MARTES 21 DE NOVIEMBRE DE 2000
Ť ''Destrozadas'', las cadenas productivas: ANIERM
''Reprobado'', el gobierno de Zedillo en materia comercial
Ť Mínimos beneficios de los 31 tratados firmados en la materia
Víctor Cardoso/I Ť La administración del presidente Ernesto Zedillo reprobó en la tarea de hacer más eficiente la actividad comercial del país.
Por el lado del comercio exterior, si bien México es el país que mayor número de tratados comerciales ha firmado en el mundo, poco o nada se ha beneficiado de la apertura, y en lo interno, aún padece severas deficiencias estructurales que provocan la pérdida de casi la mitad de la producción de alimentos perecederos por deficientes sistemas de comercialización y transporte.
Pero además, por el lado del comercio interno, la importación de granos representa casi 50 por ciento del déficit de la balanza comercial, que llega ya a casi 5 mil 376 millones de dólares, al tiempo que el padrón de beneficiarios del programa de subsidio a la tortilla se han reducido en un 40 por ciento.
En materia de comercio exterior, durante este sexenio se concretó la firma de 31 tratados de libre comercio, de complementación económica o de protección a las inversiones con otros tantos países. Pero a pesar de eso, la industria nacional, en particular la pequeña y mediana, no han visto traducidos los supuestos beneficios y oportunidades en una mejoría de sus procesos productivos.
El presidente de la Asociación Nacional de Importadores y Exportadores (ANIERM), Fernando Correa Mota, afirmó que en materia de comercio y fomento industrial, la política aplicada por el gobierno de Zedillo está "reprobada".
En los últimos seis años, dijo, no hubo acceso a créditos ni garantías, las cadenas productivas están "destrozadas", la pequeña y mediana empresas no tuvieron acceso a la tecnología para reconvertir sus procesos y el desarrollo industrial está concentrado en sólo ocho estados del país.
Mientras tanto, para la Red Mexicana de Acción Frente al Libre Comercio (RMALC), la política de comercio exterior y los tratados comerciales firmados por la actual administración sólo han servido para que el país emprendiera un "desmantelamiento unilateral en materia arancelaria".
Stephen Zamora, catedrático de la Universidad de Houston, por su parte, evidenció una mentira oficial. Dijo que según un estudio del Senado estadunidense sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), "el flujo de inversión de ese país a México no fue de carácter masivo, como lo aseguró la Secofi, ya que sólo se ha captado el 0.2 por ciento de la nueva inversión".
El investigador estadunidense afirmó que al cierre de 1998, se calculaba en 980 mil millones de dólares las inversiones estadunidenses en el mundo, de las cuales nuestro país captó sólo 25 mil millones, "pero la Secofi asegura que México captó 35 mil millones de dólares en el periodo 1994-1999".
Además una parte importante de la inversión extranjera captada por el país fue para las filiales de las grandes transnacionales que concentran una porción fundamental de las ventas externas de México. En ese sentido mencionó que 300 compañías extranjeras concentran 55 por ciento de las exportaciones nacionales "razón por la cual los beneficios del TLCAN no han repercutido en las pequeñas y medianas empresas mexicanas".
No sólo el investigador estadunidense hace esa afirmación. La RMALC, en un estudio sobre el Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea (TLCUE, presuntamente el más importante por el tamaño del mercado con esa región), afirmó que "no debe ignorarse que tan sólo 0.12 por ciento del total de las unidades productivas de México, mismas que representan 327 grandes corporativos nacionales y extranjeros, muchos de ellos europeos, así como las 3 mil 200 maquiladoras de exportación, son los principales beneficiados del libre comercio".
Incluso esa organización acusó que México dio un trato preferencial a los países de la Unión Europea y acceso más rápido al mercado mexicano en condiciones superiores a las otorgadas a otros socios comerciales. "En consecuencia, el TLCUE reflejó un trato asimétrico y México cedió más que la UE".