DOMINGO 19 DE NOVIEMBRE DE 2000
Ť Auguran "dificultades" si gobernadores rebeldes no firman acuerdo
Califica De la Rúa a la oposición de rupturista
Afp y Ap, Buenos Aires, 18 de noviembre Ť El gobierno argentino del presidente Fernando de la Rúa seguía hoy haciendo esfuerzos por convencer a la oposición peronista para que firme un acuerdo de con- gelamiento de gastos públicos como fórmula para obtener apoyo del Fondo Monetario Internacional (FMI), a la vez que la calificaba de "irresponsable" y "rupturista".
Tras una serie de presiones mutuas entre el gobierno y la oposición, funcionarios de la Alianza gubernamental dibujaron un crudo panorama si los gobernadores provinciales del Partido Justicialista (peronista) se siguen negando a firmar el acuerdo, al insistir en que la situación es riesgosa y puede derivar en "una crisis".
Luego de que los gobernadores opositores dieron por interrumpidas las negociaciones durante la víspera y prometieron volver a la mesa el lunes, el jefe de gabinete del Ministerio de Economía, Pablo Gerchunoff, los calificó de "pequeño grupo de irresponsables", mientras que el viceministro de esa cartera, Mario Vicens, afirmó que algunos de ellos "tienen una actitud rupturista y otros positiva".
El jefe de gabinete ministerial, Chrystian Colombo, señaló que no le gustaba dramatizar pero que no había mucho tiempo y se estaba desaprovechando una solución preventiva a una posible crisis.
Por su parte, el titular del Interior, Federico Storani, apuntó que la situación se puede poner "muy difícil" si los gobernadores rebeldes no firman.
La oposición peronista aseveró que sólo se llegará a un acuerdo si el gobierno nacional "se baja de su soberbia".
En ese marco, los gobernadores peronistas --que controlan 14 de las 24 provincias-- dijeron que sólo firmarán el acuerdo si hay garantías de que el recorte de gastos no afectará, hasta el año 2005, los sistemas de salud, educación y seguridad.
Incluso estos gobernadores dijeron no descartar la presentación de su propia propuesta de acuerdo fiscal sobre congelamiento de gastos, y atribuyeron el fracaso de las negociaciones a la "intransigencia" del gobierno nacional.
De momento, el gobierno central sólo ha logrado que cuatro de los nueve gobernadores de la Alianza oficialista firmen el controvertido pacto, mientras que el resto envió su "adhesión" y prometió sumarse en los próximos días.
El gobierno de De la Rúa, que aspira a alcanzar el apoyo de todos los gobernadores provinciales para obtener así un "blindaje" del FMI por unos 20 mil millones de dólares y enfrentar sus obligaciones de deuda externa, afronta una recesión de 30 meses y una desocupación de 15.4 por ciento.