlo y convertirlo en productos de mayor valor agregado.

Lo urgente

Miguel García Reyes advirtió que ya como presidente, Vicente Fox debe empezar por establecer una política industrial que le permita proteger los intereses de México ''porque Estados Unidos lo va a obligar a producir más crudo, a invertir más dinero en la producción y no en la exploración, por lo que sus reservas disminuirían considerablemente y esa es una riqueza básica de cualquier país''.

Destacó que si Pemex no se ha vendido es porque de ahí el gobierno federal obtiene el 40 por ciento de sus ingresos, pero si Fox pretende continuar con la política de incrementar la producción y la plataforma de exportación, entonces también deberá poner en marcha esa política industrial hasta ahora ausente, promover la reforma fiscal integral, y tener muy presente que el petróleo es un recurso natural no renovable.

Producción y exportación de crudo en el sexenio

 

Entre 1995 y el tercer trimestre del 2000 México:

 

Ť Incrementó la producción de 3 millones 62 mil barriles diarios a 3 millones 633 mil barriles.

Ť El pesado Maya pasó de un millón 220 mil barriles diarios a un millón 954 mil.

Ť El crudo ligero bajó de 864 mil barriles por día a 724.

Ť La generación de crudo superligero se redujo de 533 mil barriles al día a 496 mil.

Ť Las exportaciones se elevaron de un millón 305 mil barriles por día a un millón 720 mil.

Ť Las exportaciones del Maya aumentaron de 719 mil barriles por día a un millón 153 mil; las de crudo Olmeca pasaron de 429 a 410 mil, y las de Istmo bajaron de 158 mil barriles por día a 123 mil.

Ť El valor de las exportaciones de crudo se incrementó de 7 mil 480 millones de dólares a 11 mil 315.

Ť El precio de la mezcla mexicana de exportación tuvo dos momentos importantes. Al inicio del sexenio se ubicaba en 15.70 dólares por barril, en 1998 bajó hasta 10.17 dólares y en el 2000 cerrará en más de 25.05 dólares por barril.

Ť La balanza comercial de Pemex cerrará este año con un superávit mayor a los 9 mil millones de dólares.

Ť Pemex aportará durante el 2000 más de 35.8 por ciento de los ingresos del gobierno federal equivalentes a más de 151 mil 859 millones de pesos.