MARTES 21 DE NOVIEMBRE DE 2000
Ť Los militantes del tricolor conmemoran el aniversario del inicio de la Revolución
Abucheo priísta ante la sola mención a Zedillo
Ť Llamado a sesión extraordinaria del CPN, para buscar la ratificación de Dulce María Sauri
Ť A partir del primero de diciembre el ''centro del poder'' será la militancia, postula la dirigente
Enrique Méndez y Víctor Ballinas Ť Con el respaldo de un grupo de gobernadores, la directiva priísta convocó a ''un pacto social interno'' de unidad y a una sesión extraordinaria del Consejo Político Nacional (CPN), el 10 de diciembre, para buscar que ahí se ratifique como presidenta del tricolor a Dulce María Sauri y a Sergio García Ramírez en la secretaría general. A partir del primero de diciembre, definió el Comité Ejecutivo Nacional, ''el centro del poder'' será la militancia y no un solo hombre o las cúpulas.
Con esta petición, un sector de ese partido busca ''ganar tiempo'' para que la elección de una directiva definitiva no se lleve a cabo por presiones del actual gobierno federal o de otro grupo de gobernadores que se han aliado a Roberto Madrazo Pintado.
En la celebración del aniversario 90 de la Revolución Mexicana, el PRI afirmó que el próximo gobierno recibirá ''un país tranquilo y en paz; en condiciones de gobernabilidad y democracia; con finanzas sanas y certidumbre en el desarrollo económico'', y se declaró preparado para constituirse como ''muralla'' para contener el ''asalto del pasado'' que representa un gobierno de Acción Nacional.
El recuerdo del 2 de julio
En el cónclave para conmemorar la Revolución Mexicana de 1910, los militantes reaccionaron negativamente cuando el candidato del PRI al gobierno de Jalisco, Jorge Arana Arana -asignado para leer un manifiesto-, mencionó el nombre del presidente Ernesto Zedillo para decir que éste ''hizo importantes aportaciones al desarrollo de la nación, entre ellas una profunda reforma democrática que se traduce hoy en uno de los sistemas electorales más seguros, confiables y transparentes en el mundo''.
Desde las galerías, en el auditorio Plutarco Elías Calles, el general que institucionalizó la Revolución en un partido político, se escuchó: ''šFuera, fuera!'', ''šMuera Zedillo!''. En la primera fila, la mayoría de los integrantes del gabinete zedillista se removieron incómodos en las butacas.
Solamente de salida, el secretario de Hacienda, José Angel Gurría, dijo del Presidente: ''Es el principal activo político del PRI''. Arsenio Farell de plano expresó no haber escuchado los reclamos al último presidente de esa revolución institucionalizada.
-ƑA quién se le ocurrió? Si Zedillo ya es aquí innombrable -expresó un conspicuo priísta respecto de la mención al mandatario, que los gobernadores quisieron hacer para ''terminar bien con él''.
Este lunes, los priístas asistieron al requiem de su propio régimen. En el mismo auditorio que la noche del 2 de julio lloraron la derrota, la propia presidenta del PRI, Dulce María Sauri, dijo:
''Este no puede ser un aniversario más. Estamos a unos días de que la corriente de la Revolución Mexicana deje la Presidencia de la República -su baluarte de muchas décadas- y llegue a ésta otra corriente histórica. ƑQué será: el futuro que se inicia o el pasado que regresa? Ese es el signo de estos días y esa es la pregunta que hoy nos planteamos de cara a la nación''.
La dirigente priísta aceptó que su partido desestimó la fuerza electoral panista.
''Creímos que aquella corriente, la que pronto asumirá el gobierno, derrotada en las ideas, en la guerra y en la historia, habría quedado para siempre en el arcón de los recuerdos, como desaparecen los malos sueños. Creíamos que se había desvanecido... Hoy debemos reanudar una batalla que supusimos concluida: la batalla por la nación y sus instituciones, la antigua batalla por el progreso, la libertad y la justicia'', dijo.
La abatida clase política priísta llegó a la sede de su partido en una tarde de lluvia. ''Sólo esto faltaba'', dijo un militante. Por eso, Fernando Silva Nieto, gobernador de San Luis Potosí, comentó: ''No, no es el último aniversario, es el primero''.
Asistieron 14 gobernadores de los 20 que aún conserva el tricolor. Los priístas del gabinete, dirigentes estatales, senadores y diputados, sus coordinadores en el Congreso y los líderes de los tres sectores. En esa reunión, el PRI estrenó frase: ''Unidos por la Revolución''.
Se había especulado que uno de los discursos estaría a cargo del secretario de Gobernación, Diódoro Carrasco Altamirano, pero sólo hablaron Sauri Riancho y Arana Arana. La presidenta del PRI afirmó que no se disputarán posiciones electorales que no les asigne el voto popular, pero que tampoco cejarán en que se les reconozcan sus triunfos. ''No hubo ni habrá empecinamiento; tampoco claudicación ni abandono. No se negociará en las mesas lo que se ordenó en las urnas. Pasó el tiempo, que nos duele recordar, de conceder a los opositores lo que no les otorgaron los ciudadanos... no lo olvidamos ni lo repetiremos''.
Dijo que de las concertacesiones se benefició la oposición, que ''hoy se ufana de las concesiones que les hicimos y lucran con el resultado de las batallas que no libramos. Pero el pasado es el pasado''.
Entró entonces a evaluar la relación entre el partido y sus presidentes de la República, y lanzó estocadas contra los escritores Mario Vargas Llosa y Enrique Krauze:
''La realidad misma de México explica la relación umbilical entre el Ejecutivo y el partido creado desde el poder. Sin embargo, ni hubo perfecta dictadura ni se ejerció una presidencia imperial. Debemos separar la realidad de la imaginación, antes de que los mitos suplanten a la historia y la propaganda a la verdad. En todo caso, esa situación ha cambiado y jamás regresará''.
A partir del 2 de julio, dijo Sauri Riancho, cambió el centro de gravedad del poder. ''Ayer, el gran personaje fue el Presidente de la República; hoy, los militantes lo son y serán el único factor de las decisiones, porque de ello depende nuestra subsistencia'', dijo, y entonces convocó a ''construir un nuevo pacto social interno''.
En esta etapa de cambios internos consideró que el partido tricolor sólo debe conservar lo mejor de su historia, y que no se repetirán episodios que dañaron al instituto político. ''Nos dirigimos a grandes decisiones internas. Las adoptaremos con métodos y designios democráticos. No habrá silencio ni obediencia ominosa. Habrá libre expresión, amplia deliberación y extensa participación. Haremos lo que no han hecho nuestros opositores: comenzaremos por hacer la democracia en el PRI. De lo que se trata es incluir y conciliar''.
Para recuperar votos, y eventualmente el poder en 2006, dijo que su partido requiere enviar otro mensaje a la ciudadanía y atender los sectores de los que se olvidaron los gobiernos priístas, y ratificar la alianza con los obreros, los campesinos y las clases populares. ''Pugnaremos por un país con justicia, sin menoscabo de libertades ni de soberanía, pensando en un desarrollo que se distribuya entre todos los mexicanos de manera más equitativa y una sociedad que combate a la pobreza'', ofreció.
De ahí dio inicio a una larga reivindicación de las ''conquistas sociales'' del PRI. Afirmó que, en el Congreso, el tricolor defenderá la soberanía del subsuelo y que los energéticos, como el petróleo y la electricidad, continúen siendo estratégicos para el país. ''Estos recursos son inalienables y le corresponden de manera originaria a la nación'', expresó.
En diciembre de 1998, cuando el PRI se entrevistó por primera vez con el secretario de Energía, Luis Téllez, hubo un abierto respaldo a la privatización del sector eléctrico. Ahora, en la oposición, ese partido ha dicho que no aprobará esa iniciativa. En la primera fila, el funcionario frunció el seño ante el discurso de Sauri y, a diferencia de los otros priístas, apenas aplaudió.
En las cámaras de Diputados y de Senadores, agregó la política yucateca, se rechazará ''lo que asedie la libertad, reduzca la justicia o lesione la soberanía. No haremos ni permitiremos lo que alguien ha llamado, con una expresión ominosa, cesiones inteligentes''.
Misión incumplida
En este acto de contrición para el PRI, Sauri reconoció que algunos de los mayores pendientes del partido que en diez días dejará el poder están una adecuada impartición de justicia, empleo para todos los mexicanos, un país altamente competitivo, seguridad social para todos. En suma, dijo, el PRI no cumplió con uno de sus postulados: la justicia social.
Advirtió que el Revolucionario Institucional permitirá que se modifique el carácter laico de la educación, porque ''el Estado laico ha sido y deberá seguir siendo condición y garante de sana convivencia y respeto a la diversidad de los mexicanos''.
A pesar de la derrota del 2 de julio, dijo Sauri Riancho, el PRI no está acabado y muestra de ello son los triunfos electorales en Veracruz, Tabasco, ''donde estamos amparados en la ley, y en la voluntad de los tabasqueños''. La pelea que se dio en Chiapas, y en Jalisco, donde ''repusimos al partido en el favor de los ciudadanos y elevamos nuestra votación por encima de las mejores expectativas, derrotamos la soberbia de nuestros adversarios y enfrentamos su malicia. Este es el saldo estimulante a sólo cuatro meses del mayor quebranto electoral que hemos conocido''.
Ante la inminencia del cambio de poderes, la lideresa priísta afirmó que a partir del primero de diciembre se avecina ''un inmenso viraje: querrá llevarnos al pasado, con soberbia y engaño. Tendrá en pleno siglo XXI un aire sabido ya antiguo, aire rancio de mina y hacienda. Propondrá con fórmulas que parecen modernas, productos que rechazaron nuestros abuelos y no merecen nuestros hijos. El PRI debe ser muralla para detener el asalto del pasado y plataforma para iniciar la conquista del porvenir. Habrá que relanzar la Revolución Mexicana, una revolución en la paz''.
Enseguida, Jorge Arana leyó el manifiesto en el que se convoca a la sesión del Consejo Político Nacional. Fuerte competidor del PAN en Jalisco, fue recibido con una ovación. ''šAy Jalisco, no te rajes!'', le gritaron desde las galerías.
En su declaración, hizo un reconocimiento al respaldo del CEN a su campaña, pero más tarde dijo, en relación con la disputa por el supuesto triunfo en aquel estado: ''Creo que hace falta una defensa más enérgica de la presidenta''.
Ultimos cachorros de la Revolución
Los priístas cantaron el Himno Nacional como nunca. Luego -acostumbrados al tropel-, se fueron de la sede partidista. En el ala izquierda del auditorio los gobernadores de Yucatán, Víctor Cervera Pacheco, y de Campeche, José Antonio González Curi, sostuvieron una disputa verbal, secuela del conflicto territorial entre campechanos y quintanarroenses en el que Yucatán entró como ''tercer interesado''.
-šNo me contestes así, Víctor! šYa no estamos en el pasado! -le soltó González Curi a Cervera Pacheco.
El yucateco quiso escurrir el bulto, pero el gobernador de Campeche lo siguió: ''šY no te rías, que esto es muy en serio! šTe estoy hablando!''. Cervera Pacheco no hizo caso y desapareció entre el tumulto.
Roberto Madrazo Pintado fue uno de los gobernadores que no asistió a la reunión. Políticos cercanos al mandatario tabasqueño refieren que la semana pasada el secretario de Gobernación, Diódoro Carrasco Altamirano, lo invitó a comer para dirimir diferencias.
-Mejor en diciembre -habría respondido Madrazo en esa conversación.
-Ahora.
-No, porque tú organizas y encabezas los ataques en mi contra -habría replicado el tabasqueño, según las fuentes consultadas.
-šNo es cierto!
-Bueno, pues de todos modos nos vemos en diciembre.
Ayer, el Comité Ejecutivo Nacional se dio un respiro en la disputa por el poder en el partido tricolor. Pero no todos estuvieron conformes con que se haya convidado a los tecnócratas, que alcanzaron lugar en primera fila.
El dirigente de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE), senador Joel Ayala Almeyda, quien negoció la ''compensación'' para los burócratas, comentó: ''No sé por qué vinieron esas gentes''.
-ƑQuiénes?
-Esos, los de la primera fila.
Por su parte, el ex diputado Enrique Ku Herrera expresó su inconformidad porque no se abriera de una buena vez el proceso de renovación democrática de la directiva.
-ƑY usted, cómo está?
-Aquí, enterrando a la Revolución.