JUEVES 16 DE NOVIEMBRE DE 2000

Ť Nueva revisión del pacto de límites marítimos, proponen académicos


Análisis profundo del tratado con EU sobre la zona petrolera del golfo de México, exigen senadores

Ť Se debe evitar cualquier riesgo de que el país vecino pudiera aprovecharse de los hidrocarburos mexicanos, advierten

Andrea Becerril Ť Senadores de los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN) advirtieron ayer a funcionarios de la Secretaría de Relaciones Exteriores y de Petróleos Mexicanos, que la ratificación del tratado con Estados Unidos para delimitar la zona petrolera del golfo de México debe pasar por un análisis profundo en esa cámara, a fin de evitar todo riesgo de que el país vecino pudiera aprovechar sus mayores recursos económicos y tecnológicos para apropiarse de los hidrocarburos nacionales.

Durante la reunión de las comisiones unidas del Senado con la que comenzó el análisis de ese tratado que habrá de fijar límites a la última frontera con Estados Unidos, los senadores priístas Laura Alicia Garza Galindo y Oscar Cantón Zetina, y el panista José Ruben Nordhausen, cuestionaron al subsecretario de Relaciones Exteriores, Juan Rebolledo, y al director general de Exploración y Producción de Pemex, José Antonio Ceballos, sobre el peligro de que finalmente la administración de Washington incumpliera lo pactado, como ha hecho con el acuerdo de libre comercio.

Cantón Zetina hizo notar que los senadores tienen en claro que se trata de un asunto de soberanía, de una decisión que significará ''escriturar la riqueza o la miseria'' para las generaciones futuras de mexicanos. Preguntó, cómo garantizar que Estados Unidos no extraerá petróleo del área nacional, valiéndose de su mayor capacidad tecnológica.

Igualmente, la tamaulipeca Laura Alicia Garza Galindo dijo que llama la atención que Estados Unidos hubiera aceptado quedarse con la superficie menor, sólo 38.22 por ciento del polígono occidental del golfo de México, donde se encuentran ricos depósitos de hidrocarburos, de la zona conocida como Hoyo de Dona. ''Ƒ No tendrán en mente sacar de ahí todo el petróleo posible?'', preguntó.

En respuesta, el subsecretario de Relaciones Exteriores, Rebolledo Gout, dijo que es conveniente ratificar ese tratado que ya firmaron los gobiernos de México y Estados Unidos, a fin de no abrir la posibilidad de que alguien pudiera intentar actuar por su cuenta. Lo mejor es reglamentar ahora, porque nadie va a cuidar el 62 por ciento de los recursos marítimos mexicanos en esa zona del golfo, añadió.

José Antonio Ceballos respondió a los senadores que Estados Unidos aceptó firmar ese tratado porque tiene interés en incrementar sus reservas, y de ahí la importancia de ratificar el pacto para proteger mejor los recursos petrolíferos del país.

Rebolledo Gout insistió en que ''es un tratado que establece además un área restringida, una especie de colchón o de régimen especial, ya que nadie puede explotar nada durante los próximos 10 años y ello nos permite conocer la zona y actuar en consecuencia. Asimismo, establece un mecanismo de consultas obligatorias respecto a esta zona y al resto del área''.

El objetivo de esas consultas, precisó el subsecretario, es que ambas naciones se comprometen a informar, en caso de iniciar la explotación después de los 10 años, si hay un recurso transfronterizo. ''Eso es reconocer que la otra parte tiene derechos también y obliga a un intercambio técnico, geológico y de otro tipo, que nos permita definir las acciones''.

Finalmente, insistió, ''es un tratado que al tener claros nuestros derechos en esta zona, adquiere un valor político y de seguridad, que es una herencia de este gobierno al país''.

Ť Entre las irregularidades desapareció la isla Bermeja

Miriam Posada García Ť A más de cuatro meses de que las secretarías de Energía y de Relaciones Exteriores anunciaron el segundo ''rimbombante'' tratado de límites marítimos entre México y Estados Unidos mediante el que se delimitó la propiedad del campo petrolero conocido como Hoyo de Dona, ni el Senado mexicano y ni el de Estados Unidos lo han ratificado. Por lo anterior, académicos de la UNAM y el ex senador Jorge Calderón urgieron a los legisladores mexicanos a ser responsables y propiciar una nueva revisión, porque en las últimas negociaciones hubo irregularidades como "la misteriosa desaparición'' de una isla mexicana que las autoridades nunca quisieron demostrar.

Detallaron que la urgencia por sentar al gobierno mexicano a negociar este tratado se debió a presiones de Estados Unidos, porque a la fecha el Departamento del Interior ha otorgado 7 mil concesiones para explorar y explotar yacimientos en la zona estadunidense del golfo de México a empresas como Shell, BP y Chevron entre otras, mientras en México durante mucho tiempo la parte oficial minimizó la importancia de los Hoyos de Dona.

Durante la segunda ronda de análisis sobre las condiciones en las que México negoció con Estados Unidos la distribución del polígono conocido como Hoyo de Dona, el investigador universitario Fabio Barbosa dio a conocer irregularidades como que la parte mexicana haya admitido el principio de la línea equidistante en la delimitación, pero más grave aún que haya seleccionado una isla poco conveniente para los intereses del país.

''Los negociadores eligieron como punto de referencia para la medición el Arrecife Alacranes, por lo que la línea divisoria se recorrió en contra de México. Debieron haber seleccionado la isla Bermeja que le daría mayor ventaja al país'', sin embargo, dicha isla ''desapareció''.

Durante su intervención en la reunión organizada por el Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, el ex senador Jorge Calderón Salazar explicó que durante la negociación la parte oficial les explicó a los entonces senadores que la isla había desaparecido del mapa, tal vez por movimientos telúricos o por corrientes marinas; pero en realidad se dio una serie de justificaciones que nunca fueron sustentadas.

''Los senadores solicitamos que se acudiera al supuesto punto en el que debería estar la isla Bermeja para dar fe de que en efecto había desaparecido, llevar un equipo de técnicos, hacer la investigación necesaria, pero los encargados de la negociación jamás aceptaron''.

Reconoció que hasta el momento el tratado no ha sido ratificado en ninguno de los dos países, por lo que junto con Fabio Barbosa y otros investigadores urgieron al nuevo grupo de senadores ''a no aprobar al vapor algo que no está claro, a actuar con responsabilidad y a promover una nueva negociación de límites''. Incluso Calderón se ofreció a tender el puente entre investigadores y senadores para impulsar esta propuesta.

La investigadora Rocío Vargas Suárez precisó que la iniciativa para establecer los límites del Hoyo de Dona fue por parte del Senado de Estados Unidos ante constantes presiones de las empresas petroleras estadunidenses, y en especial porque era necesario darles seguridad legal debido a que desde hace algunos años el Departamento del Interior ha otorgado concesiones para explorar y explotar yacimientos en la parte que le corresponde del golfo de México.

A la fecha, detalló Vargas Suárez, van 7 mil concesiones para la región del golfo de México, pero hay 340 que están en límites marítimos con México y que corresponden a empresas como Shell, BP-Amoco, Chevron, Mobil y otras pequeñas e intermedias. Advirtió que México no puede minimizar el potencial que representa el Hoyo de la Dona y urgió a que capitalice esta oportunidad.